Los cosméticos botánicos detrás de la superpiel de Emma Stone en la temporada de premios

Contar con Emma Stone en el equipo, bien sea en la gran pantalla, en el front row o en el tocador, es aval de éxito. Gracias a su papel de Bella Baxter en ‘Pobres criaturas’, la actriz ha elevado aún más su estatus de estrella al haber incorporado elementos del personaje en su estética actual, como también ha hecho Margot Robbie.

Los colores pastel o los volúmenes se han colado en su armario, pero la presencia de Bella en su look beauty, aunque más discreta, también es incuestionable. En el film, Emma Stone aparentemente no lleva nada de maquillaje, creando una imagen natural, bucólica, infantil.

El protagonismo pretende recaer en su cabello, que crece a mucha mayor velocidad que el de cualquier ser humano. Nadia Stacey, la maquilladora y estilista de la cinta, llegó a colocar extensiones de más de un metro de largo sobre el cabello de Stone.

En el look de Emma sobre la alfombra, el efecto Bella se traduce en un imperturbable labial melocotón que busca pasar desapercibido y en una piel, simplemente, impoluta. Una piel de bebé, inmaculada pero tan luminosa que sabemos que hay truco. Además, el maquillaje de Emma Stone siempre manda un mensaje.

El truco lo sabemos gracias a las mujeres que orquestan cada aparición de la actriz: Rachel Goodwin y Lisa Eldridge. Son dos de las maquilladoras más respetadas de la industria, y mientras una maquilla a Emma Stone, los productos de maquillaje de la otra son los que le dan color.

¿Por qué entonces hablamos de cosmética botánica?

En el sinfín de posts de todo el mundo detrás de cada look de Emma, desde el peluquero hasta el asistente de maquillaje, siempre hay un agradecimiento que no falla: Monastery, una marca de cosmética 'made in California' que se define como cuidado de la piel botánico y curativo.

Ingredientes como la salvia, la lavanda, la pimienta rosa, la granada, el jazmín o la rosa de Damasco son la base de los cosméticos que formula Athena Hewett, esteticista con más de 20 años de carrera y de ascendencia griega -fundamental para el desarrollo de sus productos-, y que se elaboran en su propio laboratorio de San Francisco.

Una parte fundamental de la marca y presente en todos sus rituales son los aceites. El primer paso es siempre el uso de un aceite limpiador, responsable de diluir todas las impurezas y limpiar la piel, sin resecarla. Pero el aceite se cuela también en sus sérums y en su bálsamo multifunción, apto para el cuidado de las manos, del cuerpo y del rostro.

El pilar de la marca es curar la piel, para lo que los ingredientes botánicos se formulan para evitar cualquier tipo de irritación y poder ser aplicadas, también sobre pieles sensibles y dañadas. “Los ingredientes más raros. Sin rellenos, ni conservantes”, se definen desde la marca.

La relación entre Emma Stone y Monastery es de varios años, ya en la Met Gala de 2022. La maquilladora Rachel Goodwin fue la que comenzó a introducir sus cosméticos en el skincare. La propia maquilladora ha confesado en más de una ocasión que la marca de skincare se ha convertido en el truco para tratar la piel de sus clientes antes de realizar el maquillaje. “Hacen que cada uno de mis maquillajes sea más especial”, confesaba.

En el neceser de Emma Stone

Sobre la piel limpia -el primer paso para acondicionarla de cara al posterior maquillaje y las largas horas expuesta a los focos-, la maquilladora aplica ALOE Hyaluronic Moisture Boost, un sérum tipo booster para asentar el sándwich de hidratación responsable de la jugosa y natural piel de Stone.

Además de combinar ácido hialurónico de dos pesos moleculares para favorecer su penetración y favorecer la hidratación de la piel, estos están suspendidos en aceite de salvia y de lavanda, en una fórmula tipo gel de rápida absorción derivada del aloe vera, de ahí su nombre. En el caso de las pieles grasas, el potente cóctel de hidratación del sérum permitiría utilizarlo solo, sin necesidad de añadir el paso de la crema.

No es el caso de Emma Stone, cuya piel es muy sensible y con tendencia a la sequedad. Así, el sándwich que crea Goodwin para la actriz sigue con otras dos capas hidratantes: el FLORA Botanical Cream Serum, seguido del ATTAR Floral Repair Concentrate. Es decir, al potenciador o booster le suma un sérum también de ácido hialurónico de doble peso molecular que contiene aceites frutales y florales, ácido ximénico (que refuerza la barrera de la piel), el ácido elágico (que impide la formación de la melanina) y fitoesteroles.

El sérum va seguido de la hidratante concentrada, que no está formulado con aceites esenciales, pero, en su lugar, combina extractos de rosas, avellana o semilla de rosa mosqueta para aportar ácidos grasos a la piel y lograr una capa hidratante que reduce la apariencia de las arrugas.

Este combo hidratante cambia la piel de Emma Stone, pasando de una piel seca y sensibilizada a una hidratada y jugosa y preparada para aplicar el maquillaje. Pero también ayuda a reducir considerablemente su uso. Por ejemplo, en los premios Bafta, la actriz solo llevaba base de maquillaje, iluminador y rubor para trabajar la piel, ni corrector ni contorno eran necesarios.

Emma Stone ha sabido escoger su equipo de confianza sabiamente. Nadia Stacey la ayudó a construir a Cruella de Ville e incluso recibió una nominación por su trabajo en los Oscar de 2022, y Rachel Goodwin es su maquilladora para todos los eventos especiales, desde las promociones por todo el mundo hasta el desfile por todas las entregas de premios. Monastery y Lisa Eldridge son los nuevos fichajes del exitoso ‘team Stone’.