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Cómo las sombras de ojos en stick pueden salvar (bien) un maquillaje rápido
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Cómo las sombras de ojos en stick pueden salvar (bien) un maquillaje rápido

Las sombras de ojos cremosas son el cosmético revolución de los últimos años y los formatos en stick facilitan al máximo su aplicación. Caemos rendidos a sus pies

Foto: El maquillaje de Zendaya suele apoyarse en sombras en crema o stick para conseguir un tono satinado muy natural. (Getty)
El maquillaje de Zendaya suele apoyarse en sombras en crema o stick para conseguir un tono satinado muy natural. (Getty)

Una de las consecuencias inmediatas de la normalización de la mascarilla en el día a día fue la evolución de las fórmulas cosméticas hacia una mayor sensorialidad que permitiera que la piel se sintiera cómoda e hidratada bajo ella y un aumento de los productos de larga duración. Rubores e iluminadores tradicionales fueron relevados por las texturas cremosas y los tintes, cuya duración era exponencialmente superior. Un maquillaje que resista varias horas de roce con la mascarilla o que se vea expuesto a las condiciones que se generan dentro de ella precisa un cambio de ingredientes, introduciendo componentes hidratantes como el ácido hialurónico.

En esta evolución hacia una cosmética cremosa, no solo los rubores en crema se han disparado en el mercado, sino que el cambio ha llegado a las sombras de ojos. Quienes utilizaban prebase de sombras, puede que no noten la necesidad de conseguir que el maquillaje dure en perfecto estado más tiempo, pero para quienes prefieran los looks sencillos que requieren una inversión de tiempo mucho menor, las sombras ya no solo en crema, sino también en stick, han supuesto una considerable revolución.

Comodidad, duración y posibilidad de graduar la intensidad son las propiedades habituales de los cosméticos cremosos, a los que las sombras de ojos en stick suman otro: la facilidad en el uso. Al incluir ingredientes emolientes, aceites o el indispensable ácido hialurónico, los maquillajes fluidos, cremosos o en stick tienen el superpoder de resultados mucho más ligeros y cómodos de llevar, además de favorecer que la piel no se reseque y el maquillaje se cuartee. Las sombras en formato stick cubren el párpado con ese manto ligero e hidratante que evita que el producto se acumule en la cuenca del ojo o los pliegues, ofreciendo una pigmentación alta, pero siendo más livianas que las clásicas sombras en polvo.

placeholder Se puede utilizar sombras de ojos en stick para iluminar un área del ojo. (Imaxtree)
Se puede utilizar sombras de ojos en stick para iluminar un área del ojo. (Imaxtree)

Capa sobre capa o, mejor dicho, pasada sobre pasada, se deposita más producto y se logra una intensidad mayor, pudiendo poner acento en unas áreas del ojo. Con el mismo stick se puede dejar más ligero el tono del párpado móvil y marcar la cuenca, por ejemplo. Esta versatilidad, solo trasladable a este tipo de formatos, hace que una sola sombra sea varios productos: iluminador del lagrimal, sombra difuminada en la almendra del ojo, delineado a ras de pestañas…

Aunque cada marca, fórmula y diseño son distintos, las sombras en stick están compuestas por una alta carga de pigmentos e ingredientes emolientes, lo que les permite aplicar un color muy intenso. Con tan solo una pasada se puede crear un maquillaje sencillo, lo que permite un interesante ahorro de producto. Una sombra de ojos en barra dura mucho más y su resistencia a impactos también es muy interesante.

placeholder Las sombras de ojos en stick permiten difuminar de una forma mucho más sencilla. (Imaxtree)
Las sombras de ojos en stick permiten difuminar de una forma mucho más sencilla. (Imaxtree)

A pesar de tratarse de un cosmético más grueso que los tradicionales lápices de ojos, las sombras en stick sí mantienen esa punta roma, para poder acceder a zonas más pequeñas, pudiendo incluso delinear, pero sin perder de vista su diseño angular para poder maquillar áreas más grandes. De este modo, se pueden crear varios looks con un solo producto.

Al aplicar color sin mucha precisión y aprovechar la fórmula ligera de la sombra, se puede convertir la yema de los dedos en una brocha y crear un ahumado sencillo en poco tiempo. Del mismo modo, se puede aprovechar la punta para diseñar maquillajes más precisos. Su maleabilidad, gracia a su textura cremosa, permite correcciones rápidas. Lo dicho, el aliado beauty de nuestros días.

Manifesto Color Stick de Zara

placeholder Manifesto Color Stick de Zara.
Manifesto Color Stick de Zara.

De textura hidratante y con diferentes acabados -mate, perlado y brillante- el Manifesto Color Stick de Zara, 12,95€ en su web, sirve tanto para maquillar las mejillas como para sombrear los párpados o incluso iluminar en el caso de los sticks perlados. En su fórmula encontramos también ácido hialurónico para hidratar la piel, reconfortarla y evitar que el producto se amontone en los pliegues.

Dazzle Stick de KVD Beauty

placeholder Dazzle Stick de KVD Beauty.
Dazzle Stick de KVD Beauty.

El formato más compacto, cómodo y fácil de llevar en cualquier bolsillo es quizá el de las sombras Dazzle Stick de KVD Beauty, 17,59€ en Sephora. Su funcionamiento es similar al de una barra de labios: abrir, girar, aplicar, guardar. Disponible en varios tonos, algunos brillantes y festivos como el dorado y el plateado, y otros para el día a día como el marrón o el bronce, su pigmentación es muy alta, así que con un poco de producto se puede crear un ahumado contundente.

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Dual Liner de Givenchy

placeholder Dual Liner de Givenchy.
Dual Liner de Givenchy.

La radical combinación de colores del stick Dual Liner de Givenchy, 32,99€ en Sephora, ofrece múltiples maquillajes. Se pueden aplicar los dos tonos combinados, cada uno por separado o depositar el pigmento siguiendo la misma posición del stick para conseguir un degradado ombré. Su color es intenso y muy pigmentado, especial para maquillajes atrevidos.

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Phyto-Eye Twist de Sisley

placeholder Phyto-Eye Twist de Sisley.
Phyto-Eye Twist de Sisley.

La sombra Phyto-Eye Twist de Sisley, ahora 31,90€ en Sephora, es uno de esos salvavidas beauty que puede dar un leve tono muy iluminado que ir aumentando de intensidad capa sobre capa. Con una amplia gama de colores y una buena pigmentación, su punta permite también crear maquillajes más precisos.

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Mad Eyes Contrast Shadow Duo de Guerlain

placeholder Mad Eyes Contrast Shadow Duo de Guerlain.
Mad Eyes Contrast Shadow Duo de Guerlain.

Para crear un look completo en poco tiempo, las sombra bicolor Mad Eyes Contrast Shadow Duo de Guerlain, 35,99€ en Sephora, es una auténtica varita mágica. Por un lado, la sombra más oscura ayuda a dar profundidad la mirada y delinear, y por el otro, la sombra irisada hace las veces de preciso iluminador en el lagrimal o el arco de la ceja.

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Face Crayon de Crayola

placeholder Face Crayon de Crayola.
Face Crayon de Crayola.

Una de las sombras más fáciles de utilizar es la Face Crayon de Crayola, ahora 7€ en Sephora, cuya punta permite crear delineados más precisos y pigmentados con un ligero acabado muy luminoso, además de poder maquillar todo el párpado.

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Ombre Hypnôse Stylo de Lancôme

placeholder Ombre Hypnôse Stylo de Lancôme.
Ombre Hypnôse Stylo de Lancôme.

Si eres fan de las sombras irisadas, el Ombre Hypnôse Stylo de Lancôme, ahora 26,40€ en Sephora, es genial para dar luz al párpado sin sensación de pesadez, con una pigmentación muy potente y una duración de hasta 24 horas. Su amplia gama de colores siempre se mueve entre los tonos metalizados.

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Color Chalk de Milk Makeup

placeholder  Color Chalk de Milk Makeup.
Color Chalk de Milk Makeup.

Una auténtica barra de glow prensada es la mejor definición del Color Chalk de Milk Makeup, ahora 13,60€ en Sephora. Sus tonos se mueven entre pasteles y tierra y son altamente brillantes. Con una fórmula similar a la de una barra de pegamento, se puede aplicar directamente sobre la piel y difuminar con la yema de los dedos. Además, se puede aplicar en labios, mejillas y párpados.

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Una de las consecuencias inmediatas de la normalización de la mascarilla en el día a día fue la evolución de las fórmulas cosméticas hacia una mayor sensorialidad que permitiera que la piel se sintiera cómoda e hidratada bajo ella y un aumento de los productos de larga duración. Rubores e iluminadores tradicionales fueron relevados por las texturas cremosas y los tintes, cuya duración era exponencialmente superior. Un maquillaje que resista varias horas de roce con la mascarilla o que se vea expuesto a las condiciones que se generan dentro de ella precisa un cambio de ingredientes, introduciendo componentes hidratantes como el ácido hialurónico.

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