Brindis, risas y recuerdos de la infancia: Felipe VI y Letizia, encantados (y encantadores) en Frankfurt

Está siendo un no parar de compromisos, encuentros y visitas. Los Reyes de España se han volcado en su viaje de Estado a Alemania, y esta segunda jornada dejaba a todos con muy buen sabor de boca. Eso se extrae de las palabras pronunciadas por don Felipe durante la recepción que Sus Majestades ofrecieron en honor a sus anfitriones, Steinmeier y la primera dama alemana, Elke Büdenbender. Tras una jornada llena de actos y un cambio de escenario, de Berlín a Frankfurt, el monarca tomaba la palabra para agradecer al matrimonio presidencial su hospitalidad.

"Estamos la Reina y yo muy felices con esta visita a Alemania. Recordamos con mucho cariño la que hicimos al inicio del reinado y tantas otras, en mi caso, desde muy niño", aseguró recordando también aquellos viajes que hacía con su madre, la reina Sofía, para visitar a los primos alemanes. Cabe recordar que la abuela materna de don Felipe, la reina Federica de Grecia, nació siendo princesa de Hannover, por lo que los lazos consanguíneos que unen a Felipe VI con el país son muchos. Y continuaba: "Esta (visita) también formará parte, sin duda, de los buenos recuerdos que conservaremos de nuestras visitas a tierras germanas".

"Hoy, quiero agradecer, junto con la Reina, la hospitalidad con la que nos habéis recibido y que habéis mostrado en todo momento. Este viaje ha sido verdaderamente enriquecedor y gratificante: hemos podido llevar a cabo un programa exhaustivo en el que se han priorizado aquellos temas y ámbitos que nos interesan a ambos países, que nos aproximan y que también nos animan a seguir trabajando juntos", aseguraba el Rey, quien levantaba su copa para brindar por el presidente y su esposa: "Quisiera aprovechar este brindis para expresar que ha sido un verdadero placer y un honor compartir estos momentos con ustedes".

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Un brindis con champán que ponía el broche de oro a una jornada en la que don Felipe y doña Letizia se mostraban encantados con su visita y también encantadores. La buena sintonía entre ambas parejas es más que evidente, y así podía verse tanto por la mañana, en Berlín, como por la tarde, en Frankfurt. Los primeros en arrancar con la agenda eran el Rey y el presidente, quienes asistían al Foro Hispano-Alemán en la sede de la Fundación Bertelsmann. Mientras, sus respectivas mujeres descubrían la exposición 'Escribir todos sus nombres’ en el Palais Populaire de Berlín, una muestra cedida por Helga de Alvear, presente en el acto.

La Reina y la primera dama elegían ambas vestuario rosa. No era la primera vez que coincidían, ya que en la ceremonia de bienvenida ambas apostaban por el azul; ni tampoco sería la única coincidencia estilística del día. Mientras Elke Büdenbender vestía un sastre rosa palo, doña Letizia rescataba de su armario un vestido de Moisés Nieto en fucsia, un diseño ajustado en la cintura y con vuelo en la falda, de manga francesa y escote asimétrico ligeramente abierto hacia los hombros. Lo combinaba con un nuevo y original bolso floreado de Furla, salones de Prada y pendientes de Gold & Roses.

Tras un encuentro del Rey con la presidenta del Parlamento alemán, Bärbel Bas, se reencontraba con doña Letizia en el ayuntamiento de Berlín, donde ambos eran recibidos por su alcaldesa, Franziska Giffey. Tocaba después el turno de visitar uno de los emblemas de la capital: la puerta de Brandeburgo. Ni la fuerte lluvia que caía en esos momentos, y de la que Sus Majestades se protegían con paraguas negros, les quitó la sonrisa del rostro. Algunos curiosos, muchos de ellos turistas, se habían acercado hasta el lugar y se oyeron gritos de "viva España", que los Reyes agradecieron con saludos.

Llegaba el momento de despedirse de Berlín para poner rumbo a Frankfurt, a donde llegaban a primera hora de la tarde. Les daba tiempo a ambos a cambiarse de ropa antes de asistir a la inauguración de la Feria del Libro, en la que España es el país invitado esta edición. La Reina apostaba por un look de estreno de Hugo Boss formado por una falda azul marino con cinturón con hebilla y blusa blanca. A sus pies, unos salones de Nina Ricci; en su mano, una cartera de Magrit. ¿Lo mejor de todo? Los pendientes de diamantes y zafiros que lucía, propiedad de la reina Sofía.

Quien también vestía de azul, y de Hugo Boss, era la primera dama, Elke Büdenbender. Una nueva coincidencia entre ambas mujeres. La que fuera jueza del Tribunal de Administración de Berlín llevaba una blusa de la firma alemana, en color azul Klein, la misma que la Reina española estrenó el domingo en la recepción a la colectividad española, aunque ella en fucsia. Es el mítico modelo Banora, un diseño que Boss rehace año tras año debido a su éxito. De hecho, Su Majestad guarda en su armario la misma blusa también en blanco, rojo y morado.

Durante su intervención en la inauguración de la Feria del Libro, el Rey destacaba: "Queremos agradecer de manera especial el honor y la oportunidad que supone ser acogidos como país invitado por este gran escaparate literario y cultural, europeo y mundial, y que así España tenga a un papel tan protagonista este año. Es una suerte que hayamos podido hacer coincidir nuestra visita de Estado con este gran acontecimiento. También, por supuesto, agradecemos muy sinceramente la implicación y dedicación de cuantos han contribuido a que esta edición sea posible".

Y continuaba: "Han transcurrido más de 30 años desde que España fue invitada de honor por 1ª vez en esta muestra, en 1991. La España de hoy poco tiene que ver con la de entonces. La transformación y modernización sin precedentes de nuestro país [...] se ha plasmado en profundos cambios en la sociedad, la cultura y la economía. Gracias al trabajo diario de todos sus ciudadanos, España es un país decididamente comprometido con la libertad, la igualdad, la justicia y el pluralismo, la tolerancia y el diálogo como fundamentos de una democracia fuerte y abierta...".

Los Reyes visitaban entonces el Pabellón de España, en el que cerca de 200 autores, traductores y representantes de la industria del libro ponen de manifiesto que la literatura española es diversa y universal. Allí volvió a verse la buena sintonía entre los cuatro, quienes no podían contener la risa al conocer un gadget que se encarga de traducir palabras del alemán al español.

Por la noche, Sus Majestades ofrecían la ya mencionada recepción en honor al presidente y su esposa. Este miércoles, don Felipe y doña Letizia continuarán con sus actividades en Frankfurt antes de poner rumbo a España, visitando los expositores españoles en la Feria del Libro y el Instituto Cervantes, donde mantendrán un encuentro con hispanistas alemanes.