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Aceite fermentado: el último ingrediente cosmético para mantener la piel a salvo
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Aceite fermentado: el último ingrediente cosmético para mantener la piel a salvo

Los probióticos se convierten en los activos claves de las formulaciones cosméticas más respetuosas con la piel. El aceite fermentado es clave para mantener tu dermis a salvo

Foto: Pexels Alesia Harper.
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El microbioma cutáneo está formado por un conjunto de organismos que contribuyen a que la barrera de protección de la piel mantenga la hidratación y también evite que entren agentes irritantes. Pero cuando este se desestabiliza aparecen innumerables afecciones de la piel, como dermatitis atópica, acné, rosácea o psoriasis. Los culpables de alterarlo son las radiaciones ultravioletas, los cosméticos agresivos, los lavados frecuentes, la contaminación y el estrés… Los probióticos, en cambio, le ayudan a mantenerse sano y es por eso que en los últimos meses –hemos abusado, sobre todo, del lavado excesivo de manos y de los geles hidroalcohólicos– se han convertido en un ingrediente esencial en aquellos cosméticos que actúan para mantener la piel calmada. Y el aceite fermentado es el miembro más nuevo de la familia, que pretende dar mucho de qué hablar este otoño.

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“Es un aceite obtenido mediante fermentación, un procedimiento que está vinculado a la sobreproducción de moléculas bioactivas con beneficios para la salud, desde propiedades antimicrobianas, antiinflamatorias, antioxidantes e incluso reguladoras de la actividad hipersensitiva. Dicha fermentación permite que sus propiedades se multipliquen, siendo más favorables para todas las bacterias benignas de la piel”, explica Raquel González, socia fundadora de la distribuidora de cosmética nicho Pure SkinCare Cosmecéutica. Y, a pesar de que el proceso de fermentación es bastante antiguo –las culturas indígenas han usado probióticos durante siglos–, el descubrimiento de sus beneficios para la piel cuando se aplican estos de manera tópica en vez de ser ingeridos (kombucha o kimchi, por ejemplo) es algo que se ha estudiado más recientemente.

placeholder Pexels Alisia Harper.
Pexels Alisia Harper.

La tendencia es estimular la piel con ingredientes no irritantes y dado que algunos cosméticos, indirectamente, pueden alterar el microbioma de la piel, los investigadores y formuladores ahora buscan nuevos activos (y soluciones más naturales) que ayuden a mejorar tanto la apariencia como la estructura de la dermis; al mismo tiempo que refuercen su microbioma. “Este influye directamente sobre la fisiología e inmunología de la piel y es por ello que ahora hay un creciente interés en encontrar ingredientes cosméticos que puedan crear un microbioma saludable, especialmente a través de posbióticos, es decir, de derivados de productos fermentados. En varios ensayos los casos analizados tras el uso de aceites fermentados reportaron una mayor biodiversidad y un ecosistema microbiológico más sano”, asegura Marta Agustí, experta en belleza de la boutique de belleza nicho online Pure Niche Lab. Tras la pandemia muchos han optado por sustituir los productos químicos y dispositivos irritantes que pueden causar daños en la piel por referencias más naturales que potencien la capacidad natural de renovación que posee nuestra dermis. “Los prebióticos, probióticos y, más reciente, los posbióticos representan una opción válida para interactuar con la comunidad microbiológica de la piel.

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Pexels Alisia Harper.

La principal fuente de posbióticos se consigue por fermentación y sus beneficios para la microbiota de la piel han sido ampliamente demostrados”, sostiene González. De este modo, los cosméticos que los incluyen en su formulación tienen la capacidad de aumentar la penetración de los activos en la piel, conseguir que la hidratación dure más tiempo, lograr un mayor poder antioxidante y hacer que la dermis tenga un aspecto sedoso sin exceso de grasa. Y, aunque existen diferentes listados de bacterias beneficiosas, “la realidad es que la función e intención de todas ellas es la misma: promover un microbioma variado más sano y juvenil, promoviendo una piel mejor estructurada y más resistente a las reacciones alérgicas y al ataque por bacterias como los Staphiloccocus aureus o el Propinium bacterium que causan acné”, revela la experta de Pure Skin Care Cosmecéutica.

Si a partir de ahora quieres saber si los cosméticos que utilizas contienen aceite fermentado o no en su formulación, fíjate en si en la etiqueta están presentes Lactobacillus rhamnosus, Lactobacillus Extract Filtrate, Bifida Ferment Lysate, Lactococcus o Ferment Lysate.

El microbioma cutáneo está formado por un conjunto de organismos que contribuyen a que la barrera de protección de la piel mantenga la hidratación y también evite que entren agentes irritantes. Pero cuando este se desestabiliza aparecen innumerables afecciones de la piel, como dermatitis atópica, acné, rosácea o psoriasis. Los culpables de alterarlo son las radiaciones ultravioletas, los cosméticos agresivos, los lavados frecuentes, la contaminación y el estrés… Los probióticos, en cambio, le ayudan a mantenerse sano y es por eso que en los últimos meses –hemos abusado, sobre todo, del lavado excesivo de manos y de los geles hidroalcohólicos– se han convertido en un ingrediente esencial en aquellos cosméticos que actúan para mantener la piel calmada. Y el aceite fermentado es el miembro más nuevo de la familia, que pretende dar mucho de qué hablar este otoño.

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