Meghan Markle vuelve al trabajo con un esmoquin mini y low cost

Meghan Markle ha vuelto este martes al trabajo tras disfrutar de un relajado mes de vacaciones. El príncipe Harry y ella han sido los primeros royals británicos en recuperar su agenda oficial y lo han hecho presidiendo el estreno del musical 'Hamilton', un espectáculo benéfico cuya recaudación irá destinada a la fundación Sentebale. La ONG cofundada por el duque de Sussex apoya proyectos de ayuda a niños y jóvenes afectados por el VIH en el sur de África, en concreto en Lesotho y Botswana.

Una velada que el matrimonio no podía perderse y que ha supuesto el pistoletazo de salida de su nuevo curso 'escolar'. La expectación sobre qué llevaría Meghan, por tanto, era máxima. Sabedora del exhaustivo análisis al que los medios someterían su look, finalmente no arriesgó optando por un más que sobrio LBD (little black dress) de absoluta tendencia.

Firmado por la marca canadiense Judith & Charles y valorado en algo más de 350 euros, el vestido tenía un diseño que se asemejaba a un esmoquin. De manga larga y escote recatado, dejaba a la vista sus espectaculares piernas que, por cierto, suele preferir ocultar tras largos midi y pantalones tipo sastre. En esta ocasión, alejándose de la norma, al tratarse de un evento de noche, optó por mostrarlas con gran acierto.

Lo combinó con unos salones de ante del mismo color de Paul Andrew con un tacón de una altura razonable y un clutch de Jimmy Choo con toques dorados que aportaba el toque de brillo a un look tan discreto.

Una vez más, se recogió el pelo en un moño redondo bajo con el flequillo suelto (uno de sus peinados favoritos) y se decantó por el maquillaje discreto al que nos tiene acostumbrados.

La próxima semana volveremos a verla en dos actos: el primero, el día 4, la pareja asistirá a los premios Well Child y apenas dos días después, el 6, participarán en la gala de 100 días para la Paz.