El "infierno" financiero de la Casa Real británica por la llegada de Meghan

Han tenido que contratar incluso a asesores expertos en Hacienda americana. La Casa Real británica podría enfentarse a un autentico "infierno", tal y como han calificado los medios de Reino Unido y de EEUU a la compleja situación financiera que supone la llegada de Meghan Markle a la familia. Porque la ex actriz es ciudadana americana, condición que mantendrá al menos cinco años más. Y todo ciudadano americano debe pagar impuestos en su país, viva donde viva. Los ingresos de la duquesa de Sussex, pues, tiene carga impositiva en Estados Unidos.

Eso no es todo, si Markle dispone de las propiedades o se beneficia de los negocios de su familia política, algo que parece obvio, la Hacienda americana podrá inspeccionar todos los negocios. No es baladí.

Si Markle gana más de 300.000 dolares en un año, además, deberá rellenar un formulario especial que debería incluir los negocios en el extranjero, lo que implica directamente a la familia real britáica, tal y como adelantó el Washington Post. Este medio fue el primero en analizar la situación a lo que s ehan sumado el resto. Esta semana, era el Daily Mail el que daba detalles de cómo se enfrenta la Casa Real británica a este "infierno", tal y como lo califican. Mientras que el Post lo llamaba "dolor de cabeza".

Todos coinciden en señalar que parece inevitable que el Servicio de Impuestos Internos (IRS, por sus siglas en inglés) del americano acabe inspeccionando la fortuna de Markle, que valoran en unos cinco millones de dólares. Además, y aqui es donde llegan las preocupaciones de Buckingham Palace, el Gobierno de Trump podría inspeccionar las finanzas de los miembros de la familia real británica, sobre todo porque tanto Isabel II como el príncipe Carlos apoyan al matrimonio del príncipe Harry con un fondo financiero.

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La mujer del principe Harry podría librarse de pagar inpuestos en su país sisus ingesos fueran mínimos, cosa que no sucede, obviamente. Porque Markle será partícipe de alguna manera de los siete millones de asignación que el príncipe Carlos destina cada año a sus hijos y sus familias. La cuestión que da así: la duqeusa de Sussex deberá pagar impuestos en Reino Unido por todos sus ingresos y en Estados Unidos por los ingresos que superen los 100.000 dólares.

Los ingresos de Harry provienen de otros fondos, como los poco más de 400.000 dólares anuales que recibe de las inversiones de la heredia de Lady Diana, un dinero que deberá pasar la inspección de la IRS. Todos los regales y todas las propiedades de las que disfrute la nueva duquesa y que procedan o no de la familia real británica estarán sujetaos a inspección.

La situación es cuanto menos extraña. Porque puede acabar en broma pesada. La Casa Real británica no pagaría impuestos en su país por algunas cuestiones, como sus propiedades, pero sí que debería pagar a la Hacienda americana. Los privilegios de un royal, en un país republicano en esencia como EEUU no sirven para nada. Así que el infierno financiero ya ha llegado a palacio.