Así se ha convertido la marca de lujo fetiche de 'Succession' en la preferida de Putin

Nos imaginamos a Vladímir Putin, horas antes de aparecer en el estadio de Moscú Luzhniki el pasado viernes, enfrentándose a la temida pregunta que todos nos hacemos antes de dar un paso importante: ¿qué me pongo? El ruso apostó por un jersey de cuello vuelto blanco, una prenda que al parecer es siempre parte del uniforme de los poderosos, de Kiton, una marca de lujo que llevó con una chaqueta acolchada de su firma preferida, Loro Piana. Fundada a comienzos del siglo XX, se la considera la mejor artesana especializada en lana y en cachemira del mundo. Mientras que el precio del jersey que Vladímir luce ronda los 2.600 euros, su abrigo cuesta unos 11.000 euros.

Se trata de dos elecciones de estilo que denotan un interés por la moda en el que destaca el lujo silencioso, pues si algo hemos aprendido de los hombres al poder es que son fieles a un tipo de prendas y marcas concretas abogando siempre, eso sí, por la discreción, como si fuera un intento de hacer ver al mundo que no se preocupan por la moda. Sin embargo, las marcas que eligen dejan bien claro que la moda les importa, y no ha de ser de otra forma.

Putin rara vez apuesta por firmas rusas, y en su armario, repleto de emblemas de la moda italiana ‘deluxe’ como Kiton, Brioni y Stefano Ricci, destaca siempre la presencia de Loro Piana, una marca que vemos llevar a los verdaderamente pudientes incluso en el mundo de ficción. Ahí es donde vimos al personaje de Kendall Roy en ‘Succession’ llevar unos comentadísimos zapatos de 760 euros de la marca. La serie es un auténtico desfile de la firma, en la que no faltan gorras de casi 2.000 euros que funcionan como guiños que solo comprenden los multimillonarios, que al hacer uso del lujo silencioso saben distinguir una gorra cualquiera de una en la que solo alguien que tiene tantos ceros en la cuenta como coches deportivos en su garaje distinguiría.

La marca es la preferida de los hombres adinerados por carecer de logos, por su exquisita calidad y por la sencillez de sus diseños. Como señala ‘The Telegraph’, “para hombres como Putin, es la fórmula para ser estiloso sin resultar fashion, una forma masculina de llevar moda de lujo sin que su masculinidad tóxica se diluya en algo tan atrevido como sería el color”. LVMH, el conglomerado de lujo dueño de Loro Piana, fue criticado al comienzo de la guerra por la lentitud de sus acciones, pero desde entonces ha donado cinco millones de Ucrania. Es poco probable que el apoyo de Putin a la firma italiana ensombrezca a la firma, pues no es responsable de quién luce sus diseños, por más que es sabido por todos que Putin posee looks confeccionados en exclusiva para él. En Change.org ya existe una petición creada por la corresponsal de radio Karine Orlova llamada 'Loro Piana tiene que denunciar de forma pública a Vladímir Putin’. “Le pedimos a Loro Piana que denuncie de forma inmediata y pública a Vladímir Putin y le exige que pare de llevar sus diseños. De lo contrario, el legado de una marca tan antigua será siempre ensombrecida por la sangre de miles de víctimas inocentes”, escribe.

Puede que las ventas de Loro Piana no se vean afectadas, pero, como señala Orlova, ¿pasará lo mismo con su imagen y su legado? ¿Le perdonará no solo la moda, sino el mundo, haberse convertido en la marca no oficial de Putin en momentos como este?