Por qué buscamos conjuntos de dos piezas en lugar de vestidos

El pasado 6 de julio arrancaba la 74º edición del Festival de Cine de Cannes y, con permiso de las veteranas en este certamen, todos los flashes de la alfombra roja apuntaban hacia Ester Expósito. No solo porque es una de las actrices cuyo nombre no deja de sonar desde que apareció por primera vez en los créditos de ‘Élite’, sino porque su impactante look no dejó a nadie indiferente. Se trataba de una pieza de intenso color morado que, aunque era un vestido, jugaba a ser un bandeau atado al cuello conjuntado con una falda colocada a la altura de la cadera. “Para su primer Cannes era algo inesperado y diferente, muy moda”, nos cuenta el estilista personal de la intérprete, Víctor Blanco, quien explica que pese a que tuvieron muchas otras opciones entre las que elegir para esa noche tan especial, se decidieron por este diseño hecho a medida por Etro por su aire novedoso y juvenil. “Ya tendremos tiempo de vestidos de gala con brillos o volúmenes… Además, el calor de Cannes agradecía algo así”, cuenta.

No era la primera vez que estrella y estilista jugaban con acierto con las aberturas o, directamente, las dos piezas. De hecho, horas antes de posar en la jornada inaugural del festival llegaba a la Croisette con un dúo tie-dye azul y blanco de Prada compuesto por un top de manga corta y unos shorts que, en palabras del responsable de la imagen de la actriz, es “un rollo joven, cool y veraniego” que te permite jugar con la moda; y días atrás había liderado las listas de las mejor vestidas del Festival de Cine de Málaga tras presentarse en uno de los estrenos con una creación de Oscar de la Renta en rojo sobre la que aparecían flores tridimensionales tanto en el palabra de honor como en la falda larga que la acompañaba. Aunque muy diferentes entre sí, estos looks tienen un hilo conductor, el hecho de ser piezas independientes que van emparejadas. Bautizados como 'co-ords' por las más expertas, han pasado de verse de manera esporádica desde hace un par de años a estar por todas partes a pesar de que, como recuerda Víctor Blanco, a quien mejor puede sentarle es “a alguien con poca cintura, pecho y cadera”.

Dúo infalible

La idea no puede ser más sencilla. Es la de jugárselo todo a una carta, pero teniendo un as guardado en la manga. De un primer vistazo puede parecer una sola pieza con efecto cut out como las que también están de plena actualidad, pero la realidad es que ambas partes permiten ser lucidas por separado y es esa versatilidad la que los vuelve irresistibles. Porque aunque las reglas del juego establezcan que deben llevarse juntas, esto no implica para que las más atrevidas se animen con éxito a mezclar prints sin miedo a equivocarse explotando su rentabilidad.

No creas que estamos ante ninguna innovación porque lo más probable es que tu abuela ya lo llevara antes que tú. Con otras directrices marcadas, claro está, pero coordinando una parte superior con otra inferior idéntica al fin y al cabo. De ahí que haya tantas versiones de hacer frente a esta tendencia. Puede seguirse como hacían en el siglo pasado, con blusas y faldas midi juego, con trajes estampados de efecto caleidoscópico, con minifalda y chaqueta al más puro estilo Cher -no la camaleónica artista sino el personaje interpretado por Alicia Silverstone en la película de culto entre fashionistas ‘Clueless’-, pero también con top y pantalón como los que se vieron sobre la pasarela y ahora se han vuelto virales por obra y gracia de Instagram.

Nos ha pillado por sorpresa la proliferación de estos conjuntos que prometen tantas vidas a las dos prendas pese a que lleva varias temporadas insistiendo en ver la luz. Pudimos haber tomado como pista de este pequeño boom el hecho de que los twin set, esos combos de top y chaqueta confeccionados en punto de lo que probablemente terminaste hartándote por lo omnipresentes que se volvieron el pasado invierno, pero la realidad es que nunca terminamos de creer que esta tendencia acabaría dando tanto juego tanto en clave informal como en grandes ocasiones. Una falta de previsión clara por nuestra parte porque, si la inspiración en los 90 ha hecho que vuelvan a nuestras vidas los polos, las sandalias con plataforma y los mom jeans, ¿por qué no iba a hacerlo también el concepto de total look? Lo que está claro es que, ahora que las cartas están sobre la mesa, no estamos dispuestas a perder la partida.