Los dos errores consecutivos del príncipe Guillermo que ponen en jaque su popularidad

"El príncipe Guillermo no está teniendo su mejor verano. Desde la Casa Real están metiendo la pata, están cometiendo errores que creíamos bastante superados, ya que los últimos años Buckingham había mostrado un dominio de los medios muy bueno. Esto nos demuestra que el equipo de Carlos III, que es bastante malo a nivel de comunicación, ha tomado ya las riendas. Veremos qué nos depara el futuro". Así nos resume Ana Polo, experta en la familia real británica y autora del libro 'La increíble vida de Isabel II', lo sucedido con el príncipe de Gales estas últimas semanas.

El heredero al trono británico ha encadenado polémicas, y su popularidad se ha visto resentida por ello. Muy criticada fue su decisión de no viajar a Australia para apoyar a la selección femenina en la final del Mundial. Nadie entendió que, como presidente de la Football Association, el príncipe decidiera causar baja en un partido tan importante, en el que finalmente España se impuso a Inglaterra. El asunto se agravó con la comparación que se hizo por la presencia de doña Letizia y la infanta Sofía, quienes sí estuvieron allí apoyando a su equipo.

Los medios nacionales no dudaron en sacarle los colores a Guillermo. La CNN destacaba: "Los críticos dijeron que era inimaginable que se saltara la final si hubiera sido el equipo masculino el que jugara, pero otros apoyaron la ausencia de Guillermo, señalando los costos ambientales de viajar". Por su parte, el 'Daily Mail' elogiaba a la Reina de España, dejando en un mal lugar a su familia real: "La radiante reina de España y su hija, la infanta Sofía, se unen a las bulliciosas celebraciones de su equipo tras la victoria en la final de la Copa del Mundo después de que ningún miembro de la realeza británica apoyara a Inglaterra en Sídney".

De nada sirvió el vídeo que, un día antes de la final, Kensington Palace publicó en redes sociales, en el que aparecía Guillermo junto a la princesa Charlotte animando a las Lionesses. "Siento no poder estar allí", aseguró el príncipe mirando a cámara, con su hija sentada a su lado, aunque no dio explicación a esa ausencia. La aparición de la pequeña en el vídeo provocó que algunos incluso lo acusaran de escudarse en Charlotte para rebajar las críticas.

Una semana después de esa polémica por su ausencia, Guillermo vuelve a estar en boca de todos por una imagen en la que aparece compartiendo coche con el príncipe Andrés. Los príncipes de Gales se encuentran apurando sus vacaciones en el castillo de Balmoral, en Escocia, en el que es el primer verano sin Isabel II. Siguiendo la tradición, este domingo la familia asistía a un servicio religioso en la iglesia de Crathie, una misa a la que el duque de York no quiso faltar.

Andrés llegó al templo en el coche que conducía el futuro rey, sentado en el asiento del copiloto, mientras Kate Middleton ocupaba un lugar en la parte trasera. Como era de esperar, los comentarios en contra de los Gales han copado las redes sociales. Nadie entiende este movimiento por parte de Buckingham Palace, sobre todo después de la semana de críticas que acumula el futuro rey.

Por ello, en Vanitatis hemos consultado a Ana Polo, quien nos habla de ambos temas. "Oficialmente, lo que está diciendo Buckingham es que Guillermo no podía ir al partido porque Carlos III no ha visitado todavía Australia como rey, con lo cual tiene que ser el monarca el primero que vaya. Son esas cosas de protocolo que en el siglo XXI no se entienden", explica, además, añadiendo que, por ejemplo, la princesa Ana visitó Nueva Zelanda a principios de año sin que su hermano hubiera estado allí antes como monarca y no hubo problemas, por lo que suena más a excusa.

Viejos fantasmas

"La ausencia del príncipe de Gales en el Mundial ha reforzado la imagen que había superado en los últimos años con el tema de Harry y Meghan, y es la de ser un poco vago. La prensa lo llegó a acusar de hacer pocas cosas", recuerda Ana Polo, en referencia a la palabra con la que normalmente lo describían, 'workshy': "Incluso tuvo que dar una entrevista a la BBC, justificándose, explicando que su abuela le había dicho que, como todavía era el segundo en la línea de sucesión, no pasaba nada. Pero tenía el sambenito de que hacía lo justo y lo mínimo necesario. Después, con el Megxit, esa imagen se desvaneció un poco; sin embargo, ahora con lo del Mundial se ha reavivado".

En cuanto al episodio con Andrés, Polo asegura que ha sorprendido muchísimo: "Guillermo fue el principal responsable de que a su tío le retiraran los títulos. Fue una decisión que sorprendió bastante; es el castigo máximo que se le puede hacer un royal y fue el príncipe de Gales el que más luchó para que eso pasara, para que se le apartase. En mi opinión, esta imagen se debe a una estrategia de Buckingham. Están desesperados para que se normalice y cada vez que aparezca Andrés no se hable de los presuntos abusos sexuales a una menor".

Continúa: "Andrés ha sido acusado de una cosa gravísima. Se sabe que la propia reina Isabel antes de morir, aunque fue ella quien lo apartó, intentó que fuera un miembro más de la familia real. Cuando fue la misa en recuerdo al duque de Edimburgo, la persona que acompañó a la soberana dentro de la abadía de Westminster fue Andrés. La intención de la Casa Real es que la gente se olvide del tema del duque de York o al menos que se normalice su presencia, porque aunque no tiene actos públicos ya, sí asiste a los familiares. Y ahora que va a cumplirse un año de la muerte de Isabel II y se celebrarán varios eventos, habrá que invitarlo sí o sí, porque no deja de ser su hijo, además su hijo favorito".

"No creo que sea una foto fortuita -añade Ana Polo-. Es una foto que demuestra que siguen cabreados con él, pero que a nivel familiar no les queda otro remedio que aceptarlo y lo aceptan en el lugar más familiar para ellos que es Balmoral. Sin embargo, esto puedo dañar mucho a la familia real. Yo creo que es una estrategia que les va a salir mal porque, insisto, de lo que se le acusó es un tema gravísimo, que no se supera con unas simples fotos yendo a la iglesia".

La credibilidad, en duda

También Noelia Capapé, consultora de comunicación en La Base, nos analiza el momento que atraviesa el futuro rey: "Si algo ha caracterizado a la familia real británica ha sido la coherencia, sobre todo durante el reinado de Isabel II. Se seguía una hoja de ruta muy clara; sin embargo, últimamente la vemos desdibujada. Nos quieren lanzar un mensaje, pero luego se materializa otro. Lo vimos con su no asistencia a la final del Mundial y ahora con Andrés. Cuando hay una incoherencia a nivel estratégico con nuestras acciones respecto a lo que queremos mostrar puede causar un problema grave, y es que perdemos la credibilidad y la confianza de la ciudadanía. Es muy difícil de lograr y muy fácil de perder".

"Al final -continúa-, estos dos sucesos a quien más perjudican es al heredero. Lo que deben hacer es ser coherentes, pensar qué es lo que quieren transmitir y hacer también autocrítica, qué es lo que se ha hecho y qué es lo que se puede mejorar".