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El pañuelo palestino o la confusa mezcla entre moda e ideología
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El pañuelo palestino o la confusa mezcla entre moda e ideología

La polémica está de nuevo servida. La sensación de esta temperada en las grandes cadenas de moda no es otra que la tradicional kefia, vulgo “pañuelo

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El pañuelo palestino o la confusa mezcla entre moda e ideología

La polémica está de nuevo servida. La sensación de esta temperada en las grandes cadenas de moda no es otra que la tradicional kefia, vulgo “pañuelo palestino”. En los países nórdicos ya lleva más de un año causando furor, y los cool hunters que se pasan el día Fuencarral arriba y Fuencarral abajo para enterarse de las tendencias más actuales se han cansado de verlos durante este invierno. Los diseñadores y las tiendan lo saben y han empezado a sacar diferentes versiones. La más trendy lleva apellido de origen español, Balenciaga.

La prenda de la casa creada en torno al diseñador vasco mezcla los tonos rojos y negros con flecos dorados, a los que añade distintos abalorios también en dorado o cobre. Incluso la utiliza a modo de vestido... claro que para el común de los mortales se sale del presupuesto. Pero para eso está Amancio Ortega, que las vende en Pull & Bear por 7,95 euros, aunque la verdad, siempre resulta más recomendable (y coherente) hacerse con una original en los puestos callejeros de los domingos en la plaza de Tirso de Molina de Madrid, por ejemplo.

A pesar de lo que pueda parecer, la kefia lleva instalada en nuestra sociedad bastante tiempo. Muchos jóvenes, bastante despreocupados por las últimas tendencias pero interesados en temas políticos, la llevan usando años, aunque no por simple moda, sino como una expresión de libertad.

La 'kefia', un auténtico símbolo

Fue en 1979 cuando, gracias a la reunión mantenida entre Yasir Arafat y Adolfo Suárez en la que el líder palestino vistió su característico pañuelo, la kefia comenzó a hacerse un hueco en el armario de muchos jóvenes progresistas. La prenda se había convertido en un signo de la conciencia del que la llevaba acerca de la causa palestina, porque antes del comienzo del conflicto con el estado de Israel, la kefia ya era una prenda ampliamente extendida en la región.

Casi todos los gobernantes palestinos lucían en sus cabezas la kefia con el fin de dejar clara su procedencia, como una suerte de signo claramente identificativo. Algo más tarde, durante la Intifada, servía a los jóvenes de la zona para que el Ejército israelí no pudiera reconocerles cuando les tiraban piedras. La kefia, en cualquier caso, no es una prenda circunscrita al ámbito palestino: en varios países árabes se hace un profuso uso del pañuelo, aunque existen todo tipo de variaciones regionales, con diferentes estampados y colores.

Basta con que David Beckham, la modelo Ferja Breha o David Bisbal usen la prenda (o con que una cadena de moda democrática la produzca en serie y a gran escala) para que se convierta en un fetiche de temporada más. La kefia es muchas cosas, y como tal puede ser considerada desde una prenda militar a una regional o religiosa. Por lo tanto, es importante ser perfectamente consciente a la hora de usarla de cuál fue su uso original, para así poder reinterpretarla correctamente. La moda consiste en dotar de un nuevo significado al conjunto de prendas que nos ponemos, creando un mensaje que aporta más valor que la suma de lo que quiere decir cada pieza por separado, pero no hay que olvidar que no deja de ser un discurso social más, y que en los discursos el principal elemento que aporta credibilidad es la coherencia interna.

La polémica está de nuevo servida. La sensación de esta temperada en las grandes cadenas de moda no es otra que la tradicional kefia, vulgo “pañuelo palestino”. En los países nórdicos ya lleva más de un año causando furor, y los cool hunters que se pasan el día Fuencarral arriba y Fuencarral abajo para enterarse de las tendencias más actuales se han cansado de verlos durante este invierno. Los diseñadores y las tiendan lo saben y han empezado a sacar diferentes versiones. La más trendy lleva apellido de origen español, Balenciaga.