Marta Gayá, la amiga fiel del rey Juan Carlos, se aleja de la polémica en las Islas Baleares

Son tiempos difíciles para el Rey emérito, que ha visto cómo Corinna Larsen, su 'amiga entrañable' (como ella misma se autodenominó), le traicionaba definitivamente colocándole en una difícil situación institucional y personal. La empresaria permaneció en silencio mientras se beneficiaba de su relación real, y cuando esta ya no era útil se 'confesó', no solo con el comisario Villarejo y el expresidente de Telefónica Juan Villalonga, sino esta misma semana en la cadena pública británica, la BBC. Todos estos hechos desembocaron en una investigación judicial y, finalmente, en la marcha del antiguo monarca de nuestro país: Don Juan Carlos actualmente se encuentra en Abu Dabi, aunque no sabemos si este será su nuevo y definitivo lugar de residencia.

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En un contexto como el vivido, no es de extrañar que el rey emérito sea consciente, ahora más que nunca, de la importancia de confiar solo en sus amistades más auténticas y que forman parte de su círculo más privado desde hace años. Una de ellas es Marta Gayá, la amiga mallorquina que a través del tiempo ha demostrado su lealtad, y que escapa de la polémica estos días refugiándose en su barco navegando por las Islas Baleares.

La dama fue el gran amor de don Juan Carlos, como él mismo relataba a Josep Cusí en una conversación grabada por el CESID el 4 de octubre de 1990, y que se hizo pública como ahora las de Corinna. El monarca aseguraba que nunca había sido tan feliz.

Marta Gayá siempre se mantuvo alejada de los ambientes sociales más públicos de la isla y nunca hizo o ha hecho comentarios sobre su relación afectiva con el rey emérito, si alguien lo hacía en su presencia, le borraba de inmediato de su lista. Ni tan siquiera habla de él con su grupo habitual de amigos de Madrid, Palma, Ginebra o Gstaad. En esta última ciudad, donde vive la élite internacional en invierno, pasa parte del año Marta Gayá, que tiene residencia suiza y su propio apartamento. Desde Suiza siempre ha logrado refugiarse del interés mediático, alejándose así del punto caliente informativo de Mallorca. La última aparición conjunta de Marta Gayá y del padre de Felipe VI se produjo el verano de 2017, en Irlanda, tal y como recogían entonces diversos medios entre los que se encontraba Vanitatis.

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Marta Gayá: una mujer leal y discreta

"Ella es una mujer muy discreta que no necesita publicidades de ningún tipo a diferencia de 'la otra' (así llaman a Corinna), que parece que lo necesita", contaban a Vanitatis el año pasado. Gayá suele pasar las vacaciones de verano entre las Baleares y algún crucero por las islas griegas. "Marta viaja todos los veranos con un grupo de amigos, entre los que se encuentra el matrimonio Bergareche. Alquilan una goleta y recorren la zona. Este periplo es fijo”, explicaban. Este verano ya se la ha visto en su barco por Mallorca y Formentera.

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“Se siente cómoda con ellos porque no hay interferencias y nadie presume de conocer sus intimidades como sucede en España, que hablan los que no saben y callan los que saben”, explicaban a Vanitatis añadiendo que lo que más le gusta a Marta Gayá es viajar. Un gusto que comparte también con el rey emérito, igual que cuando el monarca era joven, la vela y el esquí. El verano de 2017 fue la compañera ideal en los periplos veraniegos del ex jefe del Estado, una vez que este cerró el capítulo Corinna que tanto daño ha hecho a la institución y, sin embargo, este año tampoco ha habido desplazamientos compartidos.

Ahora, acompañada de su hermana (a la que está muy unida) y otros familiares y amigos, Gaya se encuentra disfrutando de su tierra y sin esconderse. De hecho, se acercó hace unas noches a cenar al restaurante Flanigan, uno de los favoritos de Juan Carlos de Borbón.