Colorete rosa en las ojeras, el truco de TikTok que hará que te compres un rubor en crema

TikTok lo ha vuelto a hacer y ha encontrado un revolucionario nuevo uso para un cosmético tradicional: el colorete. Algo tan arriesgado como aplicar rubor de mejillas bajo los ojos puede cambiar tu cara y va camino de colarse en la selecta lista de trucos inesperados que realmente funcionan.

Existen decenas de técnicas para aprender a dar con el tono de base perfecto; sin embargo, cuando se trata de conseguir un corrector de maquillaje, la tarea se complica. A la elección del tono, la cobertura, el acabado o la textura se le suma una cualidad que a veces pasamos por alto, para qué lo vamos a utilizar.

Cuando hablamos de un corrector, concealer, cubreojeras o cualquiera de sus nombres, ya no solo pensamos en que nos cubra, podemos pedirle que se convierta en la alternativa a la base de maquillaje o incluso que actúe como iluminador.

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Estas extendidas dudas sobre el uso del corrector no son, sin embargo, las que han llamado nuestra atención ni las que han convertido el rubor de Rare Beauty en un top ventas, ni siquiera acumulan millones de reproducciones en TikTok. El nuevo ‘business’ del corrector es en realidad su nuevo aliado, o puede que más bien contrincante, el rubor cremoso.

Su textura similar hace que el colorete fluido o las barras de labios puedan convertirse en un cosmético multiusos, pero sus tonalidades, más próximas a los rosas y rojos, delimitaban su área de influencia a labios, mejillas y párpados… Hasta que el tiktoker @paintedbyspencer cambió las normas y dijo: “Si no estás difuminando tu rubor en el área debajo de los ojos, no sabes lo que te lo estás perdiendo, solo digo eso", mientras se aplicaba un rubor rosa en la zona de las ojeras.

Aunque el maquillador tan solo daba ligeros toquecitos con un rubor rosa empolvado en la parte alta del pómulo, rozando sutilmente las ojeras, el sutil brillo satinado y el leve tono del cosmético lograban atenuar la oscuridad de la ojera e iluminar la mirada.

Los resultados, similares a los de un filtro de Instagram y con los que el maquillador potenciaba aún más la elevación de sus pómulos, no tardaban en despertar la curiosidad de los usuarios de la plataforma que, como es costumbre en TikTok, reinventaban la técnica y la hacían suya. Huyendo del acabado más empolvado del colorete tradicional, los rubores cremosos tanto fluidos como en stick son los responsables del maquillaje viral.

El nuevo truco están en dar tan solo dos toques de rubor cremoso en el área de las ojeras y acompañarlos casi de forma yuxtapuesta de otros dos toques de tu corrector habitual. El siguiente paso es tan sencillo como difuminar con toquecitos hasta que ambos colores se entremezclen, pero nunca arrastrando el producto. Gracias a la textura de ambos, no tardan en entremezclarse, creando un tono muy similar al de la piel, pero con un matiz rosado con el que esta parece refrescada. El opcional paso final sería sellar este colorete de las ojeras con polvos sueltos, creando un look muy parecido al de las mejillas pletóricas de las Kardashian.

La explicación a este efecto óptico está, una vez más y como ya ocurriera con los rubores morados que se convertían en rosas fríos, en la teoría del color. La mayoría de las ojeras se mueven entre los tonos grises, aceituna o azulados por el menor riego sanguíneo de esta zona. Solo hay que buscar los tonos opuestos en la rueda de color para neutralizar este tono.

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El maquillador que inició esta moda aplicaba un colorete rosado porque su piel era clara, mientras que el resto de tiktokers ha ido adaptando el tono del rubor al color de su piel, así vemos como las pieles más oscuras se ven beneficiadas de los tonos que tienden al melocotón o al coral. Ocurre lo mismo que con el corrector salmón, que se adaptaba a todos los tonos de piel y que corrige el color grisáceo de la ojera.

La finalidad de este colorete bajo los ojos no es solo neutralizar el color oscuro de la ojera, también juega a subir el tono de la piel, sin llegar a las ojeras rojizas que se pusieron de moda en Japón y Corea del Sur y que buscaban emular un rostro enfermo. Con el mix del corrector y el rubor, lo que se consigue es matizar el maquillaje hacia un tono más rojizo, similar el efecto que buscamos en las mejillas con ese toque de colorete natural y sonrojado.

Un error bastante extendido en el maquillaje es aplicar el rubor demasiado bajo y, por tanto, no lograr una mejilla alta y que arroje luz en la mirada, sino que se pierda con otros cosméticos y las facciones no se acentúen. Al aplicar el rubor en una zona tan alta, la sensación es la de un mayor volumen y, como consecuencia, una reducción de la ojera.

Por supuesto, para dar con la personalización cosmética máxima, prácticamente existen corrientes sobre cómo conseguir la mejor versión del colorete-ojera. Hay quienes aplican el rubor bajo el ojo, pero lo más pegado posible al lagrimal para lograr una mayor tridimensionalidad, pero también hay quienes aplican más de dos toques de cada cosmético o incluso quienes incorporan distintas tonalidades de colorete para dar con un tono ultrapersonalizado. El resultado, como ha demostrado TikTok, es siempre el mismo.