El collar de inspiración griega y de Bulgari que la infanta Elena llevó en el funeral de Constantino

Son tantos los momentos únicos y anécdotas que nos dejó el funeral de Constantino de Grecia, celebrado el pasado lunes en Atenas, que todavía seguimos encontrando nuevos detalles que en un primer momento nos pasaron desapercibidos. Como el collar que eligió la infanta Elena para asistir al último adiós de su querido tío Tino. Al llegar a la catedral Metropolitana de la capital griega, junto a sus padres, sus hijos, su hermana y sus sobrinos Urdangarin, además de la princesa Irene, Elena llevaba puesta una bufanda, por lo que no se veía qué llevaba en el cuello.

No fue hasta que ya dentro del templo se la quitó cuando pudimos ver qué pieza había elegido la duquesa de Lugo para un acto tan importante a nivel personal. La infanta Elena recuperó de su joyero un collar de la mítica joyería Bulgari, el modelo Monete, que empezó a comercializarse en los años sesenta. De hecho, la reina Sofía también posee un collar de la misma colección y la propia Elena lo tiene desde bien jovencita, habiéndolo lucido en cenas de gala en la década de los ochenta y en la boda del heredero de Wurtemberg.

Tal como cuenta a Vanitatis David Rato, de Spanish Royal Jewels, "el corazón de las creaciones de Monete son monedas que provienen de las civilizaciones de la Antigüedad clásica (Grecia, Roma y Persia). Bulgari tuvo la idea de concederles a dichas monedas una nueva vida, al engarzarlas en magníficas joyas de estilo contemporáneo, realizadas en oro y piedras preciosas". En el caso de la de la infanta Elena, su moneda forma parte de un collar en oro amarillo.

No fue el collar de la infanta Elena la única joya que llamó la atención. Por ejemplo, Ana María de Grecia, viuda del rey, llevaba la misma cruz que vistió en su boda en 1964. Por su parte, doña Letizia colgó de su abrigo negro un broche histórico relacionado con las reinas españolas. Una pieza del lote de pasar que aparece descrita en el testamento de Victoria Eugenia como "un broche con perla grande gris pálido rodeada de brillantes y del cual cuelga una perla en forma de pera". Perteneció a la infanta Isabel y Victoria Eugenia lo lució en numerosas ocasiones, algunas tan importantes como la cena previa a la boda de don Juan Carlos y doña Sofía en Atenas. También ha sido uno de los favoritos de la reina Sofía y ahora parece que lo es de su nuera.

Pero aun hay más. Muchos miembros de la familia real griega, así como los hermanos Urdangarin, se pusieron anillos parecidos. Pablo Urdangarin llevaba un sello, pequeño y de oro, similar al que lució Nicolás de Grecia. También tenían en sus manos anillos simbólicos la reina Sofía, la princesa Irene y algunos miembros de la familia Borbón. El hijo mayor de Constantino de Grecia y su heredero, Pablo, estremeció a los presentes al lucir uno de los anillos más emblemáticos de su padre: un sello con un zafiro en el centro que el rey llevó durante mucho tiempo.

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De todos los Urdangarin, solo Juan lució las manos desnudas. Irene, decíamos, llevaba también una sortija del mismo estilo que la de Pablo, aunque ella en el dedo anular. Miguel, mientras, la tenía en el dedo meñique. La joya se vio mejor en el triste paseo que hicieron hacia el cementerio, y muy especialmente cuando Miguel cogió tiernamente la mano de su madre para darle un beso. En el caso de los Marichalar, Felipe no lucía joya alguna y Victoria Federica sí, varios anillos, entre los que se distinguía un sello. Del mismo modo que los hijos de Pablo de Grecia, como Constantino, que llevaba también un anillo similar al de sus primos segundos.