Felipe Juan Froilán, tras sus polémicas: ¿villano o 'pagafantas'?

No ha sido una semana buena para Felipe Juan Froilán de Marichalar, quien por esos juegos del destino estaba en un local que se convertía en noticia por una denuncia de los vecinos que se quejaban del ruido. En estos casos lo que hace la policía municipal es presentarse en la dirección y mantener los protocolos, que consisten en solicitar los permisos y ver si se cumplen las normas. Resultó que era una especie de sala multiusos de ocio con horario 24 horas, según el comunicado de los propietarios. Lo llamativo era que lo mismo servía como club de intercambio de parejas que como sauna con derecho a música y con un número determinado de clientes dependiendo del día de la semana.

No era discoteca y, por lo tanto, convertirlo en after multitudinario era motivo de apertura de diligencias policiales. "Es lo que se hace siempre y después; si se han cometido ilegalidades, se procede con apertura de denuncia. En este caso el incumplimiento era por el aforo y los avisos telefónicas del vecindario. Ya se habían levantado actas por exceso de ruido en más ocasiones", según informaron desde el ayuntamiento en 'El programa de Ana Rosa'.

También explicaron que ese fin de semana hubo cierres de locales, peleas con arma blanca y detenciones en otros barrios de la capital. Por lo tanto, lo noticiable era que estuviera el sobrino real a esas hora matinales. Este local fue antiguamente el restaurante La Dorada, con camarotes para almuerzos y cenas privadas. Los empleados de aquellos años fueron testigos de clientes infieles que acudían con la amante del momento y buscaban en esos 'camarotes' la intimidad. Seguramente Froilán y los asistentes actuales desconocían esas historias de empresarios potentes con sus amores clandestinos.

La diferencia de la mañana en la que acudió la policía era que dentro se encontraba Felipe Juan Froilán de Marichalar de Borbón divirtiéndose con sus amigos. De nuevo, el hijo de la infanta Elena, cuarto en la sucesión de al trono español, estaba en un lugar donde se daban circunstancias complicadas. Pero ni hubo redada ni tampoco se le pidió el DNI a él personalmente, como se ha dicho. En el atestado lo que figura es la denuncia por superar el aforo y que en el interior se encontraran sustancias ilegales, pero nada que tuviera que ver con Froilán. La cuestión relacionada con el joven es que suele estar en lugares donde se originan situaciones delictivas y poco recomendables.

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Hay que aclarar que el joven no tiene escolta. Cuando cumplió 18 años, igual que su hermana Victoria y sus primos Urdangarin-Borbón, dejaron de ser receptores de este servicio adscrito al del Ministerio del Interior. En su día, los hijos de Felipe González, que eran asiduos a la sala La Riviera, tuvieron también el foco informativo cada vez que salían de noche y volvían de madrugada.

En verano también estaba en el lugar donde hubo un tiroteo en una discoteca de Marbella. Nunca estuvo implicado y hasta que no desalojaron, ni él ni los amigos se enteraron de lo que había sucedido. En otra ocasión hubo un robo en el chalet de una urbanización de lujo de Ibiza. Unos meses antes, había estado en casa de un amigo con su familia en la misma zona pero la vivienda se encontraba muy alejada. Y aún más. En diciembre hubo una reyerta a las puertas de una discoteca en la que Froilán también estaba, pero sin que tuviera que ver en la pelea.

Cuentan que lo que hizo fue ayudar a un amigo suyo que intervino para defender a un chico al que estaba pegando y que era un desconocido para ambos. "El amigo acabó en el hospital y fue Felipe quien lo llevó. Él no tenía nada que ver. Fue valiente”, cuentan. Esta sería una de las versiones donde el nieto preferido de don Juan Carlos habría actuado más como 'pagafantas' que como villano.

La cuestión que se plantea cada vez que el nombre del hijo de la infanta Elena aparece relacionado con un conflicto nocturno es si a sus 24 años debería tener un empleo y no una agenda festiva de lunes a lunes. Terminó sus estudios de Business Internacional en la universidad estadounidense donde también se matriculó su hermana Victoria, pero solo se sabe que hizo sus prácticas en Londres. Se interrumpieron con la pandemia y volvió a España. El chico tiene varios grupos de amigos y va cambiando según estos tengan trabajo y, por lo tanto, horario laboral que no les permite la fiesta continua. Los de la noche son a los que les interesa que el nieto de don Juan Carlos esté en sus locales como atractivo casi turístico y gratis total. Algunos son los que llaman a los paparazzi.

Y aunque parecía que no tenía intención de cambiar de país, dado el carácter cambiante del muchacho, todo era posible. De hecho, finalmente este viernes tomaba un vuelo hacia Abu Dabi. Lo que sí estaba claro es que este último conflicto discotequero no habría tenido mayor repercusión de no haber estado Felipe Juan Froilán de Todos los Santos en el interior del local. Así lo entienden su padres, que en su momento sí marcaron su agenda cuando aún no era mayor de edad. Estuvo interno en un colegio del Reino Unido, después en Sigüenza y luego en Estados Unidos, donde cursó varios años.