La manicura inspirada en el Barroco (con mucho oro y angelotes) ya es tendencia

Ha llegado el momento, en 2023 llevaremos la manicura barroca. Todo comenzó hace unos años, puede que incluso en aquella vida prepandémica en la que buscábamos en las redes sociales diseños aspiracionales que nunca nadie hubiera visto antes. Los esmaltados de algunas manicuristas rusas que emulaban el pan de oro del Barroco nos parecían una virguería que jamás se pondría de moda en todo el globo… Pero TikTok les puso un # delante, la cantante Lizzo se las pidió a su manicurista de confianza y, boom, la manicura barroca se convirtió en tendencia.

Las encontrarás bajo muchos nombres, desde barrocas hasta católicas, del sagrado corazón, Versalles e incluso bizantinas. Cada una con su matiz, eso sí, comparten elementos comunes: tienen volumen 3D, incorporan abalorios o charms, combinan colores y tienen oro, mucho oro.

Como si de un relicario se tratara, la lámina de la uña incorpora elementos decorativos lo suficientemente voluminosos como para llamar la atención. El minimalismo, como en el Barroco, no existe. Cuanta más decoración, mejor, hasta imágenes de la Virgen, angelotes o mármoles son bienvenidos.

¿Recuerdas que la temática ‘Gilded Glamour’ fue la elegida para la gala del Met de 2022? Pues aquí la idea es un poco la misma, un batiburrillo de inspiraciones ostentosas y recargadas entregadas al oro. Algunos manicuristas toman directamente lienzos barrocos o incluso los propios marcos que los protegen, como referencia de sus creaciones.

Es así como vemos cielos plagados de nubes, stickers de angelotes y cualquier elemento de la iconografía católica decorando de forma aleatoria las uñas. En la manicura barroca no se sigue un diseño lineal, sino que se decora la uña un poco al gusto, rellenando esquinas rozando el ‘horror vacui’.

Encontramos, por ejemplo, manicuras que se inspiran en las engalanadas paredes del palacio de Versalles, jugando con colores azul cielo y brocados dorados, sin apenas relieves. Los querubines hacen acto de presencia en la manicura Versalles, también denominada como ‘royal’. Las descripciones de TikTok se alejan mucho de la lógica, pero devuelven creaciones de lo más original.

Imágenes que asociamos más al imaginario religioso de España o Italia protagonizan otro tipo de las que la prensa internacional ha decidido bautizar como manicuras barrocas. Sagrados corazones bordeados con una hilera de diminutas perlas o perfilados en oro, fragmentos de retablos, crucifijos y, sí, joyas.

Los charms para nail arts o abalorios entran en el juego convirtiéndose en el elemento más llamativo de cada uña. Por supuesto, en dorado, su finalidad es la de crear un contraste muy marcado frente al esmalte de base.

Y si combinamos el oro, las joyas y las perlas, ¿qué podemos tener? Sí, las manicuras bizantinas. Si Teodora levantara la cabeza y viera que su famoso mosaico ha dado lugar, varios siglos después, a una tendencia de manicura…

Pero, aunque haya sido en 2023 cuando las manicuras con detalles de pan de oro han dado el salto a la fama, la revista 'Byrdie' apuntaba a su regreso años antes de que las manicuristas rusas comenzaran a postear sus delicadas creaciones y mucho antes de que Lizzo -icono del nail art- las luciera en azul bebé.

Elle Gerstein, manicurista de confianza de Blake Lively, creó para el look de la actriz en la Met Gala de 2018 un esmaltado burdeos de brillo perlado que incorporaba joyas de estética barroca en algunas uñas. La temática de aquel año era 'Heavenly Bodies: Fashion and the Catholic Imagination' ('Cuerpos celestes: la moda y la imaginación católica').

Cuesta, por tanto, identificar quién originó la tendencia o quién la recuperó, pero de lo que no hay duda es de que, sí, las uñas barrocas están de moda.