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Los expertos valoran a Máxima: su comparación frente a Letizia
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Los expertos valoran a Máxima: su comparación frente a Letizia

¿Qué opinan sobre ella los expertos reales más destacados de nuestro país y los que más han indagado en la figura de Máxima de Holanda?

Foto: Máxima de Holanda, en una imagen de archivo. (EFE)
Máxima de Holanda, en una imagen de archivo. (EFE)

Cada vez que una encuesta ha tomado el pulso a la ciudadanía en lo que se refiere a la valoración de las reinas europeas, lo cierto es que Máxima de Holanda ha salido muy beneficiada. Es hoy una de las reinas más admiradas y queridas, pero su camino no fue fácil. Cuando llegó a la vida del hoy rey Guillermo de Holanda, tuvo que enfrentarse a un cambio radical. Acostumbrada a la calidez de Argentina, Máxima tuvo que adaptarse a los Países Bajos, a un nuevo idioma y a una institución hasta entonces desconocida para ella.

Ha logrado crear una personalidad fuerte y ser una reina consorte comprometida con su trabajo. También su estilo la ha convertido en un icono de moda dentro de la realeza.

Foto: La familia real holandesa.

Muchos ven numerosos puntos en común con Letizia. Otros detectan diferencias notables. ¿Qué opinan los expertos y cronistas reales más destacados de nuestro país y los que más han indagado en la figura de Máxima de Holanda? ¿Cuál es su valoración sobre ella y cómo la comparan si la colocamos al lado de la reina Letizia?

placeholder La reina Máxima de Holanda, en una imagen de archivo. (EFE)
La reina Máxima de Holanda, en una imagen de archivo. (EFE)

Rosa Villacastín

La reputada periodista alaba la trayectoria de Máxima, en la que ve muchas similitudes con Letizia: “Tanto Máxima como Letizia son dos reinas que tienen mucho en común. Las dos lo han pasado mal. De Máxima nos perdemos más la letra pequeña porque sabemos menos, pero tuvo problemas al principio, sobre todo por la distancia del idioma y por vivir en un país donde la monarquía no es asumida por todos. Existen fuertes grupos de poder en contra. Son muy exigentes con el tema de las cuentas y han criticado mucho a la monarquía. Máxima no lo ha tenido fácil, pero es una persona muy estable. Como buena argentina, tiene esa simpatía con la que se ha ido ganando a todos, incluida su suegra. Ella es una buenísima relaciones públicas. Además tiene el apoyo de un marido enamoradísimo de ella y el de sus hijos”.

“Tanto Máxima como Letizia se han ido asentando. Letizia es hoy una de las reinas más admiradas. Creo que ha aprendido mucho y que en los últimos años lo ha hecho muy bien. Para ambas ha tenido que ser difícil vivir en total libertad y pasar a formar parte de una institución tan medida. Letizia me ha dado una lección de que tenía razón en muchas de las cosas sobre la familia real. Ha demostrado que la mala no era ella y que su familia, común y corriente, no ha pasado las vergüenzas que ha pasado la familia real. Ella, al igual que Máxima, cuenta con un marido enamorado que la apoya”.

“No hay que olvidar tampoco que tanto Máxima como Letizia han pagado un peaje muy duro. Ambas perdieron a sus hermanas en circunstancias similares”.

“Son las dos reinas sobre las que más se pone el foco. Si tuviera que puntuar a ambas, las pondría un 9,5 a cada una. Lo hacen muy bien y están cumpliendo”.

placeholder La reina Letizia y la reina Máxima de Holanda, en Tokio en 2019. (EFE)
La reina Letizia y la reina Máxima de Holanda, en Tokio en 2019. (EFE)

Pilar Urbano

Reconocida periodista y autora de numerosos libros de investigación centrados en personajes políticos, en la Transición y en la monarquía. Pilar nos desvela lo que la reina Sofía le dijo personalmente sobre Máxima de Holanda: "Primero quiero felicitar a la reina Máxima. Llegar a los 50 es algo bonito. Es la edad de la madurez. No la conozco personalmente, pero conozco su sonrisa y algo más que eso: la sonrisa que ella ha transmitido a su marido Guillermo. Él era un hombre serio, entre otras cosas porque estaba segundado porque la presencia regia de su país era la de su madre Beatriz. Además, Máxima ha tenido que dejar la luminosidad y amplitud de Argentina y la alegría porteña y cambiarla por una Holanda gris, con mucha lluvia, casi siempre encapotada. Ella es alegría a pesar de las circunstancias. La lleva dentro".

"Sé de Máxima lo que me contó la reina Sofía. Ellas se conocen. Me habló de ella de manera muy elogiosa y me dijo que era una mujer que había sabido dejar un gran cargo en un banco muy potente argentino para dedicarse a algo muy altruista, benéfico y anónimo. Algo que conllevaba su peligro porque se manejaba dinero. La reina Sofía me dijo que Máxima se había dedicado a algo parecido a lo que ella misma se había dedicado también. Se refería al negocio social del Grameen Bank. Los bancos conceden créditos de millones a unos pocos. Máxima se dedicó a generar un banco en los que se daban créditos de 1 dólar a millones de pobres. Con ese dólar, en sus países pobres pueden adquirir una herramienta o comida. Ella se dedicaba a conseguir eso: muchos millones de créditos de un dólar".

"Felicito a Máxima por su alegría, que se ve que es natural. Ella hace feliz a su marido y a su país. Su popularidad es más alta que la de su marido a pesar de que al principio de su relación hubo un momento difícil. Hay que recordar que el padre de Máxima fue secretario de Agricultura y Ganadería de Argentina entre 1979 y 1981 durante la dictadura de Videla. La opinión pública presionó para que los padres de Máxima no asistieran a la boda de su hija con Guillermo de Holanda. Y no asistieron. Máxima mostró grandeza y sencillez al no reprochar esta decisión".

placeholder Los reyes de Holanda, Guillermo Alejandro y Máxima. (EFE)
Los reyes de Holanda, Guillermo Alejandro y Máxima. (EFE)

Carmen Enríquez

Ha sido corresponsal de TVE para la Casa Real durante 18 años. Colaboradora en programas de televisión y prensa escrita como experta en realeza y autora de cinco libros sobre la familia real. Ha conocido tanto a Máxima como a Letizia de cerca: “Creo que Máxima como reina representa la adaptación casi perfecta de una persona que no tenía nada que ver con el ambiente de las realezas. Ella viene de un país como Argentina y de un continente donde no hay más que repúblicas, pero supo adaptarse muy bien. El carácter que tiene Máxima ha favorecido mucho esa adaptación. Yo he hablado personalmente con ella una vez, cuando viajé con motivo de la visita oficial de los Reyes a los Países Bajos. Fue en vísperas de la boda de Máxima, hace casi ya 20 años. Es espontánea y simpática de manera natural. Ella es así. No es artificial. Le sale tal cual”.

“También ha sabido aguantar algo tan tremendo como que el Gobierno holandés prohibiera que su padre estuviera en su boda. Ella entendió la exigencia del Gobierno y tenía sus razones. Su amor por el príncipe Guillermo estaba por encima y no tuvo más remedio que aceptarlo”.

“Es una persona que no tiene complejo ninguno a la hora de vestirse como una reina. Nunca piensas que está fuera de lugar con su vestimenta. La Casa Real holandesa tiene unas joyas espectaculares y hemos visto a Máxima lucirlas en muchas ocasiones, como debe ser. Es la reina. Ha entendido perfectamente el personaje que tiene que representar”.

“Ha tenido que adaptarse también a las exigencias de algunos medios de comunicación que no respetan demasiado la privacidad. Máxima y Guillermo supieron marcar muy bien unas normas. En vez de optar por el silencio y la opacidad cuando hacen cualquier viaje, lo que hacen es facilitar imágenes familiares de ellos a los medios de comunicación. Lo único que no lo hacen el primer día, sino el último, para asegurarse de que pueden disfrutar de ese derecho a la intimidad y a la privacidad”.

“Tanto ella como Letizia fueron dos mujeres que se casaron con dos príncipes herederos. Parece ser que ambas mantuvieron una relación bastante estrecha. Incluso hacían reuniones con el resto de príncipes herederos europeos, imagino que también para comentar el futuro que tenían por delante”.

placeholder La reina Máxima de Holanda, en una imagen de archivo. (EFE)
La reina Máxima de Holanda, en una imagen de archivo. (EFE)

“Tengo la impresión de que deben tener buena relación. Personalmente pienso que la adaptación de Máxima ha sido más natural que la de Letizia, aunque creo que esta última lleva un tiempo, sobre todo con la pandemia, teniendo un comportamiento absolutamente ejemplar. Ha sabido adaptarse a los tiempos que corren. A Letizia, el único pero que le pongo es, a veces, no siempre, con el tema de la indumentaria. Tiende a vestir más como una vip, como una persona importante, una actriz, una artista, más que como una reina. Nunca puedes olvidar quién eres. A veces le falta ese punto de entender que la realeza es otra cosa. Aun así, no puedo poner demasiadas pegas porque creo que en general ha ido limando las asperezas que había en un momento determinado, sobre todo con el tema de su familia”.

“Máxima y Letizia se parecen en que las dos eran mujeres independientes, profesionales, que dejaron todo por amor sabiendo que iban a renunciar a parte de su libertad y de su capacidad para actuar sin tener que pensar que tienes el foco encima”.

Ricardo Mateos Sáinz de Medrano

Es historiador y autor de varios libros sobre realeza y nobleza. Ve claramente las similitudes y diferencias entre Máxima y Letizia: “Máxima es una excelente reina. En Holanda, viene de una tradición de tres reinas soberanas, y ella aporta esa idea de gobierno de mujer, de poder, pero sin opacar a su marido, aunque Máxima tiene más porte, más brillo que el rey. Maneja el escenario estupendamente, el protocolo, las joyas, el vestir, la cercanía”.

“Hay que tener en cuenta que a los holandeses les fallaron siempre los consortes. A Beatriz, el príncipe Klaus, una persona apocada y deprimido; a Guillermina, el príncipe Enrique, etc. Máxima, al igual que Bernardo de Holanda con Juliana, aporta realce. Es muy querida y es poco criticada en su país”.

“A ella le gusta ser reina, pero no desde la tontería o desde lo hueco. Tiene cuerpo, tiene solidez, es inteligente y asume su papel. Representa una monarquía sin complejos ni miedos, como refleja la nuestra”.

“Máxima y Letizia tienen más en común de lo que parece. Lo hispano las une y creo que se entienden bien. Máxima pone un punto más cálido a la frialdad holandesa. Por su parte, Letizia aporta pulcritud. Es la impecabilidad. A veces puede resultar fría en un país caliente como el nuestro. Quizás le falta calidez y majestuosidad. A pesar de ello creo que ahora no hay mejor consorte que Letizia. Es culta, es lista, no es hueca, no habla de relleno. Letizia suma. Como Máxima, tiene carácter, temperamento, pero ninguna opaca al marido ni lo pretenden. Esto es importante. Son las dos reinas europeas que más llaman la atención. Ambas tienen clara su posición y que pueden aportar algo importante”.

placeholder La reina Máxima y la reina Letizia en 2015. (Reuters)
La reina Máxima y la reina Letizia en 2015. (Reuters)

Rodolfo Vera Calderón

Es periodista y autor del libro 'Máxima, la construcción de una reina' (Plaza & Janés, Mayo 2021). Para él, el país donde nació y la educación que recibió Máxima han marcado sus ganas de superación. En el último año destaca los aciertos de Letizia frente a los fallos de Máxima. "La reina de Holanda, una mujer con una historia de éxito, una mujer ganadora. Fue educada en un mundo donde siempre se la incentivó a superarse, a llegar muy lejos en la vida y eso se demostró en su futuro rol como reina consorte. Es una mujer ambiciosa, perseverante, resiliente, que se reinventa todo el tiempo a sí misma, que supo encontrar la forma de conquistar a los holandeses, con esa sonrisa, esa frescura que tiene. Para un país como Holanda, calvinista, austero, discreto, ella es parte de esa arma de seducción que siempre ha usado y que le ha funcionado muy bien".

"Ha recorrido un camino desde que se casó en 2002, bastante largo pero en el que se ha ido afianzando. Hoy creo que muchas de las decisiones que se toman en la Corona pasan por ella, lo cual habla de un poder que ha ido amasando y ejerciendo. Lamentablemente, en el último año hubo algunos tropiezos que hicieron que bajara su popularidad bastante y que también la ayudarán a ella a replantearse su papel y a entender lo que los holandeses esperan realmente de una familia real".

"Comparada con Letizia, yo veo dos historias muy distintas. Máxima creció en un país donde las clases y diferencias sociales están muy marcadas, donde tus vínculos, conexiones y nexos son los que te llevarán a superarte social y económicamente en la vida. Creo que Letizia creció en un país donde hay más igualdad de oportunidades. Siendo de una familia de clase media, pudo lograr sus objetivos en la vida, como fue ser una gran periodista y ser la imagen del telediario de TVE. Letizia vio cumplida su meta antes de que Felipe la cortejara. Después la vida le planteó otro panorama y tuvo que decidir. Son dos personalidades muy distintas. Letizia es más cerebral y pragmática, Máxima es también muy pragmática pero también es muy emocional. Letizia es más estoica, más socrática. Máxima es más latina, más suelta. Creo que además, Máxima, parte de ese éxito que buscaba, radicaba en formar una familia con un marido que le diera un estatus mejor del que ella tenía. Superó las expectativas con creces".

"Son dos historias de vida distintas de dos mujeres de clase media que este mundo las marcó y las cambió para siempre. Ellas, en cierta, forma también han cambiado la vida de los ciudadanos holandeses y españoles. Letizia ha tenido mucho que ver hoy en día para que la Corona española siga en pie y funcionando correctamente. Lamentablemente, el año pasado sucedieron cosas con Máxima que demostraron poca empatía. La gente esperaba más de sus reyes en este momento que está pasando el mundo".

Cada vez que una encuesta ha tomado el pulso a la ciudadanía en lo que se refiere a la valoración de las reinas europeas, lo cierto es que Máxima de Holanda ha salido muy beneficiada. Es hoy una de las reinas más admiradas y queridas, pero su camino no fue fácil. Cuando llegó a la vida del hoy rey Guillermo de Holanda, tuvo que enfrentarse a un cambio radical. Acostumbrada a la calidez de Argentina, Máxima tuvo que adaptarse a los Países Bajos, a un nuevo idioma y a una institución hasta entonces desconocida para ella.

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