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Al descubierto la casa de vacaciones que Felipe de Bélgica había intentado mantener en secreto
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¿TRATO DE FAVOR?

Al descubierto la casa de vacaciones que Felipe de Bélgica había intentado mantener en secreto

Los reyes belgas compraron una propiedad en la isla de Yeu en 2019, aunque la noticia ha salido ahora a la luz por la controversia que ha provocado recientemente en la zona

Foto: Felipe y Matilde de Bélgica, en una imagen de archivo. (Getty)
Felipe y Matilde de Bélgica, en una imagen de archivo. (Getty)

Pocas veces las casas reales europeas pueden mantener sus propiedades en secreto. En algunas de ellas, la política de transparencia exige que se informe al Gobierno y, por tanto, a los ciudadanos de sus cuentas, compras y adquisiciones. Otras veces, son las circunstancias o las meras casualidades las que hacen que se descubran esos datos. Recordamos el caso de Guillermo de Holanda, cuando fue sorprendido probando su nuevo yate, o Federico y Mary de Dinamarca, quienes desvelaron sin querer, en una encuentro con la prensa, que poseían una casa en los Alpes suizos. Pues bien, ahora tenemos un nuevo nombre que añadir a la lista, el de Felipe de Bélgica, de quien se ha descubierto una nueva propiedad, a pesar de que todo apunta a que querían mantenerla en secreto.

Nos vamos hasta la isla de Yeu, en la costa oeste de Francia. Allí, los Reyes pasan parte de sus vacaciones junto a sus cuatro hijos desde 2009, mucho antes de asumir el trono. Son habituales los posados para la prensa en bicicleta o rodeados de campos y naturaleza. Hasta ahora, se sabía que Felipe y Matilde alquilaban para su estancia una casa a una familia belga. Pero esta misma semana se ha conocido que compraron una casa en 2019, en el extremo noroeste de la isla. Una propiedad de 200 metros cuadrados construidos en una finca de 70 acres, unas 28 hectáreas. Lo hicieron bajo pseudónimo, el de Philippe Legrand -literalmente traducido como Felipe el Grande- con la intención de que la compra no fuera pública, algo que se han quedado muy lejos de conseguir.

No se trata de una construcción muy lujosa, más bien al contrario. Además de que no es de un tamaño muy grande, es una casa casi en ruinas e inhabitable, por lo que los reyes habían decidido renovarla. Y aquí es donde viene el problema gracias al que se ha conocido la compra. En un principio, habían recibido el permiso del Ayuntamiento tanto para la remodelación de la casa como para ampliarla con un edificio adicional, algo que ha generado una gran controversia, según nos cuenta Wim Dehandschutter, periodista belga especializado en la familia real: "El edificio adicional de 40 metros cuadrados se construiría en una reserva natural, lo que está estrictamente prohibido por el plan de desarrollo urbano local de la isla de Yeu. La actividad ilegal es sobre la superficie: la dependencia puede ser de un máximo de 30 metros cuadrados de acuerdo con las reglas, por lo que este anexo sería 10 metros cuadrados más grande de lo permitido".

placeholder Felipe y Matilde, en una imagen reciente. (Reuters)
Felipe y Matilde, en una imagen reciente. (Reuters)

Y la cuestión no es que el Ayuntamiento diera el permiso al rey para sus obras, sino que se muestra mucho más estricto con las solicitudes parecidas de otros vecinos que incluso viven de forma permanente en la zona, lo cual ha generado una gran controversia por un supuesto trato de favor al monarca. "Solo porque eres una estrella del mundo del espectáculo, un alto funcionario o un hombre de Estado eso debemos aceptar", fue la queja de uno de los concejales que se oponían a los planes constructores de Felipe y Matilde.

De momento, el Palacio Real se ha limitado a confirmar la compra de la casa, destinada a ser su residencia de vacaciones. Aunque ha sorprendido que no se supiera hasta ahora, lo cierto es que el rey Felipe no está obligado a informar a su país si aumenta o no su cartera inmobiliaria. Además, los portavoces niegan que se cometa una violación de las leyes: "Lo que alegan es que la dependencia se utilizará como alojamiento para los guardaespaldas, que custodian a la familia real día y noche. Y el plan de desarrollo urbano local permite la construcción de 'instalaciones colectivas de interés general' en un área protegida, por lo que las razones de seguridad se encuentran entre las excepciones. Y el rey es un jefe de Estado", nos explica Wim Dehandschutter.

Pocas veces las casas reales europeas pueden mantener sus propiedades en secreto. En algunas de ellas, la política de transparencia exige que se informe al Gobierno y, por tanto, a los ciudadanos de sus cuentas, compras y adquisiciones. Otras veces, son las circunstancias o las meras casualidades las que hacen que se descubran esos datos. Recordamos el caso de Guillermo de Holanda, cuando fue sorprendido probando su nuevo yate, o Federico y Mary de Dinamarca, quienes desvelaron sin querer, en una encuentro con la prensa, que poseían una casa en los Alpes suizos. Pues bien, ahora tenemos un nuevo nombre que añadir a la lista, el de Felipe de Bélgica, de quien se ha descubierto una nueva propiedad, a pesar de que todo apunta a que querían mantenerla en secreto.

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