Piel de querubín y mejillas sonrosadas: el maquillaje 'angelcore' desbancará a la piel de vampiro

Todo comenzó en Halloween cuando, frente a los maquillajes que perseguían recrear la piel radiante de los Cullen al exponerse al sol en la saga ‘Crepúsculo’, las búsquedas del concepto ‘angelcore’ se cuadruplicaban en Pinterest.

Desde entonces, la tendencia de maquillaje que consiste en lograr un rostro angelical y bucólico, rozando desde los tips de los querubines de Zurbarán hasta las 'dolorosas', sin olvidar los maquillajes japoneses y surcoreanos que persiguen esa piel celestial de mejillas enrojecidas, ha ido sumando seguidores hasta convertirse en un auténtico maquillaje viral. Los maquillajes 'angelcore' o angelicales se han hecho especialmente populares de cara a la Navidad, en parte por las tonalidades gélidas utilizadas, en parte por las bandas sonoras más repetidas, de ‘December’ de Onika a Chaikovski.

La idea del maquillaje es sencilla y bebe de otras modas anteriores o coetáneas como el ‘sad girl’ o el ‘i'm cold’; es decir, la iluminación y el rubor son los cosméticos esenciales. La idea es crear un rostro muy saturado, pero siempre buscando un efecto natural, como si de un dibujo animado se tratara. Hay que conseguir una base impecable que será cincelada con un rubor de base fría, extendiéndolo más allá de los pómulos, saltando de las mejillas a las sienes y salpicando los párpados y la nariz para lograr un monotono en el tercio superior.

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A diferencia del maquillaje 'I’m cold', que recreaba una congestión posdisgusto lacrimógeno, el rubor rosa en tono pastel se difumina de tal modo que las zonas se pierdan y luego es matizado con ayuda del iluminador y la sombra de ojos.

Además de aplicar el highlighter en las zonas típicas, como la zona alta del pómulo, en el maquillaje 'angelcore', el iluminador, que siempre debe ser plateado, en pro de esa tonalidad celestial, que no divina -pues sería dorado, evidentemente-, se deposita también en la punta de la nariz, el lagrimal y en el arco de Cupido.

Es, sin embargo, en la zona de la mirada donde se encuentra la mayor diferencia entre el maquillaje angelical y otras tendencias beauty. Tras aplicar el mismo rubor de las mejillas sobre los párpados, se deposita sombra plateada o iluminador en el párpado móvil o por encima de la cuenca del ojo, en busca de esa luminosidad 'angelcore'. Con ayuda de un lápiz de ojos blanco, no solo se ilumina el lagrimal, sino que se extiende su trazo en dirección al inicio de la ceja. La reivindicación de esta área de la mirada se ha convertido en una efectiva moda con la que cambiar la forma del ojo, sin crear maquillajes recargados.

Pero si el angelcore se tratara solo de iluminar la mirada y extender el colorete rosa más allá de sus límites, no terminaría de ser un maquillaje favorecedor. Uno de los pasos ineludibles de la tendencia es alargar el párpado, almendrando el ojo con un delineado muy fino y siempre en marrón, que funcionará como una cirugía imperceptible pero efectiva… ¿Que los personajes de Bouguereau no llevarían un maquillaje tan favorecedor y sugerente? Sí, es verdad, pero el resultado es tan útil para el día a día que la mirada celestial tiene ciertas concesiones beauty. Las pestañas postizas son opcionales, pero el efecto de criatura divina es indudable.

Los labios son la otra parte de esta tendencia que está más influida por las modas del 2022 que por la estética de los ángeles tradicionales. El perfilado y consiguiente overlip en marrón, creando así unos labios más voluminosos, es colmado por una generosa capa de gloss, para potenciar aún más la sensación de rostro brillante.

Estos pasos conformarían la estética 'angelcore', que parte siempre de la inicial preparación de la piel. Encontramos aquí dos teorías. Por un lado, hay quienes prefieren un glow jugoso, al estilo de la glass skin o glazzed skin y que se conseguiría a base de una rutina de skincare hidratante y un maquillaje fluido, seguido de rubor e iluminador cremosos. La otra opción es crear una piel flawless, matizando la piel con polvos y haciendo especial hincapié en el área bajo los ojos. De este modo, el rostro parece realmente el de un ángel de un cuadro romántico.