Hablamos con la infanta Elena: "Tuve un esguince al bajar del caballo"

Desde hace años, la infanta Elena es una de las protagonistas de cualquier evento taurino. Este jueves era la peña Las Meninas de España, compuesta por treinta y dos mujeres que provienen de diversos ámbitos profesionales y presidida por la doctora Mari Ángeles Grajal, quien organizaba sus quintos premios anuales. Una cita a la que la hija de Juan Carlos I no pudo faltar.

Fue durante su primera edición, cuando la primogénita Borbón Grecia fue nombrada Menina de Honor. Pese a que no pudo quedarse a cenar, sí que participó en el cóctel previo a la entrega de reconocimientos. La duquesa de Lugo se convirtió en hilo conductor entre el mundo taurino y don Juan Carlos y, como era de esperar, tuvo palabras para contar cómo se encontraban tanto su padre como su hijo Froilán en Abu Dabi. Unos premios en los que a veces es la Infanta la titular y, en otras ocasiones, ella los recibe en nombre del Rey emérito.

En torno a las ocho y media de la tarde, como estaba previsto, doña Elena llegó al acto de entrega de premios Las Meninas de España. Escogió una elegante blazer en color anaranjado oscuro y con blusa blanca por debajo. La complementó con pendientes de aros en dos tonalidades, un largo collar de abalorios y perlas, otro más corto con dos medallas y broche con forma de mariposa confeccionada con perlas. Además, utilizó un bolso de mano con figuras geométricas en blanco y negro.

Para sorpresa de los allí presentes, la hermana del rey Felipe VI acudió con un pie ortopédico. Vanitatis pudo hablar con ella en exclusiva y preguntarle el motivo del percance. “El accidente fue de la manera más tonta. Al desmontar del caballo me enganché el pie y tuve el esguince, pero ya puedo apoyarlo”, expresó. No fue el único contratiempo de la Infanta. Asimismo, detalló que la habían operado de cataratas. Fue solamente de un ojo y sin ningún tipo de gravedad. “Todo bien. Los años pasan por todos”, comentó con humor.

Como es habitual, no evitó tampoco hablar de su padre, don Juan Carlos. En esta ocasión, adelantó que pronto volverá a Sanxenxo para las próximas regatas celebradas a finales de marzo. “Se encuentra muy bien y en plena forma para su edad. Con Felipe han formado un buen equipo. Suelen comer varias veces por semana”, transmitió a Vanitatis. Unas palabras que confirman, una vez más, la buena sintonía entre nieto y abuelo. Con respecto a su hijo, relató que está contenta de cómo ha encauzado su vida en Abu Dabi y aseguraba que por ahora no hay cambio de planes. “Está aprendiendo mucho”, expresó ante los rumores sobre un traslado de vuelta a Madrid, y que confirma la información en exclusiva que publicó Vanitatis el pasado viernes.

Una afición que compartió con su abuela, la condesa de Barcelona. Cuando aún vivía doña María, la infanta Elena era su compañera en el palco de las plazas de toros. La madre del rey Juan Carlos era una gran aficionada y seguidora de Curro Romero, por lo que no se perdía ninguna de sus faenas tanto en Las Ventas como en la Maestranza. La nieta y sus hijos, Froilán y Victoria, han seguido la tradición taurina y, antes de que don Juan Carlos se instalara en Abu Dabi, era habitual ver a los cuatro en los tendidos. El palco real dejó de utilizarse en Las Ventas y solo se abre en la corrida de la Beneficencia, a la que doña Elena ha acudido durante los últimos años.

Cuentan los que tratan directamente con don Juan Carlos que una de las cosas que echa de menos es precisamente no poder mantener su afición taurina y acudir a Las Ventas o a cualquier otra plaza importante. La infanta Elena se ha convertido en sus ojos y su voz. Dicen que más de una vez le ha retransmitido las faenas en directo y los mensajes que le mandan los toreros. El año pasado, la primogénita fue la encargada de comunicarle el transmitido por Manuel Díaz. En un acto solidario, la Infanta se encontró con el torero, que no tuvo reparo en decirle a la aficionada real lo siguiente: "Majestad, dígale a su padre que ya me junto con el mío”. Hacía poco tiempo que por fin Manuel Benítez y él habían protagonizado un encuentro público después de 54 años de incomprensión por parte del padre.

En esta edición, los premiados han sido Fernando Sánchez, como mejor banderillero; Pedro Trapote, como gran aficionado; Fernando Lozano, Fernando Robleño, Victoriano Martín, Jose Ignacio Úbeda Leal, Santiago Domecq, Fernando Adrián, Emilo de Justo y Maximino Martínez. Este último, empresario, es el que organiza todos los años en Illescas, coincidiendo con la Feria del Milagro, el gran cartel taurino. Consigue que personajes del mundo social acudan a la plaza. Hubo varios años, mientras duró la relación, que eran fijos Vargas Llosa e Isabel Preysler.