Un look muy significativo y minimal, la elección de Ana Rosa en su reaparición

Ana Rosa Quintana ha vuelto a su hogar profesional, 'El programa de Ana Rosa', tras anunciar que padecía cáncer hace casi un año. Una vuelta repleta de emoción en la que ha llegado más fuerte que nunca.

Hoy su aparición ha sido única. En su look y su actitud ha transmitido un como si nada hubiera pasado, parece hacer dicho la presentadora. A pesar del look rubio que ha lucido, ha confesado que mira las imágenes de la época anterior y no se reconoce.

Tras el parón del pasado 2 de noviembre de 2021, “millones de personas te estaban esperando”, según ha asegurado el presidente de la oposición y primer invitado, Alberto Nuñez Feijóo. Cuando Ana, como la llaman sus amigos, se despidió de su trabajo de Telecinco, los compañeros y los fans esperaban impacientemente su vuelta este septiembre, pero lo ha tenido que retrasar hasta el día de hoy.

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Hace más de once meses de aquella pausa, y en esa emotiva despedida vestía un top lencero blanco con detalles de encaje y una americana en el mismo color. Para volver ha elegido el mismo tono en un gesto de continuidad como si nada hubiera pasado, aunque en esta ocasión ha apostado por una camisa clásica de aire masculino que ha combinado con un vaquero azul oscuro y sandalias de tacón negro de Valentino con tachuelas doradas.

Merecen una mención especial las joyas, unos pendientes dorados trepadores, un accesorio que no lucía a menudo y que con su nuevo corte seguro que cobra más relevancia. También dos cadenas, una en oro y otra en plata en dos alturas con colgantes en los mismos metales; los de plata eran varias medallas religiosas, que seguro que tienen un significado especial para la presentadora.

Si hablamos de teoría del color, los expertos en este tema se refieren al blanco como un no color, puesto que es una suma de todos los tonos que hay en el espectro de la luz. Aunque estamos seguros de que, dada su experiencia de décadas en un plató, hay un factor práctico ante tanto foco, pues el blanco absorbe el calor y lo ‘echa’. El blanco refleja la igualdad, es aséptico, futurista. Significa, como recordaba Jo Paoletti, profesora de la Universidad de Maryland, en su libro 'Sex and Unisex: Fashion, Feminism and the Sexual Revolution' (2015), el inicio de una vida nueva.

El rosa como leitmotiv

El esperado regreso de Ana Rosa Quintana no solo ha visto en el blanco el color con el que resurgir tras su lucha contra el cáncer. La presentadora ha hecho un ejercicio de minimalismo estético en el que incluir el color de esta causa, el rosa palo, en su maquillaje. Sutiles pinceladas en los labios y la manicura mostraban un nuevo look que acompañaba a sus viejos básicos como son los ojos enmarcados y el cabello corto.

Su rubio ceniza ha contribuido a un cambio en su paleta habitual, suavizando el maquillaje de sus ojos al incorporar tonos más cálidos. Lo veíamos, por ejemplo, en la forma de delinearlos. Nada de aplicar lápiz khol en la línea de agua, sino respetarla al natural y extenderlo a ras de pestañas, desde el mismo lagrimal hasta el final de estas. Este trazo preciso pero sin un acabado ultradefinido daba poder a la mirada, pero sin caer en un maquillaje muy recargado.

Cambiaba también la forma de maquillar el párpado, con mayor luminosidad, aplicando sombras irisadas, muy tenues, para depositar más luz que color en tonos champán que se iban ahumando y oscureciendo según se acercaban a la perfilada línea de nacimiento de las pestañas. No faltaba, por supuesto, un profuso trabajo de la máscara de pestañas, encargada de aumentar el dramatismo de la mirada.

Pero, más allá del maquillaje de los ojos, los tonos empolvados eran los encargados de crear ese look de renacer. Las mejillas de Ana Rosa se ruborizaban en un rosa peach encargado de generar sensación, salud y a la vez calidez. Como dato curioso, y prueba de que la presentadora y su equipo de estilismo están al día de las tendencias en el terreno de la belleza, el rubor no solo se quedaba en las mejillas sino que se extendía hasta el tabique de la nariz, creando una sensación de homogeneidad al estilo del ‘W blush’ o las mejillas de esquiador.

Los labios, en vez de optar por perfilados, labiales mate o colores muy fuertes, también se encomendaban al rosa con un tono sorbete que aportaba hidratación y jugosidad a los labios.

La guinda del look, en un claro mensaje de apoyo a la lucha contra el cáncer de mama en su mes, octubre, lo ponía la manicura. La presentadora apostaba por un discreto esmalte rosa palo, manteniendo su diseño habitual, muy natural y con las uñas cortas y rectas. Ni un detalle quedaba a la improvisación en el regreso de Ana Rosa Quintana a la televisión.