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La cara B de la infanta Elena: los prontos de la hermana más popular del Rey
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LA CARA B

La cara B de la infanta Elena: los prontos de la hermana más popular del Rey

La hermana del rey Felipe ha sido durante mucho tiempo la imagen amable de la familia, pero la reacción con los periodistas en Sevilla ha sacado su otro lado

Foto: La infanta Elena. (Limited Pictures)
La infanta Elena. (Limited Pictures)

Hasta que no se hizo público el caso Nóos, la imagen de la infanta Cristina era mucho mejor que la de su hermana mayor, Elena, más reservada y menos comunicativa. La exduquesa de Palma tenía una biografía académica y profesional más potente, una familia de anuncio, niños rubios y marido amantísimo. En Barcelona, los ciudadanos la consideraban 'la Nostra'. Era la mejor imagen de la familia real. Con la prensa era todo lo amable que su cargo la obligaba a ser. Ninguno de los hermanos Borbón Grecia tiene simpatía por los paparazzi y la prensa de entretenimiento. Elena no iba a ser menos y la semana pasada tuvo un encontronazo en Sevilla con los reporteros, a los que llamó "gentuza" y tildó la situación de "coñazo".

La infanta Elena no ha sido brillante en los estudios. Sus sucesivos trabajos, hasta que llegó a Mapfre, tampoco han sido destacables. Su paso por las guarderías, como profesora de inglés, era muy básico. Tenía más que ver con el hecho de que los papás pudieran presumir de que una Infanta de España enseñaba los colores ('bluuuuee, orangeee, greeen...') a sus hijos que por una condición especial con los pequeños.

La recomendación de Zarzuela sirvió para que la infanta Elena entrara en la aseguradora. Al principio, no tuvo buena prensa entre sus compañeros. "Otra enchufada a la que habrá que hacer su trabajo". No fue así.

placeholder Elena de Borbón recibe el premio Tauromaquia y Mujer. (EFE)
Elena de Borbón recibe el premio Tauromaquia y Mujer. (EFE)

Poco a poco se ganó a los trabajadores y, desde su puesto como directora de Proyectos Sociales y Culturales en la Fundación, ha desarrollado importantes iniciativas. "Hay buen rollo con ella. Tiene buenas ideas, sabe manejar equipos y cuando hay despidos en la empresa lo pasa mal. Considera que se encuentra en una situación de privilegio", dicen.

El sueldo de la Infanta rondaría los 170.000 euros más las dietas, que varían si el desplazamiento es por España o hace viajes internacionales. Su horario es de 8 de la mañana a 3 de la tarde (aunque no es riguroso). Si se convocan reuniones corporativas, la infanta Elena, como el resto de personal, puede acumular horas de libranza.

Una vida como la de los demás

Lleva una vida relativamente normal. Vive con sus hijos en el piso de 200 metros cuadrados del barrio del Niño Jesús que le regaló don Juan Carlos. Mantiene el mismo grupo de amigos, formado por el que fuera su secretario, Carlos García Revenga, sus primas Borbón Dos Sicilias, María Zurita, las Caprile y, sobre todos ellos, Rita Allendesalazar. A diferencia de su hermano, su padre y su hermana Cristina, sus horizontes de viajes no suelen ser internacionales ni a lugares exclusivos. Prefiere el campo segoviano y la finca de su íntima Rita en Valencia. Hubo un tiempo en que quiso comprar una casa en las antiguas dependencias que ocupaba el servicio de sus antepasados en La Granja. No la pudo comprar ni alquilar y suele quedarse en la casa familiar de los Allendesalazar.

En realidad, la vida de la infanta Elena cambió cuando dejó de formar parte del organigrama y pasó de ser miembro de la familia real a convertirse en familia del Rey. Dejó de percibir la partida económica que le correspondía por este trabajo y ahora ni siquiera cobra si tiene que acudir a un acto institucional en representación de la Corona.

placeholder La infanta Elena, en la gala de la Vela Gallega 2019. (EFE)
La infanta Elena, en la gala de la Vela Gallega 2019. (EFE)

Ese cambio se debió a que había que invisibilizar a la exduquesa de Palma. Las primeras actuaciones fueron sacarla de la tribuna de autoridades y de la recepción posterior en el Palacio Real el día de la Fiesta Nacional. Ya no había lugar para ella en el aspecto institucional y se acopló entonces a la vida lúdica de su padre, el Rey. Se convirtió en su acompañante en la ruta gastronómica, la taurina y la marinera, compartiendo regatas en Sanxenxo.

Se llegó a comentar que tanto viaje a Galicia pudiera tener que ver con una nueva relación, una especie de amigo entrañable era el motivo de su nueva hoja de ruta. La única compañía con la que se la ha visto en Sanxenxo ha sido la de los compañeros de regatas y el grupo de amigos de don Juan Carlos.

Desde que se divorció de Jaime Marichalar, en noviembre de 2007, no se le ha conocido novio más allá de sus encuentros con Luis Astolfi en campeonatos hípicos. La vida sentimental de la duquesa de Lugo no ha variado en todos estos años. Al menos en lo que se refiere a su faceta pública.

De tal palo

La infanta Elena es la más parecida en carácter a su padre y, sobre todo, en las salidas abruptas públicas. En el caso del Rey emérito se definían como los 'prontos Borbón'. En la duquesa de Lugo, mala educación. En los últimos años no era habitual esas salidas de tono como la de Sevilla, sino todo lo contrario. En los actos a los que acudía era amable e incluso gastaba bromas con los periodistas. El otro día, a su llegada a Sevilla, rompió con esa rutina. Al ver a los reporteros y fotógrafos en la estación de Santa Justa les dedicó comentarios poco acordes a su rango. Al fin y al cabo es la hermana mayor del rey Felipe y, por lo tanto, todo lo que no haga bien afecta a la Corona.

placeholder El rey Juan Carlos y la infanta Elena, en la corrida de toros de Illescas. (EFE)
El rey Juan Carlos y la infanta Elena, en la corrida de toros de Illescas. (EFE)

Lo que desconocía la tía de la Princesa de Asturias es que los reporteros llevaban horas en la estación esperando a los personajes que llegaban a Sevilla para pasar la Semana Santa. El comentario tan desacertado ha vuelto a actualizar los momentos más desagradables de la infanta Elena en sus apariciones públicas que parecía habían desaparecido de su agenda.

Cuando la infanta Cristina formó parte del caso Nóos y fue imputada (después desimputada), su hermana se convirtió, junto con la reina Sofía, en la mejor imagen de la familia del Rey. Lo que no se sabe todavía es cuál es la razón para que el día de autos estuviera de tan mal humor.

Hasta que no se hizo público el caso Nóos, la imagen de la infanta Cristina era mucho mejor que la de su hermana mayor, Elena, más reservada y menos comunicativa. La exduquesa de Palma tenía una biografía académica y profesional más potente, una familia de anuncio, niños rubios y marido amantísimo. En Barcelona, los ciudadanos la consideraban 'la Nostra'. Era la mejor imagen de la familia real. Con la prensa era todo lo amable que su cargo la obligaba a ser. Ninguno de los hermanos Borbón Grecia tiene simpatía por los paparazzi y la prensa de entretenimiento. Elena no iba a ser menos y la semana pasada tuvo un encontronazo en Sevilla con los reporteros, a los que llamó "gentuza" y tildó la situación de "coñazo".

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