Colorete líquido, en crema o en polvo… ¿Cuál es el idóneo para ti?
No subestimes el poder de un blush porque es el producto por excelencia para lograr un efecto 'buena cara'… Aprende a elegir el más indicado para ti y tus circunstancias
La maquilladora profesional Natalia Belda, en su libro 'Maquilla.T' (Aguilar, 2020), lo tiene claro: “El rubor nos ayuda a tener un aspecto saludable”. También “a dar forma al rostro para que no se vea plano y te permite lucir un toque dulce, sensual o atrevido a tu look, en función de qué tono uses y con qué lo combines”, afirma Mónica García Reinoso, formadora de Mac y Bobbi Brown.
El universo de los coloretes es infinito tanto en formatos (en barra, con aplicador de pincel o esponja…) como en colores. Y se multiplica con los diversos acabados, como pueden ser las referencias mate o aquellas híbridas, a medio camino con un iluminador, que aportan a la tez un efecto brillante. Pero hoy vamos a prestar atención a la textura. Aunque la tecnología da lugar a constantes novedades cosmética, hemos decidido clasificar los coloretes en tres grandes grupos: los tradicionales polvos, las opciones líquidas y las referencias en crema. Los expertos en la materia nos han desvelado los pormenores de cada uno de ellos para que aprendas qué tienes que buscar en tu blush fetiche.
A grandes rasgos, el maquillador Jorge de la Garza reconoce que aunque la textura en polvo, la más habitual y convencional, es apta para todo tipo de pieles, él prefiere recomendarla para los cutis mixtos, con tendencia a la grasa. Así, para una tez muy seca o madura, no tiene duda en elegir una cremosa. Sin embargo, Mónica García sostiene que las opciones actuales van más allá y que “los coloretes, tanto en polvo como en crema están muy avanzados y preparados para que funcionen perfectamente en todo tipo de cutis y de edades”. Ella sostiene que "lo primero que hay que tener en cuenta es cómo te resulta más sencillo aplicarlo y qué acabado quieres conseguir. A partir de ahí ya solo hay que pensar en el color que más te guste”.
Pero mientras debates cuál es tu método de aplicación predilecto, los que más saben de la materia se lanzan a proclamar los pros y los contras de cada formato…
Los clásicos: coloretes en polvo
Alerta para las menos mañosas porque Miguel Álvarez, national makeup artist de YSL Beauty, tiene claro cuál es la principal ventaja de esta categoría: son muy fáciles de trabajar. Afirma que “puedes elegir tonos neutros que, con una simple brocha, redefinen las facciones sin errores”. Al ser un clásico, hay un sinfín de colores para simplemente dar un toque de rubor en las mejillas o definir y esculpir el rostro. Él incluye en esta categoría a los imprescindibles polvos de sol y reconoce que, ambas referencias, incluso se pueden utilizar “como sombras de ojos”. Aconseja que a la hora de adquirir un producto en polvo “te fijes en el prensado, que sea un polvo muy fino y que no se desprenda con facilidad, para que te permita una aplicación modulable (de menos a más intensidad).”
Nuestros favoritos…
Couture Blush, de Yves Saint Laurent (48,99 euros, en
Prisme Libre Blush, de Givenchy (44,50 euros, en
Mineralize Blush, de Mac (32,50 euros en El Corte Inglés), está formado por un polvo muy fino y perlado que se integra perfectamente en la piel. ¿Nuestro tono favorito? Dainty, que combina un color rosado con partículas doradas.
Los versátiles: blush en crema
Jorge de la Garza siente predilección por estas referencias ya que, para él, “¡son todo ventajas!". Afirma que se pueden aplicar tanto en las mejillas como en los labios, e incluso en los ojos, ofreciendo un acabado fresco, saludable y completo en todo tipo de cutis, incluso en los más sensibilizados (sometidos a tratamientos médicos). Y sin importar la edad.
La clave para una óptima aplicación es familiarizarte con la textura (fíjate en que no sea grasa, pero sí compacta) para no aplicar demasiada cantidad. “Un truco para no caer en excesos es depositar primero el producto en la mano, antes de extenderlo a suaves toques en la mejilla, difuminándolo hacia la sien”, apunta el maquillador. Las brochas con el pelo muy suelto son las ideales para coger la cantidad justa, concentrarla en un punto y desde ahí difuminarla por el alto del pómulo.
Nuestros favoritos…
Blush Cream, de Jorge de la Garza (19,75 euros), ofrece un efecto aterciopelado y natural que deja la piel suave y confortable. Además, se trata de una fórmula vegana.
Stick Glow, de Dior (39 euros, en
My Little Blush, de My Clarins (18 euros), es apto para veganos, con un formato en barra que permite conseguir de forma muy sencilla un look 'buena cara' a capas.
Los escurridizos: el rubor en líquido
La gran ventaja de estas fórmulas es que “al ser tan fluidas se funden perfectamente y puedes crear tu color personalizado mezclando diferentes tonos”, apunta Mónica García. Además, son aptas para todo tipo de pieles y momentos vitales. Para evitar rubores excesivos, si no tienes mucha práctica es preferible que te decantes “por tonos naturales tipo melocotón”, afirma Miguel Álvarez.
Si nos fijamos en los puntos negativos, destaca que “este tipo de textura, debido a su consistencia ligera, tiende a desplazarse y hay que controlarla muy bien”, sostiene la experta. Su carga de pigmento suele ser menor, por lo que hay que trabajar el producto capa por capa. Un truco de la profesional: “Si quieres que aguante más o intensificar el tono, puedes poner un poco de colorete en polvo encima”.
Nuestros favoritos…
Soft Pinch Liquid Blush, de Rare Beauty (22 euros, en Sephora), es ultraligero y proporciona un acabado de larga duración. Es tu compañero ideal para combinar con otras texturas.
ModCon Liquid-Gel Blush, de KVD Beauty (28 euros), es 100% vegano. Se funde con facilidad y destaca por sus propiedades hidratantes.
Tinted Love, de Charlotte Tilbury (32 euros), está formulado para aplicar en labios y mejillas. Se presenta como un velo a todo color que ofrece un maquillaje natural, moderno y muy resistente.
Algunos tips extra sobre rubores...
- Según la experta de Mac y Bobbi Brown, en tu neceser no deben faltar: un colorete neutro que funcione con cualquier look, uno rosado con base marrón que aporte dulzura y uno melocotón con el que ganes mucha luminosidad.
- Miguel Álvarez sostiene que si eres morena, o estás muy bronceada, te favorecen los tonos anaranjados. Mientras que si eres muy pálida es mejor que optes por pigmentos rosados. “Mi truco es siempre elegir una barra de labios parecida al rubor con el fin de que el makeup quede equilibrado”, confiesa.
- “Si extiendes el producto con demasiada fuerza, vas a incrustar el pigmento en la piel y luego va a ser más complicado difuminarlo e integrarlo con el rostro”, afirma Mónica García Reinoso.
- El consejo de Jorge de la Garza es “vivir el maquillaje como un juego”. Experimentar y probar con diferentes texturas te ayudará a conseguir looks diferentes y propios.
La maquilladora profesional Natalia Belda, en su libro 'Maquilla.T' (Aguilar, 2020), lo tiene claro: “El rubor nos ayuda a tener un aspecto saludable”. También “a dar forma al rostro para que no se vea plano y te permite lucir un toque dulce, sensual o atrevido a tu look, en función de qué tono uses y con qué lo combines”, afirma Mónica García Reinoso, formadora de Mac y Bobbi Brown.