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Matilde de Bélgica, la discreta reina de las primeras veces, cumple 50 años
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FAMILIA REAL BELGA

Matilde de Bélgica, la discreta reina de las primeras veces, cumple 50 años

Es conocida por su discreción y determinación. Y, siendo tan reacia a las entrevistas como se ha mostrado siempre, la reina de los belgas ha compartido poco de su vida

Foto: La reina Matilde de Bélgica. (CP)
La reina Matilde de Bélgica. (CP)

Matilde de Bélgica es la reina de las primeras veces para los belgas. La primera monarca nacida y criada dentro de Bélgica. La primera reina belga que se ganaba la vida de forma independiente antes de contraer matrimonio con el príncipe heredero. Es conocida por su discreción y determinación. Y, siendo tan reacia a las entrevistas como se ha mostrado siempre, ha compartido poco de su vida, ni de la logopeda que un día fue, ni del pilar de la monarquía belga que es hoy en día. Este viernes cumple 50 años de una vida en la que ha disfrutado de 26 años de anonimato, antes de convertirse en la reina consorte de los belgas.

Su nombre completo es Matilde María Cristina Ghislaine d'Udekem d'Acoz. Nació un 20 de enero de 1973 en el municipio belga de Uccle como la hija mayor del conde Patrick d'Udekem d'Acoz (1936-2008) y la condesa Ana María Komorowska (1946), que tuvieron otros cuatro hijos después del nacimiento de la que es hoy reina de Bélgica. En 1997, su hermana Marie-Alix murió a los 22 años en un accidente de tráfico, al igual que ocurrió con su abuela, un “dolor que nunca desaparece”, en palabras de la propia reina. Matilde se formó como logopeda y tuvo su propia clínica como terapeuta del habla en Bruselas hasta su compromiso con Felipe de Bélgica, el 10 de septiembre de 1999.

placeholder La reina Matilde. (Cordon Press/Nicolas Maeterlinck)
La reina Matilde. (Cordon Press/Nicolas Maeterlinck)

El ayuntamiento de Bruselas acogió la boda civil de la pareja exactamente tres meses después de hacerse pública su relación, y el mismo día también tuvo lugar la ceremonia en la catedral de San Miguel y Santa Gúdula en Bruselas. A través de su matrimonio, Matilde se convirtió en princesa heredera de Bélgica y duquesa de Brabante. Su suegra, la reina Paola, la precedió como princesa heredera entre 1959 y 1993, cuando se convirtió en la sexta reina de los belgas. Desde 2000, Matilde también es condesa, puesto que el rey Alberto II otorgó el título de conde o condesa a todos los miembros de la casa d'Udekem d'Acoz.

El 21 de julio de 2013, durante la fiesta nacional de Bélgica, el príncipe heredero Felipe sucedió a su padre, el rey Alberto, que abdicó debido a su edad y salud. Esto conllevó que la princesa Matilde se convirtiera también en la reina de los belgas después de la coronación del nuevo monarca. Con la ascensión al trono, también se decidió en palacio que todo el mundo se dirigirá a la reina Matilde como 'majestad', en lugar de 'señora', para así hacer una distinción clara con Paola -esposa del rey Alberto- y Fabiola -esposa del rey Balduino-, que también eran reinas.

La muerte de Fabiola en 2014 también fue un golpe para Matilde porque era su aliada en la familia real. Ambas profundamente religiosas y con una pasión compartida por la música clásica, habían congeniado bien desde el primer momento. Fabiola también había atendido a Felipe durante la crisis matrimonial que tuvieron sus padres, Alberto y Paola, lo que explica el fuerte vínculo con ella. Pero Su Majestad tuvo a una leal consejera desde que puso pie en el palacio: Machteld Fostier. Se convirtió en 'la reina en la sombra' de Bélgica porque Matilde no toma ninguna decisión sin consultarlo con ella, su mano derecha. Solo la abandonó durante dos años por un trabajo diplomático en Washington.

placeholder La reina Fabiola, junto a Felipe y Matilde de Bélgica en 2006. (Getty)
La reina Fabiola, junto a Felipe y Matilde de Bélgica en 2006. (Getty)

Los reyes Matilde y Felipe tienen cuatro hijos: la princesa heredera Elisabeth (21 años) y los príncipes Gabriel (19 años), Emmanuel (17 años) y Eleonore (14 años). Compagina su papel de madre, su prioridad, según ella, con las múltiples tareas sociales y culturales que le exige su rol de reina. “En casa soy ante todo esposa y madre. Estamos siempre ocupados con los deberes, las clases de deporte y las actividades extraescolares de los niños”, explicó una vez. Aseguró que se organiza su horario de trabajo de tal manera que pueda estar de vuelta a tiempo para pasar la tarde con Gabriel, Emmanuel y Eleonore. Elisabeth se encuentra en Reino Unido estudiando Historia y Política en la Universidad de Oxford.

La agenda de Matilde se reduce en el periodo de exámenes, por ejemplo, puesto que prefiere estar en el castillo de Laeken para supervisar a sus hijos mientras estudian. Una norma que lleva aplicando desde que nacieron los príncipes y princesas, puesto que incluso puso fin a los tiempos en los que había niñeras internas en el palacio. Contaba con la ayuda de una niñera durante el día, pero esta se iba a casa por la noche, excepto si los reyes (o príncipes antes de 2013) tenían un viaje de trabajo al extranjero. “En primer lugar, apoyo a mi marido en su cargo oficial, tanto en Bélgica como en el extranjero. También trato de marcar una diferencia en mi trabajo yo misma, y promover la importancia de la educación a través de Unicef”, afirmó la reina.

El interés por seguir formándose no abandonó a la joven Matilde después de convertirse en princesa heredera de Bélgica. Se graduó en Psicología en la Universidad Católica de Lovaina, y continuó aprendiendo idiomas. Se crio en francés (estudió primaria en Bastoña y secundaria en Bruselas), pero también habla neerlandés, idiomas que domina junto al inglés, el italiano y un español básico. El polaco no es su fuerte, a pesar de ser el idioma nativo de su madre, quien nació en Polonia, pero emigró a Bélgica con sus padres al llegar al poder los comunistas. A la reina también le encanta la música, especialmente tocar el piano, pero también es deportista, le gusta disfrutar de la naturaleza y la literatura.

Primero como princesa y después como reina, Matilde concedió su alta protección a diversas asociaciones que trabajan a favor de los niños y las personas vulnerables, y ocupó el cargo de representante especial de Unicef y ONUSIDA durante varios años. En 2016, y junto al futbolista Lionel Messi y la cantante Shakira, entre otros, fue declarada embajadora de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para reducir el hambre, la pobreza y la desigualdad en todo el mundo para 2030. Y con motivo de su quincuagésimo cumpleaños, para el que no se prevé ningún evento o celebración especial, decidió resaltar la importancia de la salud mental y estuvo dando paseos a pie y en bicicleta entre julio y diciembre en todas las provincias belgas con personas y organizaciones que se preocupan por el bienestar mental.

placeholder Los reyes de los belgas, con sus cuatro hijos. (Reuters/Johanna Geron)
Los reyes de los belgas, con sus cuatro hijos. (Reuters/Johanna Geron)

A la reina Matilde no le gustan nada las entrevistas, y desde que llegó a la familia real ha vigilado estrictamente su vida privada y la de su familia. Pero ha decidido hacer una excepción por sus cincuenta años y se ha dejado seguir durante meses por el canal flamenco VTM. La entrevista en sí se grabó hace un mes en la oficina y el salón de la reina Matilde, en el palacio de Bruselas, pero con varios temas tabú: la política, la vida de sus hijos (adolescentes a los que no les gusta que su madre hable de ellos en la prensa) y la muerte de su hermana (a pesar de que es un tema en línea con su compromiso con el bienestar mental). “Para mí es muy importante tener una vida privada que esté protegida”, dice en esa entrevista, que se emite hoy. La realidad es que, después de casi diez años en el trono, todavía no conocemos a la verdadera Matilde.

Matilde de Bélgica es la reina de las primeras veces para los belgas. La primera monarca nacida y criada dentro de Bélgica. La primera reina belga que se ganaba la vida de forma independiente antes de contraer matrimonio con el príncipe heredero. Es conocida por su discreción y determinación. Y, siendo tan reacia a las entrevistas como se ha mostrado siempre, ha compartido poco de su vida, ni de la logopeda que un día fue, ni del pilar de la monarquía belga que es hoy en día. Este viernes cumple 50 años de una vida en la que ha disfrutado de 26 años de anonimato, antes de convertirse en la reina consorte de los belgas.

Mathilde de Bélgica
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