Cada piel necesita un tipo de exfoliación, ¿sabes cuál es la tuya?
Scrubs (exfoliantes) para el rostro hay muchos. Pero ¿qué ingredientes debes tener presente?, ¿cuál es la referencia más adecuada para tu cutis?, ¿cómo utilizarla?
A diario, nuestra piel se convierte en un escudo expuesto a agresiones externas como la polución, la radiación solar, factores meteorológicos (viento, bajas temperaturas, etc.), además, por supuesto, de las capas de cosméticos como maquillaje que podamos aplicar sobre ella con regularidad. El resultado es una piel opaca, en cuya capa más superficial se acumulan las células muertas. Para retirar esta capa que resta luminosidad a la piel, afea su textura y favorece la falta de uniformidad en el tono, la exfoliación es el paso fundamental que incluir en la rutina de cuidado facial con regularidad. La cosmética agiliza esta exfoliación con productos que se pueden utilizar desde casa con peelings o exfoliantes físicos, pero encontrar el cosmético más adecuado para cada tipo de piel merece un análisis previo a la compra.
Los exfoliantes faciales son más que un mero capricho cosmético. Su misión es muy amplia y multiplican los beneficios que puedes apreciar en tu tez. En palabras de Sandra Burgos, directora de formación de Clinique, “su objetivo principal es retirar las células muertas de la superficie de la piel junto a cualquier resto de suciedad o grasa y ayudar a normalizar su renovación celular que, con el paso del tiempo, se va ralentizando”.
También colaboran en afinar la textura, suavizar las líneas finas que aparecen por una débil hidratación (lo que permite mostrar el rostro más radiante al reflejar mejor la luz) y ayudar a optimizar el efecto del maquillaje. Además, “la exfoliación favorece una hidratación más eficaz, y que el tratamiento que apliquemos a continuación penetre mucho mejor, potenciando así sus beneficios”, apunta la experta. En la medida que lo utilices, los scrubs ayudan a minimizar el aspecto de las manchas superficiales, a igualar el tono o a regular el exceso de grasa que puede obstruir los poros.
1. Epidermal Re-Texturizing Micro Dermabrasion, de Kielh’s (46 €). Suaviza, texturiza, minimiza la aparición de líneas de expresión y ayuda en la absorción de los posteriores tratamientos tópicos.
2. Clarifying Lotion 2, de Clinique, 30,99 € en Sephora. Exfoliante con ácido salicílico que acaba con las células muertas superficiales, favorece su proceso de renovación sin irritar y deja un acabado fresco.
3. Exfoliante Refrescante Skin Detox, de Neutrógena, 10,88 € en Amazon. Enriquecido con ácido glicólico, elimina la piel muerta, los aceites y el maquillaje atrapado en los poros mientras mantiene la hidratación.
4. Daily Superfoliant, de Dermalogica, 60,99€ en Sephora. Polvos exfoliantes que se activan con agua y son de uso diario. Contienen carbón activo, extracto de salvado de arroz, ácido láctico…
Tipos de exfoliantes
Los productos de esta categoría cosmética se pueden dividir en dos grandes grupos: los físicos y los químicos. Desde Neutrogena reconocen que los primeros se encargan de eliminar manualmente la piel muerta al aplicar componentes abrasivos sobre la superficie, como puede ser el azúcar. “Gracias al masaje mejora la circulación y el drenaje linfático, de modo que el resultado es un cutis resplandeciente”. De los segundos, aseguran que “actúan rompiendo el 'pegamento' intercelular que mantiene unidas las células muertas para facilitar su descamación. Cuando se disuelve este enlace, se desprenden y permiten que la nueva capa llegue a la superficie”.
AHA: los ingredientes clave
Seguro que has oído hablar de ellos. Los alfahidroxiácidos (AHA) son unos exfoliantes químicos muy famosos por su capacidad de acabar con la unión que sostiene a las células muertas sobre la piel. Hay diferentes tipos que se adaptan a las características de tu dermis, y los expertos de Neutrogena hacen un repaso de algunos de ellos para que aprendas a identificarlos:
- Ácido glicólico: es el AHA que tiene las moléculas más pequeñas. Su misión “no es solo retirar las células muertas, sino que también actúa sobre los daños producidos por el sol, la hiperpigmentación, las arrugas y las líneas de expresión”.
- Ácido láctico: tiene moléculas más grandes que el glicólico y cumple las mismas funciones. ¿La diferencia? Lo realiza de un modo más suave.
- Ácido mandélico: su principal característica es que se absorbe de un modo más lento que los anteriores. También actúa sobre la hiperpigmentación o los daños solares.
- Ácido cítrico: proviene de las frutas cítricas y destaca por sus propiedades antioxidantes y antibacterianas, lo que le convierte (en pequeñas concentraciones) en uno de los ingredientes estrella en referencias para el acné y en protectores solares.
Manual de uso
Sandra Burgos afirma que desde Clinique les gusta comparar el hábito de exfoliar la piel a cuando empiezas a hacer ejercicio: “Si vas a comenzar a entrenar es mejor que lo hagas poco a poco y, a medida que vayas poniéndote en forma, aumentes la intensidad”. Y es que hay que tener en cuenta una serie de precauciones y que, en todo momento, mande la moderación y el sentido común. En Neutrogena recuerdan que “la cantidad de células muertas que puedes eliminar tiene un límite. Y es que exfoliar la piel en exceso puede perjudicar la barrera natural de la misma, causar irritación, inflamación y otros daños”.
Arantxa Medina Ramos, directora de marketing y comunicación de Dermalogica, reconoce que aunque generalmente no hay ningún problema, lo primero que debes hacer es revisar las contraindicaciones del producto y, antes de extenderlo por todo el cutis, “aplicarlo sobre una pequeña zona del dorso de la mano o en una parte poco visible cerca del rostro para cerciorarse de que no irrita demasiado”. Debes recordar que hay zonas que son más sensibles y que reaccionan con facilidad como los labios, el contorno de ojos o los orificios nasales, por lo que no debes utilizar estas referencias sobre ellas.
¿Qué debes buscar para tu piel?
Arantxa Medina Ramos reconoce que si tu cutis es sensible, debes elegir exfoliantes muy ligeros, con texturas emolientes que respeten la barrera cutánea. En los secos recomienda una fórmula con principios activos ricos en nutrientes y con propiedades humectantes con la misión de que restauren la falta de lípidos mientras “aportan textura y jugosidad, al mismo tiempo que retiran las impurezas”. Los activos astringentes y antibacterianos son esenciales para una tez grasa, mientras que las mixtas “toleran mejor las opciones neutras, que ayudan a equilibrar el sebo y a eliminar impurezas sin resecar”.
Trucos de profesional
Hay tips de toda la vida que tiene mucho sentido y te ayudan a optimizar el uso de tu scrub. Así, Arantxa Medina Ramos reconoce que puedes aplicar vapor caliente mientras extiendes el producto con el fin de abrir los poros y que la fórmula cosmética penetre en profundidad. Otra opción es que, si notas la piel ligeramente reactiva, “puedes mezclar una leche/crema/gel limpiador con tu exfoliante habitual para conseguir una textura más ligera pero igualmente efectiva, que te permite limpiar en profundidad y retirar las células muertas al mismo tiempo”.
5. Discos Peeling Efecto Iluminador, de Sephora Collection, 13,99€ en Sephora. Con ácido glicólico obtenido de la caña de azúcar, elimina los restos de suciedad y la capa de células muertas.
6. Mascarilla Exfoliante Piel Grasa 2 en 1, de Be+, ahora 14,20€ en PromoFarma. Incluye alfahidroxiácidos de origen natural, arcilla blanca y microesferas matificantes que purifican y afinan la textura de la dermis.
7. Sérum Unicclear & Clean, de Unicskin (59 €). Fórmula nocturna con ácido glicólico al 20% que difumina las manchas, las cicatrices, las marcas profundas… En unas tres semanas.
8. Blue Radiance Enzymatic Serum, de Freshly Cosmetics, 35 €. Con 12 tecnologías naturales que trabajan para desprender la piel ya muerta, renovarla, reducir el sebo, aportar activos antiedad…
A diario, nuestra piel se convierte en un escudo expuesto a agresiones externas como la polución, la radiación solar, factores meteorológicos (viento, bajas temperaturas, etc.), además, por supuesto, de las capas de cosméticos como maquillaje que podamos aplicar sobre ella con regularidad. El resultado es una piel opaca, en cuya capa más superficial se acumulan las células muertas. Para retirar esta capa que resta luminosidad a la piel, afea su textura y favorece la falta de uniformidad en el tono, la exfoliación es el paso fundamental que incluir en la rutina de cuidado facial con regularidad. La cosmética agiliza esta exfoliación con productos que se pueden utilizar desde casa con peelings o exfoliantes físicos, pero encontrar el cosmético más adecuado para cada tipo de piel merece un análisis previo a la compra.