El rey Felipe VI y la reina Letizia, de luto en el Premio Cervantes: la decisión in extremis del galardonado y sin tuna

La entrega del Premio Cervantes de este año ha estado marcada por la muerte del Papa Francisco. En señal de respeto por Su Santidad se han hecho algunos cambios, como por ejemplo que el Rey no ha recibido los honores militares que le suelen entregar a su llegada a la Universidad de Alcalá. Esta ceremonia tiene una etiqueta de vestimenta muy clara: chaqué para los hombres y vestido corto para las mujeres. Un código de vestimenta que don Felipe y doña Letizia han seguido, pero respetando el luto nacional, es decir, vestidos de negro.

En esta edición el Premio Cervantes reconoce la labor del escritor español Álvaro Pombo, quien hasta última hora no tenía claro si asistiría a la ceremonia por su delicada salud. Este martes no estuvo presente en el almuerzo ofrecido al mundo de las letras en el Palacio Real de Madrid. El propio Rey lo recordó en su discurso: "Hoy no podemos disfrutar de su presencia y compañía, en la esperanza de poderlo hacer mañana en Alcalá".

"Pero aún echándole de menos le sentimos muy cerca; y desde aquí le quiero decir: querido Álvaro, con este premio no solo te damos las gracias por lo mucho que aprendemos y disfrutamos con tu literatura; sino que reconocemos, y nos reconocemos, en una voz y en una mirada singular", continuaba Su Majestad.

Y el deseo del Rey se ha hecho realidad, pues Álvaro Pombo, de 85 años, sí ha acudido finalmente este miércoles al paraninfo de la Universidad de Alcalá, donde el monarca le ha hecho entrega del galardón, el más importante de la literatura española, ante la presencia de autoridades como el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, todos vestidos de luto.

De Pombo el jurado del Cervantes destaca “su extraordinaria personalidad creadora, su lírica singular y su original narración A su notabilísimo nivel como poeta y ensayista, se une el ser uno de los grandes novelistas de nuestra lengua que indaga en la condición humana desde las perspectivas afectivas de unos sentimientos profundos y contradictorios”.

Además, el jurado ha señalado que, en sus creaciones, “muestra el mundo a través de la construcción de un lenguaje en el que las deformaciones de la realidad aparecen reflejadas bajo el disfraz de la ironía y del humor".

Como mencionábamos, la ceremonia ha tenido un semblante serio debido a los tres días de luto declarados por el gobierno. Una de las imágenes que siempre nos deja el Cervantes es el de la tuna cantándole a los Reyes al terminar el acto. Algo que se ha suprimido debido a las actuales circunstancias.