Megamáscara de pestañas y mejillas rosas: el maquillaje de Leonor cumple la mayoría de edad

Tras dos años cursando el Bachillerato Internacional en el Atlantic College de Gales, la princesa Leonor se graduaba el 20 de mayo. Para la importante cita, Leonor elegía un vestido rosa fucsia de la firma Apparentia de estética ligeramente noventera, el outfit perfecto para que maquillaje y peluquería siguieran la misma tónica.

Sin embargo, si hace unos meses la voluminosa melena a capas fue la protagonista del look de Leonor para el concierto de los Premios Princesa de Asturias, ahora su revolución beauty se ha centrado en su maquillaje. Con los 18 años a la vuelta de la esquina, la Princesa comienza a coquetear con los maquillajes más marcados.

Hasta la fecha, lo máximo que habíamos visto en la mirada de la Princesa era un toque de máscara de pestañas, casi exclusivamente para oscurecerlas. En vez de trabajar sobre su forma, curvatura, grosor o longitud, tan solo se las hacía visibles. Sin embargo, para la graduación, las pestañas de la heredera estaban mucho más marcadas, con cuerpo y con la finalidad de hacer destacar sus ojos.

El maquillaje de los ojos implicaba a uno de los cosméticos preferidos de la reina Letizia, el lápiz de ojos cremoso y de brillo cromado. En vez de extender una sombra a lo largo de la línea de las pestañas inferiores, el equipo de maquillaje de doña Letizia perfila el párpado inferior con un lápiz de colores que destaquen el color de sus ojos. Al recurrir a un lápiz cremoso, este resulta fácil de extender y difuminar, arrojando un resultado más natural. Este mismo truco lo veíamos en el último maquillaje de Leonor.

En vez de los colores habituales de la Reina, para destacar el color azul de los ojos de la Princesa, se utilizaba un lápiz grisáceo, más frío, con el que el tono de su iris resplandecía mucho más. Pero no todo quedaba en el párpado inferior, pues en el superior también se delineaba la línea de las pestañas. Con un finísimo trazo de eyeliner, se perfilaba y remataba en un pequeño cat eye que se perdía entre las pestañas. La guinda del maquillaje, con la que se conseguía una mirada más dramática, pero sin resultar recargada, era la máscara de pestañas.

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En esta ocasión, tanto las pestañas superiores como las inferiores se trabajaban con máscara de pestañas negra de raíz a punta, para que quedaran perfectamente peinadas y separadas. Su longitud y curvatura abrían mucho la mirada, llenándola de luz a pesar de que se hubiera optado por un maquillaje más oscuro. Si bien es cierto que se aprecia algo de oscuridad en el párpado superior, acentuando un ojo más rasgado en tonos grisáceos, resulta difícil distinguir exactamente cómo se realizó esa parte del maquillaje. Otro de los importantes cambios en la mirada de la recién graduada eran sus cejas.

Al tratarse de un pelo muy claro, las de Leonor tienden a parecer invisibles, pero maquillarlas en un tono más oscuro endurecería sus facciones y haría el maquillaje mucho más adulto. La solución ha pasado por peinarlas y fijarlas con un gel transparente. De este modo, las vemos más presentes y definidas, pero sin distorsionar su imagen natural.

Piel natural, pero con matices

El resto del rostro de la Princesa mantenía esa sensación de look de transición entre la adolescencia y la edad adulta, por llamarlo de alguna forma. Mientras la piel parecía aún natural, apenas corregida en algún área, resaltaban sobre todo sus pómulos. Las mejillas de Leonor eran cubiertas por un rubor rosado, muy cercano al color en el que su piel se ruboriza de forma natural. De este modo, además de conseguir un rostro saludable, los pómulos parecían más altos. El sutil toque del colorete se acompañaba también del iluminador, aplicado con la misma certeza y delicadeza.

Sobre el tabique de la nariz, esta destacaba un brillo dorado que potenciaba la línea recta del tabique. El mismo iluminador se aplicaba también sobre el hueso del pómulo, realzando de nuevo su prominencia y arrojando más luz en la mirada.

La melena de reminiscencias de telediario ha pasado de ser un peinado puntual en el abanico de looks de Leonor a ser su look estrella, capaz de adaptarse a diferentes eventos y potenciando todas las cualidades de su cabello. De nuevo veíamos las capas largas, debidamente pulidas con las puntas hacia el interior para crear una melena estructurada y con un volumen muy esponjoso, siguiendo al pie de la letra las tendencias capilares del momento. El cabello cerraba el look nineties elegido por la heredera del trono para el cierre de su etapa en el Atlantic College.

El último gesto beauty inspirado en la reina Letizia podría ser la manicura de la Princesa y de su hermana Sofía. Ninguna de las dos lucía esmalte en sus uñas, a pesar de tenerlas perfectamente cuidadas y pulidas. Sofía sí ha coqueteado con los colores veraniegos, pero de momento parece que ambas hermanas optan por llevar las uñas al natural.