Las (pocas) ocasiones en las que se desveló el destino de las vacaciones privadas de los Reyes
En 2010, cuando don Felipe y doña Letizia eran aún príncipes de Asturias, se supo, por primera vez, dónde pasaban la segunda mitad de agosto. No sería la última.
La agenda oficial de la familia real se queda vacía estos días. Tras los últimos coletazos de su actividad en Mallorca, don Felipe y doña Letizia, así como sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, suelen iniciar un periplo desconocido; un destino vacacional que suelen proteger con convencimiento. Según se deduce de la página oficial de la Casa Real, hasta el 21 de agosto no hay ningún tipo de acto oficial previsto. Y esa ausencia de actos no solo dura una semana, sino que se suele alargar hasta primeros de septiembre. Este año solo será interrumpida cuando la princesa de Asturias vuelva al UWC Atlantic College, algo que sucederá el 26 de agosto. Hasta entonces, el paradero de la familia real será un completo misterio. Así ha sido durante años y, salvo raras ocasiones, el destino de esas vacaciones siempre se ha mantenido en secreto.
Pocas son las veces que la paz real de agosto ha sido rota. Sin embargo, sí ha habido excepciones. En 2010, por ejemplo, cuando Felipe y Letizia no eran más que los príncipes de Asturias. Por aquel entonces se habían marchado al Algarve portugués, al castillo Sao Joao do Arade. El enclave es propiedad del empresario Vasco Pereira, un gran amigo de don Juan Carlos. Ese sería también su destino en 2012, con una viajera añadida a los cuatro: Paloma Rocasolano, la madre de la reina Letizia. Fueron las imágenes de algún espontáneo las que acabaron revelando que, en esos dos veranos, la familia real se había trasladado de la oficialidad estival de Mallorca hasta un destino turístico cercano a España.
Fue también una turista la que destapó, durante el verano de 2011, que don Felipe y doña Letizia habían puesto rumbo a las Islas Griegas. Las fotografías de esta persona fueron, por cierto, bastante polémicas, pues reveló a la Reina en bikini, una imagen que acaparó no pocos titulares y que también dio la vuelta al mundo. La mayoría de profesionales del gremio estimaron que por esas imágenes se habrían pagado entre 150.000 y 250.000 euros. En algunos círculos incluso se llegó a hablar de un millón. Según apuntaba este medio, los Reyes habrían regresado a las Islas en 2013. En 2018, volverían al país, concretamente a Mykonos. La prensa descubrió el real paradero gracias a otra turista que se los cruzó en las calles de la isla. Ese mismo año, a finales de junio, doña Letizia había puesto rumbo a Nueva York para acompañar a sus hijas en el tradicional campamento de verano, algo que también haría en 2019.
En otras ocasiones, ha sido la dramática actualidad la que ha desvelado su paradero. Ocurrió en 2017, cuando tuvieron lugar los terribles atentados yihadistas de Barcelona. En pleno agosto, y tal y como informó 'El País', la familia real tuvo que suspender su descanso privado, esta vez en la Costa Azul, para regresar a nuestro país. Un año antes, en 2016, la prensa averiguó que habían estado navegando por el Adriático a bordo de una goleta.
Este año, en el que el caos de la pandemia por fin ha ido dejándonos recuperar la normalidad, los Reyes y sus hijas ya han iniciado esas vacaciones con carácter privado; un descanso que, salvo males mayores o turistas curiosos, pocas veces se interrumpe.
La agenda oficial de la familia real se queda vacía estos días. Tras los últimos coletazos de su actividad en Mallorca, don Felipe y doña Letizia, así como sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, suelen iniciar un periplo desconocido; un destino vacacional que suelen proteger con convencimiento. Según se deduce de la página oficial de la Casa Real, hasta el 21 de agosto no hay ningún tipo de acto oficial previsto. Y esa ausencia de actos no solo dura una semana, sino que se suele alargar hasta primeros de septiembre. Este año solo será interrumpida cuando la princesa de Asturias vuelva al UWC Atlantic College, algo que sucederá el 26 de agosto. Hasta entonces, el paradero de la familia real será un completo misterio. Así ha sido durante años y, salvo raras ocasiones, el destino de esas vacaciones siempre se ha mantenido en secreto.
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