El trabajo 24/7 de Froilán en la cumbre del clima de Dubái: acompañante de delegados

Han sido unos días de mucho movimiento en Dubái: decenas de delegaciones procedentes de todo el mundo, tanto gubernamentales como empresariales y sociales, han acudido a la cumbre del clima, la COP28. Y Felipe Froilán de Marichalar se ha dedicado en los días que se ha celebrado la cita a la logística, es decir, a acompañar a miembros de diferentes delegaciones de un sitio a otro.

Hoteles, stands, salas de conferencias, sedes de empresas, edificios gubernamentales… Ha sido intenso y todavía queda trabajo por hacer.

Con todo, no hemos visto ni una sola imagen del hijo de la infanta Elena en la cumbre. No hay fotografías, ni siquiera se ha informado sobre lo que hacía, y todo se debe, según indican fuentes familiares a Vanitatis, a la dificultad que hay para lograr datos o cualquier detalle en Emiratos Árabes.

Hermetismo

“Solo hay que fijarse en lo que se ha publicado sobre las diferentes reuniones que se han ido celebrando en esta cita mundial, mucho menos que en otros encuentros, porque el hermetismo que rodea a este país se ha trasladado también a la organización de la COP28”, advierten.

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Cuando preguntamos por el trabajo que ha realizado el hijo de la Infanta estos días en la cita, las mismas fuentes insisten en que ha sido intenso, que el joven se ha trasladado estos días de Abu Dabi, donde vive, a Dubái para poder dedicarle todo el tiempo al trabajo. Ha sido un plan laboral de 24/7: encargado de acompañar a miembros de diferentes delegaciones, algunos destacados dirigentes de organizaciones mundiales y hasta de gobiernos.

Dentro de la organización había oficiales que se encargaban de trasladar a los grupos y a miembros de las delegaciones que han viajado hasta Emiratos para la cita mundial y entre estos oficiales se encontraba Froilán. Quienes le conocen señalan que esta reunión internacional le ha servido para desplegar la educación que ha recibido a lo largo de su vida y ha demostrado, añaden, que puede tratar con altos cargos, porque sabe de protocolo, algo que ha mamado desde la cuna.

Con otros españoles

Hasta Emiratos ha viajado una delegación gubernamental de nuestro país encabezada por una ministra, pero en este caso, Felipe Froilán no ha sido quien les ha hecho de acompañante. Eso sí, ha estado con otras delegaciones españolas. En su equipo, sin embargo, hay jóvenes de todas partes del mundo; el nieto de doña Sofía vive rodeado de un ambiente internacional y él no pidió en ningún momento encargarse de las delegaciones españolas.

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Como su nivel de inglés es bueno, también ha podido asistir a otros grupos con enviados a la cumbre de diversas partes del mundo, que es básicamente lo que ha sido su trabajo durante estos días: el de la logística, la organización de personas. Y si tenemos en cuenta que a la COP28 han asistido miles de personas, la cuenta es sencilla.

Una vez terminada de forma oficial la reunión (aunque queda la prórroga), quedan muchos flecos por cerrar, muchos papeles y documentos por firmar, además de muchas decisiones que tomar. Según nos informan, la intención de Emiratos es lograr una oficina permanente de la organización en el país, algo que facilitaría a Felipe Froilán quedarse allí, quién sabe si durante años. A él le apetece, por ahora, no volver a España, pues ahora vive tranquilo y alejado de los medios que últimamente se habían convertido en un calvario para él.

Mantener su perfil bajo

Así que cuando preguntamos si podemos tener alguna fotografía del sobrino del Rey en su trabajo emiratí, o si podemos tener algún detalle mucho más concreto del trabajo que ha estado realizando, desde su entorno directo señalan que los miembros de la organización no se sienten cómodos mostrando fotografías o lugares específicos del país. Y sobre todo, el propio Felipe, consciente de ese hermetismo y feliz con su tranquilidad en la distancia que le proporciona vivir fuera de nuestro país, tampoco se siente a gusto si aparece más de lo que desea en los medios.

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“Prefiere seguir así, lejos y en la distancia, en un lugar en el que nadie le conoce ni le da importancia”, declaran las mismas fuentes. Es la tónica que sigue la mayor parte de los miembros de la familia del Rey, que no la familia real: ponerse en un segundo plano, cansados de las críticas y de las interpretaciones que se hacen de cada uno de sus comentarios y sus actos.

En este grupo quien pisa más fuerte es Froilán, quien junto a su abuelo disfruta del ‘exilio dorado’. Se fue empujado por su familia, especialmente por el rey Juan Carlos, quien le invitó a irse con él al país árabe, consciente de que necesitaba un cambio en su vida. Parece que lo ha conseguido, está muy satisfecho con la vida que lleva allí y estos días de intenso trabajo le han servido para darse cuenta de que puede dar mucho más de lo que estaba dando.