Pippa Middleton consigue su último capricho: una piscina semiolímpica en su finca de más de 17 millones de euros

La hermana menor de la princesa de Gales, Pippa Middleton, está de enhorabuena, tras haber conseguido superar toda la maraña de regulaciones urbanísticas que requiere su último capricho: una nueva piscina XXL en la finca que ella y su marido, James Matthews, adquirieron el año pasado por cerca de 17 millones y medio de euros.

Como cualquier ciudadano que quiere hacer reformas en su casa, Pippa Middleton tuvo que pedir una licencia para la construcción de su nueva piscina, que medirá aproximadamente 25 metros de largo por 6 de ancho (lo que se considera una piscina semiolímpica), un tamaño muy superior al de las piscinas de las viviendas unifamiliares estándar. De hecho, los polideportivos de Newbury y Hungerford, los más cercanos a la residencia de los Matthews, tienen piscinas de estas dimensiones.

El lugar donde Pippa Middleton quería construir su gran piscina (en vez de ampliar la piscina con la que ya cuenta la finca) fue uno de los motivos que dificultaron el proceso de obtención de la licencia, que la hermana de Kate Middleton tuvo que solicitar hasta siete veces. En su caso, a la séptima va la vencida, y ya tiene aprobado su proyecto por la junta municipal, a pesar de las repetidas negativas de la junta de urbanismo del condado de Berkshire.

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El motivo de las repetidas negativas de los responsables de otorgar la licencia fue el deseo de Pippa Middleton de ubicar su piscina en lo que hasta el momento era ‘un magnífico huerto’, según informa el ‘Daily Mail’, lo que por un lado suponía “un cese del uso hortícola en favor del uso recreativo/de ocio”, y por otra parte, la posible pérdida de una “construcción histórica de una de las paredes del huerto durante las obras”, que podría verse dañada en el proceso.

Hay que tener en cuenta que la casa solariega que se alza en la finca que adquirió el año pasado el matrimonio data del siglo XVII, y según alegaba la arqueóloga del consejo de urbanismo, Sarah Orr, está muy próxima a varios yacimientos de la Edad de Piedra (algunos, a menos de 400 m), por lo que la construcción de la piscina “podría tener un impacto en los depósitos arqueológicos”.

Sin embargo, y tras los muchos intentos de Pippa Middleton, la junta de urbanismo accedió a conceder la licencia siempre que se excavaran pozos de sondeo en determinados lugares propuestos, para asegurar que la piscina no afectaría a los restos arqueológicos. Además, por el momento, ni la piscina ni la cancha de tenis adyacente que Pippa Middleton quiere construir podrán contar con iluminación exterior, al menos, hasta que se presente ante el ayuntamiento de la localidad un proyecto específico y este lo apruebe.