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La estrecha amistad de Charlène de Mónaco y Máxima de Holanda de la que ya poco se sabe
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PRINCIPADO DE MÓNACO

La estrecha amistad de Charlène de Mónaco y Máxima de Holanda de la que ya poco se sabe

Hace unos años, la princesa Charlène aseguró que Máxima había sido uno de sus grandes apoyos, pero nada se ha vuelto a saber de esta estrecha amistad

Foto: La princesa Charlène, en su foto más reciente. (Instagram)
La princesa Charlène, en su foto más reciente. (Instagram)

Ya hemos entrado en octubre y, de momento, poco o nada se sabe del regreso de Charlène a Mónaco. Fue la propia princesa la que hace unos meses confesó que su enfermedad la tendría alejada del principado hasta este mes, pero no hay informaciones de su vuelta a la Roca. Este mismo fin de semana, la exnadadora compartía una foto en Instagram que, lejos de calmar las aguas, las revolvía. En ella aparece una delgadísima Charlène, toda de negro, leyendo la Bíblia y con un rosario colgado del cuello junto al texto: "God Bless". Una imagen desalentadora para aquellos que la conocen y que están lejos de ella, como Máxima de Holanda.

Tal como confirmó Charlène hace unos años, concretamente en 2013, a la argentina y a ella las une una gran amistad. "La reina Máxima ha sido un increíble apoyo siempre que lo he necesitado. Ella abandonó Argentina y se trasladó a Holanda. Así que pienso que hemos tomado caminos similares y me identifico mucho con ella. Además me ha dado consejos que me han sido muy útiles", revelaba la princesa, demostrando que Máxima no es solo la reina de las sonrisas y los looks extravagantes. Es una persona buena que se preocupa por los demás.

placeholder Los reyes de Holanda, en la boda de Alberto y Charlène. (Getty)
Los reyes de Holanda, en la boda de Alberto y Charlène. (Getty)

De hecho, Máxima ha sido uno de los grandes apoyos de Masako de Japón durante la depresión que ha sufrido. El no poder engendrar a un hijo varón, y por lo tanto a un heredero para la dinastía, sumió a la ahora emperatriz en graves problemas de ánimo. La amistad entre Máxima y Masako se ha ido labrando con el paso de los años. De hecho, fue gracias a la insistencia de la argentina por la que Masako viajó en 2013 a Ámsterdam para estar presente en su investidura como reina, siendo este su primer viaje internacional en décadas. Y aunque declinó asistir a la cena de gala, sí estuvo presente en la ceremonia en la Nieuwe Kerk.

Parece, pues, que tanto Charlène como Masako encontraron un apoyo en Máxima, y aunque la relación de la nipona y la holandesa sigue en pie, como se vio en la entronización de Naruhito en octubre de 2019, cuando Máxima no dudó en abrazar a su amiga, lo cierto es que del vínculo entre la exnadadora y la reina de Holanda se sabe bien poco. Llamó mucho la atención que Charlène no estuviera presente en un día tan importante para Máxima como fue la investidura, por la que Masako, enferma, recorrió los 10.000 kilómetros que separan Japón de los Países Bajos.

placeholder La visita a la que Charlène no acudió en 2014. (AP)
La visita a la que Charlène no acudió en 2014. (AP)

También fue muy comentado que Charlène decidiera a última hora no acompañar a Alberto a la visita oficial que realizó a Holanda en 2014. Todo estaba preparado ya para la presencia de la exnadadora, quien iba a compartir agenda con Máxima, pero en el último momento se canceló su asistencia. Un hecho sorprendente teniendo en cuenta la gran unión que hay entre ellas. Desde entonces, nada más se ha sabido sobre esta amistad que, de continuar, lo hace muy en secreto.

Ya hemos entrado en octubre y, de momento, poco o nada se sabe del regreso de Charlène a Mónaco. Fue la propia princesa la que hace unos meses confesó que su enfermedad la tendría alejada del principado hasta este mes, pero no hay informaciones de su vuelta a la Roca. Este mismo fin de semana, la exnadadora compartía una foto en Instagram que, lejos de calmar las aguas, las revolvía. En ella aparece una delgadísima Charlène, toda de negro, leyendo la Bíblia y con un rosario colgado del cuello junto al texto: "God Bless". Una imagen desalentadora para aquellos que la conocen y que están lejos de ella, como Máxima de Holanda.

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