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La fastuosa colección de tiaras de la reina Saleha de Brunéi, la consorte más longeva del mundo: rubíes, diamantes y exclusividad
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La fastuosa colección de tiaras de la reina Saleha de Brunéi, la consorte más longeva del mundo: rubíes, diamantes y exclusividad

Nos adentramos hoy en uno de los joyeros más ostentosos de las monarquías. Para la reina consorte de Brunéi, Saleha, las piedras preciosas de tamaño pequeño no existen

Foto: La reina Saleha de Brunéi junto al sultán, en la coronación del último rey de Malasia. (EFE)
La reina Saleha de Brunéi junto al sultán, en la coronación del último rey de Malasia. (EFE)

La reina Saleha de Brunéi puede presumir de varias cosas. Por ejemplo, de ser la única esposa del sultán de la que no se ha divorciado. También de ser la consorte más longeva del mundo, acompañando a su marido en el trono nada menos que durante 58 años. Pero sobre todo puede presumir de joyero. Porque sus tiaras no tienen otro adjetivo que fastuosas. Aquí el tamaño y la exclusividad sí que importan: cuanto más grandes y llamativas, mejor.

Encontramos diamantes de distintos calibres, algunos exageradamente grandes. Y también algunas piedras preciosas, más allá de los rubíes y las esmeraldas que componen sus dos tiaras más reconocibles, consideradas raras. Estamos hablando de diamantes con color, una variedad bastante poco común dentro de la gemología.

Además, las tiaras y joyas en general de la familia real de Brunéi tienen una particularidad. Todas las piezas se han creado de forma específica para sus miembros, ya que existe una especie de 'regla' por la que se niegan a utilizar tiaras o joyas que hayan sido usadas por otras personas. Esto las diferencia de otras casas reales, en las que encontramos piezas propias de la familia, pero también con otro origen, incluso a veces desconocido.

placeholder La princesa Raabi'atul, esposa del tercer hijo de la reina Saleha y el sultán de Bunei, durante su boda. (Reuters)
La princesa Pengiran, esposa del tercer hijo de la reina Saleha y el sultán de Bunei, durante su boda. (Reuters)

Una de las tiaras más espectaculares y que más utiliza la reina Saleha es la de rubíes, con uno talla cabujón en el centro y otros facetados de menor tamaño. Todos ellos van montados sobre una estructura con incontables diamantes. Comenzó a utilizarla en la década de los 2000, aunque la imagen más reciente que hay de esta ostentosa tiara es del 2015, ya que se la prestó a su nuera Raabi'atul para el banquete nupcial tras su boda con el príncipe Abdul Malik, tercer hijo del sultán de Brunéi.

De la misma forma, también otras novias de la familia real han lucido piezas del histórico joyero, ya que algunas no son de exclusiva propiedad de Saleha, sino del patrimonio del sultán. El último ejemplo es de enero de 2024, cuando tuvo lugar la boda del príncipe Mateen, el décimo hijo del sultán y fruto de su segundo matrimonio, con la joven Anisha, que ha acaparado numerosos titulares por su belleza y elegancia.

Fueron varios días de festejos, con la ceremonia nupcial y el banquete, al día siguiente, como platos fuertes. Para el primero, Anisha llevó una tiara que había sido creada un año antes para las dos bodas previstas en la familia en los siguientes meses. Una, la de la propia Anisha con Mateen y la anterior, la de la hermana del príncipe, Azemah, como él, hija de la segunda esposa del sultán, de la que se acabó divorciando.

placeholder Anisha de Brunéi, en su boda con el príncipe Mateen. (EFE)
Anisha de Brunéi, en su boda con el príncipe Mateen. (EFE)

Esta tiara es la llamada de diamantes con flores de Brunéi y está elaborada íntegramente en oro blanco de 18 quilates y adornada con 838 diamantes. Como tantas otras joyas de la familia, está creada por el joyero de Singapur Flower Diamond.

Y es en el banquete nupcial la ocasión en la que Anisha, con un look nupcial tan fiel a las costumbres y vestimentas del reino de Brunéi como el primero, pudo lucir una tiara del patrimonio familiar, aunque no sea técnicamente nuera de Saleha, que dispone de ellas con total libertad. Anisha eligió la tiara del corazón, un diseño con puntas rematadas con pequeños diamantes.

La gran característica del diseño original es el enorme diamante central de la tiara, que tiene forma de corazón y es el modo en que la reina Saleha suele lucirla. Pero esta pieza es intercambiable y Anisha prefirió llevar una gema en forma de lágrima, también de gran tamaño y sin escatimar en quilates.

placeholder La reina Saleha, a la izquierda, y la princesa Anisha, a la derecha, ambas con la tiara de corazón. (Reino de Brunéi/Instagram: @tsmki)
La reina Saleha, a la izquierda, y la princesa Anisha, a la derecha, ambas con la tiara de corazón. (Reino de Brunéi/Instagram: @tsmki)

Hay otra tiara muy parecida a esta, también con varias puntas y enormes y valiosos diamantes, y un diseño similar. Aunque se distingue porque no lleva esos pequeños diamantes que rematan las puntas en la anterior.

Es la conocida como tiara vertical, que la reina Saleha ha lucido en varias ocasiones desde los años 80, cuando apareció por primera vez con ella. En 2007, fue su hija Majeedah la que quiso elegirla de entre todas las piezas del fastuoso joyero de la familia real de Brunéi para casarse con Anak Khairul Khalil.

placeholder La reina Saleha, con la tiara vertical. (Getty)
La reina Saleha, con la tiara vertical. (Getty)

Y si estas nos parecen ostentosas, las dos que vienen a continuación no lo son menos. Una de las más características y costosas, de incalculable valor, es la tiara de diamantes de colores. Mencionábamos al principio de este artículo que la reina Saleha poseía algunas piedras preciosas dentro de la gemología y este es el gran ejemplo.

La tiara está compuesta por numerosos diamantes de diferentes tamaños, con especial atención al que corona la punta central, de gran tamaño, como corresponde al gusto de Saleha, ya que es una característica que, como hemos visto, presentan varias de sus tiaras. Pero la seña de identidad de esta joya es que las piedras son diamantes de colores, no incoloros como es habitual.

Según les dé la luz, se puede ver un sutil amarillo en muchas de las piedras, creando un efecto iridiscente y de policromía.

placeholder La reina Saleha, con la tiara de diamantes de colores. (Getty)
La reina Saleha, con la tiara de diamantes de colores. (Getty)

Pero tampoco le haríamos ascos a la tiara de esmeraldas, también una de las más vistosas del joyero de Brunéi, ya que presenta seis enormes piedras verdes en el frontal. Es una tiara que también han usado sus hijas Rashidah, Majeedah y Hafizah para sus bodas -la mayor, Muta-Wakkilah, no está casada, así como una de sus nueras, la princesa Raabi'atul.

Aunque se desconoce su procedencia, sí se sabe que Saleha comenzó a utilizarla en 1996 y se da por hecho que es obra de la misma mano que ha creado la mayoría de este ostentoso e incalculable joyero, Flower Diamond.

Y, también como la mayoría, también tiene un diseño parecido acabado en punta y que da todo el protagonismo a esa pieza central.

placeholder La reina Saleha, a la izquierda, con la tiara de esmeralda. (Cordon Press)
La reina Saleha, a la izquierda, con la tiara de esmeralda. (Cordon Press)

Y la imagen que hemos elegido para ilustrar la tiara de diamantes no es casualidad. A su lado está la exreina Azrinaz, la tercera esposa del sultán, una presentadora de televisión que es 33 años más joven que él. Como las anteriores, también aportó hijos a la de por sí familia numerosa de Hassanal Bolkiah, que tiene un total de 12 vástagos.

Azrinaz fue su tercera esposa y la segunda de la que se divorciaba, quedando solo Saleha con el estatus de reina. Tras el divorcio, en 2010, fue despojada de sus títulos y honores y tuvo que devolver muchas de las posesiones de las que había disfrutado durante su matrimonio. Entre ellas, la tiara que vemos en la foto, con volutas y diamantes colgantes y mucho menos ostentosa que las creadas para Saleha.

La reina Saleha de Brunéi puede presumir de varias cosas. Por ejemplo, de ser la única esposa del sultán de la que no se ha divorciado. También de ser la consorte más longeva del mundo, acompañando a su marido en el trono nada menos que durante 58 años. Pero sobre todo puede presumir de joyero. Porque sus tiaras no tienen otro adjetivo que fastuosas. Aquí el tamaño y la exclusividad sí que importan: cuanto más grandes y llamativas, mejor.

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