El regreso de los mall bangs, los flequillos con volumen de los primeros 90, es una realidad

Identificar el origen del nombre ‘mall bnags’, flequillo de centro comercial, es casi tan complicado como explicarle a alguien que no recuerda de forma consciente los años 90 -porque nació ya en el siglo XXI o porque era tan pequeño que en su cerebro no están grabados los flequillos de las gemelas Olsen, Topanga, las primeras temporadas de ‘Friends’ y cualquier ‘chica de los 90’-.

Pero es un hecho, los flequillos finos, voluminosos y peinados con secador o rulo, ya están aquí. En todas sus versiones, incluso con diadema de licra incluida.

Aprovechando el éxito de los cortes de pelo del momento, que han popularizado las melenas con capas, los desfilados frontales hechos a medida para cada rostro y los flequillos curtain, la forma de peinar y moldear el cabello del mall bangs resurge como ave Fénix.

Un furtivo comentario en Reddit, acreditaba el flequillo tupé, que Whitney Houston llevaba de forma magistral y las adolescentes de los 80 y 90 llevaban terroríficamente, como ‘flequillo de centro comercial’, “así lo llamaban nuestros profesores".

No es que se tratara de un peinado icónico, sino que era el peinado que toda chica de los 80-90 llevaba así porque sí, como el accesorio a una melena o incluso a un pelo corto. Entre sus utilidades estaban, por ejemplo, enmarcar el rostro, aportar volumen y movimiento o romper un poco la estructura de las melenas largas y sin forma de la época.

No se trataba de un flequillo determinado. No ibas a la peluquería y preguntabas por el altísimo flequillo (casi tupé) de Tess en ‘Armas de mujer’ o por los cuatro pelillos que caían sobre la frente de Pamela Anderson en ‘Los vigilantes de la playa’. Cualquier flequillo era apto de ser un mall bang.

Se trataba del flequillo que todas las chicas jóvenes de la época jugaban a ser estilosas, tras un concienzudo peinado casero. Fuera como fuera tu corte de pelo, construías tu flequillo con volumen, ligero y curvo. Quizá la única condición era cortar el cabello de forma proporcional a las dimensiones de la frente, el resto era el inicio de la globalización capilar.

La versión del mall bang en 2024 comparte similitudes con el corte retro, pero también tiene importantes cambios, que lo alejan de los excesos vistos en los primeros 90. Si no viviste esa década, no puedes entender lo terribles que llegaron a ser algunos estilismos.

Por ejemplo, el volumen y la altura del peinado nunca será tan alto ni artificial, ya que, aunque respeta la forma curvada, se peina más hacia abajo, levantando tan solo la raíz. Si el volumen se reduce, la densidad del mall bang se aumenta.

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Aunque sigan la estela de los flequillos curtain (largos y finos) y de los desfilados frontales que enmarcan el rostro, estamos ante flequillos más tupidos que los mall bang originales, que cortan y peinan una mayor cantidad de cabello.

En una de las últimas apariciones de Nicole Kidman, su forma de levantar la raíz, sin siquiera llevar flequillo, fue identificada por Allure como una versión soft del mall bang, prueba de la versatilidad del look, al menos de su reinterpretación de esta década.

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Gracias, en parte, a la inmensa variedad de herramientas para moldear el cabello de las que disponemos en la actualidad, la forma, altura y duración del flequillo curvo, no solo se adaptan a las diferentes tipologías de cabello, también ayudan a crear mall bangs mucho más naturales. Apenas vemos laca o efectos tupé en las versiones del flequillo vistas en los principales streets styles de las semanas de la moda.

El mall bang ha vuelto, pero ya no da susto, ahora es chic.