Tres básicos de Avène que revolucionarán tu rutina de belleza
El resultado después de un mes de tratamiento ha sido maravilloso
El cuidado de la piel es algo que solo me comencé a tomar en serio cuando mis hermanas (8 y 16 años mayores que yo) me aterrorizaron frunciendo el ceño con muchas ganas y señalando con el dedo las líneas de expresión que solo ellas podían ver. Después de restarle importancia, hice lo que cualquiera haría en mi lugar, ir a examinar mi rostro al espejo más cercano.
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Una conversación con mi madre, que ha sido fanática de las cremas desde que es adolescente, me bastó para entender que las arrugas son inevitables, pero que siendo jóvenes, y a lo largo de toda nuestra vida, debemos darle todas las herramientas a nuestra piel para que se enfrente a ellas de la mejor manera.
Por otro lado, no se trata solo de una cuestión de estética, sino de salud. Solemos olvidar que la piel es el órgano más grande del cuerpo y que tiene necesidades muy concretas.
En ese proceso de conocer nuestra tez puede que no logremos acertar con los productos perfectos para nuestro tipo de piel. De hecho, nunca estuve del todo conforme con los productos que iba incorporando a mi rutina, por eso cuando conseguí tres que hicieron maravillas en mi rostro supe que mi búsqueda podía terminar, al menos por ahora.
Se trata de tres básicos de Avène que he probado durante un tiempo y que han transformado mi rutina de cuidado facial.
Espuma limpiadora matificante
Siempre he intentado lidiar con el exceso de sebo en la zona T de la mejor manera, pero inevitablemente, sin importar el tratamiento o el maquillaje que llevara, los brillos aparecían después de pocas horas.
Por eso, puedes confiar en mí cuando te digo que la
Sérum de luminosidad
En segundo lugar, cuando investigué las acciones del serúm de luminosidad inmediatamente pensé que no notaría el cambio, porque siempre he sido escéptica con los productos que prometen un efecto 'buena cara' inmediato... Qué equivocada estaba.
Después de unas semanas de tratamiento pude comprobar que su fórmula con extracto de frutos rojos, refinyl y agua termal habían logrado que mi rostro se viera mucho más descansado, visiblemente más iluminado y con una apariencia jugosa ideal.
Además, no es como algunos sérums que te deja la cara brillante o con una sensación pesada, sino todo lo contrario, ya que se absorbe rápidamente dejando la piel suave y con una sensación de frescura revitalizante.
Gel-crema hidratante
Por último, siempre me he tomado muy en serio la labor de que mi cutis esté bien hidratado, lo cual muchas veces me hacía terminar con productos que dejaban la piel con una sensación incómoda y espesa, como si te dijeran: "Hola, sigo aquí".
Por eso, cuando finalmente llegó a mi vida la crema-gel Hydrance aqua-gel de Avène vi el cielo. Su fórmula cuenta con un complejo patentado llamado Cohederm que proporciona una hidratación intensa, pre-tocopheryl y sulfato de dextrano, que actúan frente a radicales libres, y agua termal para calmar.
Un producto que además de poder usar como crema de día y noche, también puedes aplicar en el contorno de ojos y como mascarilla nocturna para una hidratación en profundidad. Además, su textura fluida hace que necesites muy poco producto con cada aplicación.
Aproximadamente al mes de haber usado únicamente estos tres productos en mi rutina de cuidado facial, decidí darle un descanso de maquillaje a mi piel. Fue entonces cuando me di cuenta de que las imperfecciones, las rojeces y los brillos habían disminuido considerablemente y que mi rostro tenía un aspecto saludable y jugoso al que me he vuelto adicta.
Las necesidades de nuestra piel cambian y no nos permiten 'casarnos' con ningún producto, sin embargo, por ahora puedo decir que mi pareja fiel, para un cuidado centrado en la hidratación y el bienestar, son los tres básicos de Avène.
El cuidado de la piel es algo que solo me comencé a tomar en serio cuando mis hermanas (8 y 16 años mayores que yo) me aterrorizaron frunciendo el ceño con muchas ganas y señalando con el dedo las líneas de expresión que solo ellas podían ver. Después de restarle importancia, hice lo que cualquiera haría en mi lugar, ir a examinar mi rostro al espejo más cercano.