Dos vestidos por noche: la nueva moda entre las actrices e infuencers en las galas

La última tendencia en bodas, consistente en no apostar por un único vestido de novia, sino por elegir uno para la ceremonia y otro para la celebración posterior, ha llegado ahora al mundo de la alfombra roja. Mientras que los vestidos pensados para la alfombra roja han de lidiar con la presión de ser los elegidos para protagonizar las portadas y para llevarse los titulares, las críticas y el estrés de estar o no incluidos en los mejores looks de la noche, los diseños relegados para la fiesta son mucho más libres y por ello, mucho más jugosos. Para los estilistas, es la oportunidad perfecta para aumentar su trabajo, apostar por diferentes marcas en una misma noche y poder elegir modelos más clásicos y otros más arriesgados.

Para las celebrities, es la posibilidad perfecta para acaparar todos los titulares por llevar dos looks dignos de aplauso o, en el caso de fallar con uno de los looks, poder resarcirse con el segundo. Si existen las segundas oportunidades, en la industria de la moda estas radican en cambiar de vestido tras pisar la alfombra roja para acudir a la posterior fiesta.

Además, las estrellas tienen la oportunidad de poner los cuernos a firmas con las que tienen suculentos contratos para poder llevar otros modelos al terminar la gala, como demostró en dos ocasiones Jennifer Lawrence, que tras acudir vestida de Christian Dior -por contrato, claro- durante dos años a los Oscar, se presentó en la fiesta de 'Vanity Fair' con modelos de Tom Ford y de Alexander Wang.

Otra de las causas por las que las actrices se cambian de vestido para salir de fiesta es, por supuesto, la comodidad. En la gala de los Goya las actrices, modelos e influencers lucían sus modelos de fiesta para pisar la alfombra roja, pero para acudir a la fiesta celebrada por Orson Salazar más tarde, se decantaban por modelos mucho más cómodos y atrevidos. También hemos de sumarle a esta situación el que no es cómodo ni funcional salir de fiesta con un vestido de grandes volúmenes y de materiales delicados que puedan terminar manchados por las bebidas o por la comida, especialmente ahora que la comida rápida es uno de los platos preferidos de las fiestas posteriores a las galas. ¿Quién quiere devolver su vestido de Valentino manchado de kétchup?

Una de las pioneras en el doble vestido fue Cameron Diaz, que acudió en 2010 a los Oscar enfundada en un vestido de Oscar de la Renta que más tarde cambió por un vestido asimétrico de Victoria Beckham. Aunque es habitual ver esta tendencia en los Oscar y en los Globos de Oro, por supuesto es en la gala del MET donde los cambios son más drásticos. Aunque las asistentes suelen apostar esa noche por la misma marca, hay quien 'traiciona' a la firma que ha sido su acompañante en la alfombra roja para decantarse por otro modelo más cómodo después.

Mientras que Gigi Hadid cambió su espectacular Atelier Versace por un cómodo traje de la firma, Priyanka Chopra se quitó su vestido de terciopelo de Ralph Lauren para ponerse un cómodo traje de dos piezas de Alberta Ferretti. ¿Que si ha tenido la actriz algún problema con Ralph Lauren por haber cambiado de marca para salir de fiesta? Para nada. De hecho, la firma se encargó de dar forma a su vestido de novia.

La conclusión de esta tendencia es que en la moda, el 'a mí me daban dos' sale rentable para todos. Y a los medios de comunicación, para qué negarlo, nos da la vida, trabajo y un motivo más para analizar las tendencias.