Sin noticias de Charlène de Mónaco: de las (pocas) explicaciones al silencio sepulcral

Un mes. Es el tiempo que llevamos sin saber absolutamente nada del estado de salud de Charlène de Mónaco. Aunque eran esporádicas y no demasiado esclarecedoras, hemos pasado de tener algunas explicaciones a que haya un silencio sepulcral sobre la esposa de Alberto de Mónaco. Es ella misma la que da señales de vida en sus redes, siempre suponiendo que sea ella la que las maneje. Pero lo hace para alimentar causas solidarias, principalmente la protección de los rinocerontes, y sin que aclare absolutamente nada sobre su situación.

La última publicación llegaba este mismo jueves, cuando compartía un vídeo de la campaña 'Chasing Zero', con imágenes hasta ahora inéditas de su estancia en Sudáfrica y solo unas palabras: "Una causa por la que merece la pena luchar". Y las anteriores pistas que nos dejó en su Instagram de que, al menos, sigue pendiente de esta causa tampoco es que nos hayan aportado mucho más. Hay que irse hasta finales del mes de junio para encontrar sus primeras declaraciones sobre su dolencia, que hizo a través de un comunicado lanzado por su fundación. Dos entrevistas más en diferentes radios de su país sirvieron para tener algún detalle más sobre lo que le pasaba, aunque en ninguna de las dos dio explicaciones muy exhaustivas.

Diferente es el caso del príncipe Alberto, ya que las dos veces que ha hablado para un medio de comunicación, ambas para 'People', lo hizo largo y tendido y -quizá- más de la cuenta. Porque la primera vez se atrevió a asegurar que su mujer estaba lista para volver y vaticinó que su regreso a Mónaco sería antes de lo esperado. Dos datos que se desmintieron al día siguiente, cuando se supo que Charlène había sigo ingresada en un hospital sudafricano, aunque ya había recibido el alta. La segunda vez, Alberto de Mónaco dio explicaciones sobre su matrimonio, respondiendo -aunque no del todo- a las preguntas que sigue habiendo en el aire sobre una supuesta crisis.

Y entre uno y otro están las informaciones oficiales, la que ha publicado el Palacio Grimaldi para los medios de comunicación. Y da la sensación de que lo hacen más por la presión mediática que por propia iniciativa o por el 'deber' que tiene toda institución que está al servicio público, como es el caso de una monarquía, de poner al tanto a los ciudadanos de la salud de sus diferentes miembros cuando se presenta un problema de estas características. Porque los comunicados oficiales sobre la situación de la princesa Charlène han sido más que escasos en estos cinco meses, además de vagos e incluso ambiguos.

El primero fue en mayo, cuando por primera vez se informaba sobre la enfermedad de Charlène para explicar su ausencia de los grandes eventos del principado. Hubo que esperar después hasta agosto para que tuviéramos nueva información llegada directamente de Palacio, cuando se anunciaba que la sudafricana tenía que volver a pasar por quirófano. Tras la intervención, un primer y único parte médico, anunciando que la operación había salido según lo previsto, pero de nuevo sin que hubiera explicaciones ni detalles extras.

Para la siguiente información oficial no hubo que esperar tanto, ya que hubo un contratiempo con el que no se contaba: el ingreso hospitalario que mencionábamos antes. Pero el contratiempo no era el ingreso en sí, sino que un medio sudafricano había obtenido la información en exclusiva, por lo que no tuvieron más remedio que confirmarla, añadiendo que había recibido el alta y que se encontraba recuperándose. La pregunta es ahora si, de no haberse enterado 'News24' de que Charlène había sufrido un desmayo que la había llevado al hospital, el órgano de comunicación del Palacio de Mónaco hubiera emitido la información. Es imposible saberlo, pero el patrón que han seguido estos meses apunta a que no.

Han pasado, como decíamos, cuatro semanas sin que se haya vuelto a saber nada del estado de salud de Charlène. Ni nuevas operaciones, ni empeoramientos ni mejorías, con un silencio sepulcral desde la Casa Principesca que está bastante lejos de mostrar tranquilidad y conseguir que las especulaciones tanto sobre su salud como su matrimonio se terminen.