Froilán celebra su 26 cumpleaños en España, en privado y con la familia

Este miércoles, Felipe Juan Froilán cumple veintiséis años con una agenda muy diferente. Según ha podido saber Vanitatis, el joven lo celebrará con algunos miembros de su familia más directa en Madrid. Nada que ver con otros aniversarios más fiesteros, aunque dado que permanecerá unos días en la capital, es posible que haya alguna celebración más con amigos que dé lugar a imágenes en los medios de comunicación.

Según ha podido saber este medio, Froilán no tiene intención de instalarse en España y quiere seguir un tiempo más en Abu Dabi. Una vez finalizada la Cumbre del Clima y rematados los flecos, Froilán se incorporará en breve a otra empresa una vez superadas las entrevistas con los responsables de Recursos Humanos correspondientes.

Su agenda de ocio también va a variar este verano. Como el resto de jóvenes que se incorporan a un nuevo destino laboral, el hijo de la infanta Elena tendrá los días de descanso que le correspondan. Será entonces cuando se reencuentre con sus amigos y con el circuito de playa y chiringuitos habituales. Nada diferente al resto de jóvenes de su edad.

26 años muy intensos

El 17 de julio de 1998 llegaba al mundo Felipe Juan Froilán de Todos los Santos en la clínica Ruber. Un parto largo de casi veinte horas que provocó que, finalmente, se le practicase a la madre una cesárea. Hubo varias anécdotas que siguen formando parte de la memoria colectiva. La primera, cuando apareció el padre de la criatura, Jaime de Marichalar, explicando lo feliz que estaba toda la familia. Al preguntarle a quién se parecía, el entonces duque de Lugo respondió: “Es idéntico a su madre, el pobre”. Una contestación que pasó a la hemeroteca en esa primera rueda de prensa en la que Froilán se convertía en el primer nieto real.

La segunda anécdota tuvo a la infanta Elena como protagonista. Una vez recuperada y al presentar a su hijo a la prensa contó lo que le había prometido a don Juan Carlos. “Le prometí que no le haría abuelo antes de los sesenta y así ha sido”. Y la tercera fue cuando el bebe recibió el sacramento del bautismo. Ese día se supo que también recibiría el nombre de Froilán, patrono de Lugo, que era el título que recibió como regalo la infanta Elena al casarse.

Y a pesar de que en su casa y entre sus amigos le llaman Felipe o Pipe, con Froilán se quedó. Sigue siendo el apelativo con el que la prensa se refiere al nieto preferido de don Juan Carlos. Es un hecho que desde pequeño ha mantenido una relación muy estrecha con el abuelo rey y mucho más desde que ambos viven en Los Emiratos. Suelen verse para almorzar o cenar, dependiendo de las obligaciones y agenda de cada uno.

Froilán terminó sus estudios superiores de administración de empresas y marketing en la universidad americana en Madrid. Una vez que, recomendado por su familia, buscó trabajo fuera de España el primer pensamiento fue Londres donde había hecho prácticas que se interrumpieron por el Covid. Regresó a España y, durante un tiempo, sus salidas nocturnas se convirtieron en titulares de prensa. En realidad, el problema que tuvo era estar en el lugar y a la hora inadecuada cuando se daban situaciones polémicas.

El siguiente paso fue trasladarse a Abu Dabi, donde vivía don Juan Carlos y trabaja en la preparación de la Cumbre del Clima junto a otros jóvenes juniors. Esa estancia es la que ha marcado su propia agenda emocional y laboral. Cesaron las noticias en las que por H o por B aparecía su nombre y se centró en su trabajo. Viajaba a España cuando tenía días libres. Una de las últimas veces que se le vio en un acto familiar fue en el 60 cumpleaños de la infanta Elena.

Cuando llegaba o se marchaba de Madrid bromeaba con los reporteros en el aeropuerto con sentido del humor. A pesar de algunas informaciones negativas que aseguraban que sus escoltas habían tenido problemas con la prensa la realidad era muy diferente. El sobrino mayor de Felipe VI no tiene ese tipo de seguridad desde que cumplió su mayoría de edad. Y por lo tanto no era posible que tuviesen lugar ese tipo de desencuentros.