Los hermanos Gómez-Acebo: un año de despedidas y mirada hacia el futuro
En apenas seis meses, Simoneta, Bruno y Beltrán han visto como fallecían Juan y Fernando. Dos duras despedidas tras las que los tres hermanos tienen que continuar sus vidas, centrados principalmente en sus familias
Hasta ahora, los años de 1991 y 2020 eran recordados como malditos para los hermanos Gómez-Acebo, ya que fue cuando tuvieron que enterrar, primero a su padre, Luis, y después, a su madre, la infanta Pilar. Pero este 2024 ha sido más duro aún. Un año de despedidas y en el que toca, sin más remedio, mirar hacia el futuro.
Porque Beltrán, Simoneta y Bruno han visto cómo sus dos hermanos, Juan y Fernando, fallecían con apenas seis meses de diferencia. Unas pérdidas que no serían fáciles de asimilar en ninguna familia, por mucho que los problemas de salud de uno y otro ya vinieran avisando desde hacía un tiempo.
De hecho, cuando falleció la infanta Pilar, una fuente del entorno familiar confesó a Vanitatis que Fernando no estaba demasiado bien. Siempre había arrastrado problemas respiratorios y su adicción al tabaco no los favorecía, precisamente. Era el que más tiempo pasaba con su madre, por lo que, aunque a todos les afectó mucho su muerte, fue el que peor lo pasó por la cercanía que tenía con ella y la protección incondicional que siempre le había dado su progenitora.
En estos años, Fernando ha mantenido un perfil muy bajo, dedicado a su familia y sus negocios, sin titulares escandalosos. Sí protagonizó, de forma totalmente involuntaria, un reportaje exclusivo en Vanitatis, cuando los paparazzi le sorprendieron muy bien acompañado, besándose en plena calle con una mujer anónima, que lo sigue siendo a día de hoy.
Pero, aunque su salud no era todo lo buena que se podía esperar, pocos esperaban un final tan repentino. Fernando, Coco para la familia, fallecía el 1 de marzo de este año. Y la historia se repetía. Tras su fallecimiento, llegaban a Vanitatis algunas informaciones que nos aseguraban que el estado de salud de su hermano Juan, el mayor de los hijos varones de la infanta Pilar, era bastante delicado.
La noticia llegaba apenas seis meses después de la muerte del hijo pequeño de la infanta Pilar. La tragedia se cebaba con la familia y el pasado lunes Simoneta, Bruno y Beltrán tenían que despedir a otro de sus hermanos. Juan fallecía el pasado lunes en Mallorca, escenario de los veranos y las vacaciones más felices del clan.
Juan era, sin duda, el menos mediático de los hermanos Gómez-Acebo y también considerado el más bohemio, principalmente por su amor por la pintura, que compartía en sus redes sociales.
Siempre vivió alejado de los medios, a diferencia de su hermano pequeño, que sí protagonizó algunas exclusivas pagadas relacionadas con sus matrimonios, primero con Mónica Martín-Luque y después con la griega Nadia Halamandari, que se convertiría poco después de la boda en la madre de su único hijo, Nicolás.
Lo que sí tenían en común era el vínculo familiar. Los Gómez-Acebo eran hermanos muy unidos y, cuando vivía la infanta Pilar, las visitas a la casa de Puerta de Hierro eran constantes. Navidades, el santo de la matriarca... cualquier excusa era buena para juntarse y probar alguno de los platos de la duquesa de Badajoz, que también agasajaba a su hermano, el rey Juan Carlos, con frecuencia, poniéndose a los fogones ella misma.
Como en el caso de Fernando, el funeral de Juan tendrá que esperar. El pasado marzo, Simoneta tenía previsto un viaje a India. Tuvo que posponerlo unos días, pero no quiso cancelarlo, consciente de que unos días lejos y arropada por amigos muy queridos le vendrían muy bien para digerir el fallecimiento de su hermano pequeño. Este viaje unido a los planes que el rey Juan Carlos tenía para venir a España en abril hizo que no hubiera duda con la fecha.
Ahora, la época estival y las vacaciones de muchos de los allegados de Juan han hecho que el funeral se retrase a septiembre. De nuevo, también han tenido mucho peso a la hora de elegir la fecha los planes del Rey emérito, que expresó su deseo de poder estar presente y tiene prevista una visita a nuestro país en pocas semanas.
Será un nuevo encuentro de don Juan Carlos con sus sobrinos, un momento agridulce, puesto que el motivo para la reunión familiar es triste, pero siempre ha quedado patente la adoración que tiene el exmonarca por sus sobrinos y que, además, es mutua.
La despedida de Juan Gómez-Acebo, prevista en Madrid, servirá también para que don Felipe y doña Letizia, que no pudieron volver a Mallorca, presenten sus respetos a los tres hermanos por segunda vez, en un año de despedidas que nunca hubieran querido vivir.
Con la muerte de Juan aún muy reciente, toca mirar hacia el futuro. Toca arropar mucho a los dos Nicolás de la familia, los respectivos hijos de Juan y Fernando, para los que, curiosamente, eligieron el mismo nombre. Toca unirse más aún y centrarse en sus trabajos, Simoneta como parte de la Fundación Miquelangelo, Beltrán con su empresa, Vertical Real Estate, de la que es socio fundador, y Bruno, como vicepresidente de Boreal Capital Magament.
Los tres hijos que tienen cada uno de los tres hermanos Gómez-Acebo han sido también apoyo para estos seis meses en los que han tenido que vivir estas dos pérdidas familiares. Ya no son niños y han arropado a sus padres como los que más. Sus nietos, once en total, siempre fueron orgullo para la infanta Pilar, y en estas circunstancias, lo hubieran sido aún más.
Hasta ahora, los años de 1991 y 2020 eran recordados como malditos para los hermanos Gómez-Acebo, ya que fue cuando tuvieron que enterrar, primero a su padre, Luis, y después, a su madre, la infanta Pilar. Pero este 2024 ha sido más duro aún. Un año de despedidas y en el que toca, sin más remedio, mirar hacia el futuro.
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