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Del bob al rapado: analizamos todos los cambios de look de Charlène de Mónaco
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Del bob al rapado: analizamos todos los cambios de look de Charlène de Mónaco

Sabe que es el miembro de la realeza que más ha cambiado su look y no le importa, es más, amenaza con no dejar de hacerlo. ¿Qué será lo siguiente después del rapado de Charlène?

Foto: Charlène de Mónaco, con uno de sus cambios de look. (Getty)
Charlène de Mónaco, con uno de sus cambios de look. (Getty)

Con la firme sentencia de "no dejaré de hacerlo", Charlène Lynette Wittstock confesaba hace unos días que le encantan los cambios de looks y que poco le importa lo que piensen los demás mientras a sus hijos les guste. Su marido, el príncipe de Mónaco, ya se ha hecho a la idea y ella promete seguir cortándose el pelo según le apetezca. Su relación con los cambios de look no es nueva, incluso le gusta bromear sobre ser el miembro de la realeza que más peinados ha probado. Sobre su corte de pelo tazón con rapado lateral, la sudafricana también recalcaba que no se trataba de un corte por impulso sino de una idea que llevaba mucho tiempo planeando por su cabeza.

Foto: Charlène de Mónaco. (Getty)

"Este corte de pelo es mi decisión. Parece que provocó todo tipo de comentarios. Pero resulta que lo quería desde hace mucho tiempo, el estilo me agrada, eso es todo. Seguro que, probablemente, soy de todos los miembros de la realeza el que ha probado los peinados más diferentes, pero continuaré haciéndolo. Es mi elección", declaraba en una exclusiva entrevista a 'Point de Vue'.

placeholder Charlene de Mónaco, con su último cambio de look. (EFE)
Charlene de Mónaco, con su último cambio de look. (EFE)


El rubio platino de Charlène de Mónaco hace que sea fácil encontrar el casi 1,80 de la nadadora sudafricana entre la familia real monegasca. Su estilo, depurado día a día para mantener algo de la esencia de Grace Kelly, también ayuda, pero sin duda el elemento con el que la princesa Charlène logra ser el centro de atención en palacio es su corte de pelo.

Como si fuera Taylor Swift, prácticamente cada etapa de su vida está representada por un cambio de look. Larga melena antes de ser princesa, tímido de luna de miel, pelo corto de madre y locura capilar en tiempos de coronavirus. Charlène de Mónaco ha encontrado en el corte de pelo una forma de expresión… ¿Nuestro mayor miedo? Que todos estos cambios de look sean los pasos orquestados antes de un radical rapado a lo Britney Spears.

placeholder Los cambios de look de Charlène de Mónaco en 2020. (Cordon Press / Getty)
Los cambios de look de Charlène de Mónaco en 2020. (Cordon Press / Getty)

Hace un mes, la princesa aparecía en un acto navideño engalanada con una mascarilla de lentejuelas y un lateral de la cabeza rapado. Shock en palacio y shock en peluquería. “Se trata de un corte con un indiscutible estilo punk. El cabello se ha rapado, siguiendo unas líneas muy gráficas, desde el lateral y en toda la nuca, pero se intuye que el rapado continúa hacia el otro lateral, para ayudar potenciar la caída natural del cabello. En el otro lado de la cabeza, se ha realizado un corte bob, a la altura del hueso de la mejilla, y con un flequillo corto, ladeado y muy desfilado para acentuar ese aire punk”, precisa el estilista Eduardo Sánchez, director de Maison Eduardo Sánchez.

placeholder La última aparición de Charlène de Mónaco. (EFE)
La última aparición de Charlène de Mónaco. (EFE)

Tras el verano, Charlène ya nos daba el primer aviso de que su look iba a adquirir un aire muy rockero, al reaparecer con el siempre complicado baby bang. Este flequillo, recto y muy corto, tiene mucha historia. Audrey lo dominó y la serie ‘Gambito de dama’ lo volvió a poner de moda. Para poder llevarlo con gracia se necesita poseer una frente amplia, mucho estilo y una plancha siempre a mano. Charlène sufrió en sus propias carnes (cabellos, en este caso) las vicisitudes de llevar un corte de pelo arriesgado. Lo llevó liso pero le duró poco, lo llevó ondulado y el resultado dejó mucho que desear, y por fin terminó por llenarlo de laca, peinarlo hacia atrás y convertirlo en un tupé.

placeholder Charlène Wittstock, en Niza. (Cordon Press)
Charlène Wittstock, en Niza. (Cordon Press)

Este radical flequillo sentó las bases de un estilo rockero que jamás habíamos visto en la nadadora y mucho menos en palacio. El baby bang creció y la princesa comenzó a esconderlo con peinados trenzados o recogidos llenos de laca… Hasta que llegó el side cut. Como detallaba el estilista, este corte de pelo está medido milimétricamente, y consiste en rapar una sección lateral y dejar el resto del cabello con un largo bob, en este caso, y siempre peinado muy recto. “Se trata de un look de altísimo mantenimiento, puesto que la parte rapada hay que retocarla de manera continua para conseguir ese estilo tan pulido, y el otro extremo también requiere un mantenimiento casi semanal. Es además un corte con una transición complicada, solo hay dos alternativas, o rapar todo el pelo y dejar que crezca, o esperar a que la parte rapada crezca y cuando tenga un mínimo de largura, hacer un pixie muy muy corto y pegado al cuero cabelludo”, explica Eduardo Sánchez.

placeholder Detalle posterior del corte de pelo de Charlène. (Cordon Press)
Detalle posterior del corte de pelo de Charlène. (Cordon Press)

Pero este radical corte de pelo no es el primer cambio de look de la princesa. Cuando su nombre comenzó a sonar en Mónaco, Charlène llevaba una media melena con capas largas, longitud que le ayudó para crear el moño italiano de su boda.

placeholder Charlène de Mónaco en 2011, con uno de sus primeros y drásticos cambios de look.  (Getty)
Charlène de Mónaco en 2011, con uno de sus primeros y drásticos cambios de look. (Getty)

Para sobrellevar la dura vida de palacio, la princesa cortó su melena en un lob o bob con el que podía llevar el cabello suelto y mantener una imagen juvenil… Pero llegaron los mellizos y las complicaciones de la vida maternal hicieron que, igual que su sobrina Carlota Casiraghi, Charlène optara por cortarse el pelo, marcándose un mom hair de libro. Eso sí, ella a lo pixie.

placeholder Charlène, con su pixie maternal. (Getty)
Charlène, con su pixie maternal. (Getty)

Es cierto que, a diferencia de otros miembros de la realeza, la sudafricana siempre ha llevado cortes de pelo de media melena. La forma diamante de su rostro y sus hombros crean un tándem perfecto con este tipo de estilismos. Sin embargo, durante el 2020, Charlène ha dado un paso más allá y ha modificado su imagen con cambios de look muy radicales.

placeholder El lookazo de Charlène en el Día Nacional de Mónaco de 2019. (Getty)
El lookazo de Charlène en el Día Nacional de Mónaco de 2019. (Getty)

Su geométrico bob es ahora casi un carré, ultraliso y a la altura de las mejillas, y todo parece indicar que no va a ser el último cambio de look radical de la princesa… ¿Estaremos de verdad a las puertas de un rapado a lo Cara Delevingne?

Con la firme sentencia de "no dejaré de hacerlo", Charlène Lynette Wittstock confesaba hace unos días que le encantan los cambios de looks y que poco le importa lo que piensen los demás mientras a sus hijos les guste. Su marido, el príncipe de Mónaco, ya se ha hecho a la idea y ella promete seguir cortándose el pelo según le apetezca. Su relación con los cambios de look no es nueva, incluso le gusta bromear sobre ser el miembro de la realeza que más peinados ha probado. Sobre su corte de pelo tazón con rapado lateral, la sudafricana también recalcaba que no se trataba de un corte por impulso sino de una idea que llevaba mucho tiempo planeando por su cabeza.

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