Sombras de ojos líquidas, manual de uso del maquillaje de la temporada

Las texturas líquida y cremosa se han convertido en la renovación cosmética de la crisis del coronavirus. Son fáciles de trabajar, su duración sobre la piel es mucho mayor y permiten crear distintas intensidades con su simple reaplicación. Sin embargo, para utilizar adecuadamente este tipo de cosméticos también hay que seguir un paso a paso como medida de prevención ante el efecto Heidi. Basta con visualizar la concentrada pigmentación de las mejillas del anime japonés para comprender el maquillaje que no se quiere lograr.

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Rubor bucólico sí, manzanas rojas de Heidi no. Pero ¿qué ocurre cuando se trata de utilizar maquillaje líquido en los ojos? No solo las sombras de ojos líquidas existen, sino que son fundamentales para crear el maquillaje de la temporada, a prueba del vapor que se desprende de la mascarilla, de chapuzones y aliada de los looks más sofisticados.

Desde Guerlain apuntan por ejemplo a la idoneidad de las fórmulas más ligeras y transparentes en las estaciones cálidas. “En el caso de sombras y eyeliners, geles y cremas garantizan mejor un resultado impecable”, explica Eliecer Prince, su national makeup artist. Su textura permite no resecar el párpado como podría ocurrir con una sombra de ojos tradicional, además de resultar mucho más sencillas de extender. Los dedos se convierten en el mejor aliado de estas texturas.

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Sin embargo, aplicando directamente el producto sobre la piel, es probable que esta lo absorba y el color quede demasiado intenso. Preparar la piel es siempre fundamental, por tanto las prebases de sombras no pueden faltar, otra opción es hidratar el párpado, pero sin dejar un acabado graso ya que esto favorecería que la sombra de ojos se acumulara en los pliegues.

La maquilladora Natalia Belda explicaba en la presentación de los nuevos tonos de las sombras Eye Tint de Armani Beauty que su efecto de ojo húmedo y textura cremosa, tras secarse, dura en perfectas condiciones varias horas. “Sobre todo destaco que puedes jugar con los colores, creando diferentes intensidades, y que es un producto muy fácil de aplicar".

Duración, intensidad y difuminado son quizá las tres características de las sombras de ojos líquidas. Violette Serrat, maquilladora de éxito en Instagram, siempre defendió las texturas cremosas para maquillar los ojos, así que cuando lanzó su marca, se centró en desarrollar sombras de ojos en formato lisptick, altamente pigmentadas, maleables y que exploraran distintos acabados. Precisamente, las sombras con una alta carga de glitter pueden contribuir a resecar el párpado y acumularse en los pliegues del ojo. Para luchar contra este contratiempo, Violette invirtió varios años de investigación en el desarrollo de una textura muy cremosa, que se pudiera aplicar directamente con el tampón, pudiéndose trabajar con los dedos, o no, y así conseguir distintos acabados.

Del difuminado de la sombra líquida dependerá el número de maquillajes que crear: delineados ultrapigmentados, ahumados empolvados, sombreados ultrailuminados, sombras color block... La textura líquida permite un trazo más preciso pero, a la vez, debe ser trabajada con mayor rapidez ya que, una vez seca, moverla generarará que aparezcan grumitos. Si lo que se desea es maquillar todo el párpado con un acabado más sutil, con depositar una gotita de producto en el centro del párpado y esparcirlo con los dedos, será suficiente, ahorrando una considerable cantidad de producto.

A mayor concentración de la sombra líquida, más tiempo tardará en secarse y el resultado será más pigmentado. En estos casos, la prebase de las sombras es primordial para conseguir un look más definido y que aguante más tiempo. Por supuesto, según el color elegido y el acabado, las sombras líquidas se pueden convertir en otros productos como iluminadores o rubores de mejillas.

El único riesgo de este tipo de cosméticos no viene tanto de la textura sino de la fórmula elegida. Muchas sombras actúan como un mero tinte, coloreando la piel pero sin prestar atención a su estado, lo que puede aportar sequedad al párpado. A la hora de encontrar la sombra perfecta, hay que tener en cuenta la sensación de esta sobre la piel para que, cuando se seque, esta no resulte tirante. Además del testado sobre la piel, mirar su resistencia también te salvará de más de un imprevisto.

Shopping líquido

Disponibles en acabados mates, metalizados o satinados, las míticas sombras Eye Tint Acqua Giorgio Armani, 29,99€ en Sephora, han mantenido su fórmula y ampliado su variedad de tonos. Natalia Belda apunta a su aplicador en forma de lágrima como aliado para crear distintos maquillajes, desde delienados a cat eye marcados o ahumados sutiles.

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Matte & Metal Melted Shadows de Huda Beauty, 24,99€ en Sephora, puede ser la varita salvavidas para crear todos los looks que se te pasen por la mente. En un extremo una sombra de ojos líquida, en el otro una mate. Disponible en varios tonos, su pigmentación es muy alta y ofrece una de las mayores duraciones del mercado.

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Uno de los inesperados colores de la temporada es el indescriptible tono entre teja, nude y cereza, siempre mate y siempre empolvado, que encuentra su máxima representación en las Melted Chocolate Matte Eye Shadow de Too Faced, 22,99€ en Sephora. De nuevo, su pigmentación es tan intensa que con un toque de la sombra en el párpado se puede crear un ahumado potente, mientras que si se aplica directamente capa sobre capa, se consigue un color block solo apto para miradas atrevidas.

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Con ingredientes bio, vegana y cruelty free, la sombra de ojos de la marca Ilia, Liquid Powder Chromatic Eye Tint de Ilia, 30,99€ en Sephora, se ha convertido en una de esas revoluciones clean con la que crear varios look de pura tendencia. Sus tonos repasan desde el cobre de Hollywood hasta el siena.

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No se trata de una fórmula líquida, pero el Dazzle Stick de KVD Beauty, 21,99€ en Sephora, entra dentro de la lista de productos ultrafáciles de utilizar. Su acabado sobre la piel es tan jugoso como el de una sombra cremosa o líquida. Aunque su adherencia es menor, sus pigmentos luminosos y su textura que se extiende con sensorialidad se acercan mucho a los acabados de los cosméticos líquidos.

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Una gota de Ombre Interdite de Givenchy, 33,99€ en Sephora, basta para crear un ahumado satinado que subir grado a grado al gusto. Su aplicador facilita crear diseños más elaborados y su fórmula es muy ligera, permitiendo el método capa sobre capa, sin sensación de pesadez y eliminando la opción de que la sombra se cuartee o se amontone en el pliegue del párpado.

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Hablando del indescriptible tono de la temporada, la sombra Colorful Special Effect de Sephora Collection, 9,99€ en Sephora, ha dado con el color exacto, en mate y muy pigmentado, para crear un cut crease de libro. Dura inamovible varias horas y permite mantener el tono exacto, sin necesidad de retoque.

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Ombre Première Lacque de Chanel, 33,99€ en Sephora, se ha colado en festivales de cine y entregas de premios por su versatilidad y su facilidad para iluminar la mirada. Además de ofrecer tonos satinados, graduables según su aplicación, su alta resistencia sin resecar el párpado convierten a la sombra en una herramienta anti lágrimas, sudoración o calor, que siempre tener a mano. Su acabado efecto velo maquilla el ojo con un sutil tono perlado perfecto.

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La mítica See Quins de Marc Jacobs Beauty, 24,99€ en Sephora, aporta una iluminación y pigmentación altamente concentradas. A diferencia de otras sombras, se recomienda utilizar su tampón tan solo para depositar el producto y trabajarla con la yema de los dedos para conseguir una superficie más homogénea.

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El brillo iridiscente que se logra con las sombras Chroma Crystal Liquid Eyeshadow de Natasha Denona, 26,99 € en Sephora, es solo apto para maquillajes en los que no hay duda de que se quiere luz en la mirada y la culpa la tiene su fórmula con cristales de cromo y brillantes perlas minerales.

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