Las sorprendentes revelaciones de la princesa Ana sobre las últimas voluntades de Isabel II

Con su característico sentido del deber hasta el último momento, a la reina Isabel II le preocupaba que su muerte en el castillo de Balmoral hubiera causado demasiadas dificultades para su familia. Esta ha sido una de las sorprendentes revelaciones que ha realizado su hija, la princesa Ana, en un documental de la BBC titulado 'Carlos III: el año de la coronación', centrado en el acceso de su hermano al trono y los meses previos al gran evento celebrado en la abadía de Westminster.

A la difunta reina, que falleció el 8 de septiembre de 2022, le encantaba pasar largas temporadas en su finca escocesa y acudía allí año tras año para alejarse de su papel público y pasar tiempo en privado junto a su familia. Ahora la princesa Ana, que estuvo con su madre en los días y horas previos a su muerte, ha hablado sobre los quebraderos de cabeza de la monarca relativos a su adiós definitivo y dónde podría estar cuando ello ocurriera.

La princesa reveló frente a las cámaras que los Windsor la instaron a dejar a un lado esas preocupaciones. "Creo que hubo un momento en el que pensó que sería más difícil si moría en Balmoral", confesó Ana sobre su madre. Los planes para la muerte del ocupante del trono británico, conocidos como Operación Puente de Londres, son mucho más complejos cuando el rey o la reina fallecen en Escocia y, en el caso de la difunta Isabel II, eso implicó un largo viaje en coche hasta Edimburgo, un descanso en la capital escocesa y un vuelo de la RAF hasta la capital.

"Intentamos convencerla de que [la ubicación] no debía formar parte del proceso de toma de decisiones. Espero que al final pensara que era lo correcto, porque creo que así fue". La única hija de la longeva monarca es una de las apariciones más destacadas en este nuevo documental que se emitirá en Inglaterra durante las vacaciones de Navidad.

A través de sus palabras conocemos también que en aquel momento se alojaba en la finca de la reina en Aberdeenshire y debía dirigirse al sur cuando su madre cayó gravemente enferma. "En mi caso, fue pura casualidad que yo estuviera allí", asegura. Y el día del funeral, cuando el féretro llegó a su última morada en la capilla de San Jorge de Windsor, la princesa habla de lo que sintió cuando la Corona Imperial de Estado fue retirada del ataúd. "Tuve una extraña sensación de alivio: ya está, se acabó. Esa responsabilidad se traslada".

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R. R.

Sobre ver a su hermano convertido en rey, la princesa afirma que "no estoy segura de que nadie pueda prepararse realmente para ese tipo de cambio. Al menos, no fácilmente. Y entonces se produce el cambio y dices: 'Vale, ahora tengo que ponerme manos a la obra'. La monarquía es un trabajo de 365 días al año y no se detiene porque se cambie de monarca, por la razón que sea".

Los creadores del documental tuvieron acceso a los preparativos de la coronación en mayo, incluidos los ensayos en el palacio de Buckingham. En el salón de baile del palacio se había montado un escenario provisional que reproducía la abadía de Westminster, para que los distintos participantes, incluidos los reyes, otros miembros de la familia real y el clero, pudieran ensayar sus papeles para la histórica ocasión.

En uno de los ensayos, vemos al príncipe Guillermo besar en la mejilla equivocada a su padre y también cuando la reina Camila se pone por primera vez la túnica y sus pajes no consiguen seguir su ritmo al caminar. "¡Chicos, me la estáis quitando!", bromea esta entonces. La princesa Ana, su cuñada, también aparece hablando sobre ella, asegurando que "la comprensión de su papel y de la diferencia que supone para el rey ha sido absolutamente excepcional".

"Este papel no es algo que para ella sea natural, pero lo hace realmente bien y proporciona ese cambio de velocidad y tono, que es igualmente importante", dice la princesa Ana a cámara.

Durante otro divertido momento de los ensayos, el príncipe de Gales le dice a su padre que está preocupado por su trabajo de abrochar la capa alrededor del rey y Carlos bromea entonces diciendo: "¡Al menos no tienes dedos de salchicha como los míos!".

La hermana de la reina Camila, que estuvo a su lado durante toda la ceremonia, habla también durante el documental y recuerda haber visto la coronación de la difunta reina en 1953 "en una pequeña televisión en blanco y negro". Annabel fue grabada saludando a Camila cuando abandonaba el palacio de Buckingham para asistir al servicio religioso en Westminster mientras no podía evitar derramar unas lágrimas. "Ahí va esa carroza dorada con mi hermana dentro. No puedo explicar la sensación porque es tan surrealista y esto no puede estar pasando. Sí, fue todo un momentazo", declara.