La firma fetiche de Kate Moss compra la marca referente de Victoria Beckham
Self-Portrait, la marca preferida de la generación Z, ha sorprendido a la industria al comprar Roland Mouret
Cuando salió a la luz la noticia de que Roland Mouret entraba a concurso a causa de los malos resultados fruto de los estragos ocasionados por el coronavirus, pensamos inmediatamente en cómo la firma, una de las primeras en abrazar con orgullo sobre la alfombra roja las curvas de las celebridades, fue la fuente de inspiración de Victoria Beckham cuando comenzó en la moda. La diseñadora se adentró en la industria de tendencias presentando una colección de diez vestidos de siluetas y tejidos tan similares a los de Mourat que se rumoreó que en realidad el diseñador era quien se encontraba tras sus creaciones. Algunos relevantes medios de moda llegaron incluso a escribir artículos en los que se señalaban las similitudes existentes entre ambas marcas, y pronto el equipo de relaciones públicas de Victoria Beckham se vio obligado a explicar que la británica había apostado por las mismas costureras, patronistas e incluso por el mismo taller que el diseñador.
“Me pidió que fuera su mentor. Le di algunos consejos, algunos nombres, algunas personas en las que confiar y, por supuesto, permiso para que me llamara siempre que necesitara ayuda. Eso es todo”, explicó a ‘Evening Standard’. "Es una de las mujeres más fotografiadas del mundo, por lo que ¿por qué va a ponerse vestidos de otras marcas si puede ser fotografiada luciendo sus creaciones? Ha llegado el momento de unir al producto con el nombre. No es una diseñadora como yo, pero tiene algo de lo que yo carezco: la capacidad de vestir sus creaciones y de lograr que esa imagen dé la vuelta al mundo”, aseguraba. Por si fuera poco, Simon Fuller fue el encargado de financiar el proyecto de moda de Victoria, el mismo magnate que financió el de Roland Mouret. Pero ahora la marca que se hizo conocida gracias al Galaxy dress, que en 2005 celebridades como Victoria Beckham, Naomi Watts y Rachel Weisz convirtieron en el vestido de moda y que fue la elegida por Melania Trump para aterrizar en Londres en 2018, ha tocado fondo.
Roland Mouret ha sido otra de las víctimas de la pandemia, y la salvadora del negocio ha demostrado que la industria de la moda se encarga de cambiar de generación. Hang Chong, fundador de Self-Portrait, la marca para la que han posado tanto la protagonista de ‘Los Bridgerton’ como Kate Moss, ha comprado la firma a través de SP Collection, un holding creado recientemente por el diseñador malasio para dotar a su aclamada marca de la infraestructura y recursos necesarios para impulsar su crecimiento. “Como parte de SP Collection, Roland Mouret se beneficiará de la infraestructura y los recursos necesarios para asegurar su florecimiento en los próximos años”, ha explicado en un comunicado Chong, que ahora es presidente creativo de la firma.
Será en la presentación de la colección resort 2023 de la marca cuando el dueño de la firma fetiche de la generación Z presente sus primeras propuestas para la firma que conquistó la década de los 2000. Self-Portrait cuenta ahora con Irina Shayk, que toma el relevo de Bella Hadid, como imagen de la marca, que hemos visto lucir a celebridades como Alexa Chung, Dakota Johnson, Lady Gaga y Emily Ratajkowski, sin olvidarnos del espectro royal, pues la princesa Beatriz de York también se atrevió con la marca en pleno embarazo.
Cuando salió a la luz la noticia de que Roland Mouret entraba a concurso a causa de los malos resultados fruto de los estragos ocasionados por el coronavirus, pensamos inmediatamente en cómo la firma, una de las primeras en abrazar con orgullo sobre la alfombra roja las curvas de las celebridades, fue la fuente de inspiración de Victoria Beckham cuando comenzó en la moda. La diseñadora se adentró en la industria de tendencias presentando una colección de diez vestidos de siluetas y tejidos tan similares a los de Mourat que se rumoreó que en realidad el diseñador era quien se encontraba tras sus creaciones. Algunos relevantes medios de moda llegaron incluso a escribir artículos en los que se señalaban las similitudes existentes entre ambas marcas, y pronto el equipo de relaciones públicas de Victoria Beckham se vio obligado a explicar que la británica había apostado por las mismas costureras, patronistas e incluso por el mismo taller que el diseñador.