El cambio de estilo de la novia de Alonso Aznar coincide con el cierre de sus redes

La modelo Renata Collado, pareja de Alonso Aznar, mantiene un perfil bajo en lo que se refiere a apariciones. Solo la vemos en eventos de alto copete como la boda de Álvaro Falcó e Isabelle Junot de este fin de semana. Para el evento, la modelo eligió un vestido barroco de estética primaveral: largo, de corte sirena, semitransparente y elaborado en tul y encaje en tono verdoso, con escote ilusión y un efecto halter.

Un estilo más cargado del que era habitual en ella y coincide con el cierre de su perfil de Instagram, donde nos permitía asomarnos de vez en cuando a su vida personal.

“Renata Collado es una fotógrafa y productora que ha vivido en México, Nueva York y Namibia, donde ha trabajado intensamente con la fauna y la flora silvestres, así como con la educación de las comunidades locales. Su preocupación por el medioambiente la ha llevado a viajar por el mundo en busca de causas inspiradoras que documentar con su cámara”. Así se define a sí misma en su página web, pero lo que hoy nos ocupa es su estilo. La novia de Alonso Aznar se ha convertido en una de las mujeres más buscadas a causa de su relación, y el que entre sus laborales profesionales destaque ser freelance de la revista ‘Vogue’ indica que es una apasionada de la moda, algo que a su vez queda claro al analizar sus looks. Su perfil de Instagram es el de una viajera empedernida que ama los animales y la naturaleza, y que disfruta con sus amigos. Su estilo es bohemio, pero sin lugar a dudas se compone también de ese 'allure' diferenciador del que todo miembro de la jet set dispone.

Es la invitada de boda perfecta, donde apuesta por elegantes vestidos con sutiles transparencias y dibujos florales de Alberta Ferretti. Su armario aúna las máximas de los desfiles de Chloé, que se caracterizan por una apuesta boho ajena a estridencias capaz de no perder de vista la elegancia pese a no recurrir jamás al clasicismo más habitual.

Gracias a ella hemos descubierto exquisitas marcas con las que acertar en celebraciones especiales, como la firma mexicana Cynthia Buttenklepper. De esta marca tiene un vestido maxi de escote en uve rojo y silueta holgada capaz de convertirse en un diseño todoterreno, pues aunque es idóneo para fiestas y cenas especiales, también puede funcionar para tardes de shopping o incluso como vestido vacacional 24/7 con ayuda de unas sandalias planas.

Es también experta en abrazar looks capaces de pasar de la oficina al afterwork sin necesidad de pasar por casa, pues domina la estética athleisure office al combinar pantalones de talle alto de tejidos livianos con camisetas blancas básicas, que funcionan así como camisas, chaquetas blazer y zapatillas de deporte.

Renata adora la moda slow fashion y apuesta por ello por plataformas como Es Fascinante, una empresa 'made in Spain' que vende marcas de vocación anti fast fashion. No es una víctima de las tendencias ni ha caído en las redes de los it bags que arrasan en Instagram, sino que presume de un estilo sosegado, sobrio y muy personal en el que tan solo abraza a las grandes firmas cuando la ocasión lo merece.

Algunas de sus instantáneas hacen de ella la reina del street style, donde apuesta con acierto por looks que recuerdan a los que las reinas del estilo llevaban antes de que Instagram convirtiera a las influencers en clones. No cabe duda de que ahora que su relación sentimental está en boca de todos, va a recibir innumerables ofertas procedentes de diversas marcas de moda que, sin lugar a dudas, estarán encantadas de contar con ella como embajadora. La duda es si estará dispuesta a darles un giro a sus redes, que todavía funcionan como una bitácora de estética bohemia, para hacer de ellas un escaparate de las marcas. ¿Ganará su espíritu Jane Goodall, su referente, o se pasará al bando de Tamara Falcó, con la que siempre la comparan? Pronto lo sabremos.

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