Altas dosis de sastrería y pinceladas de glamour en el desfile de The Row

Era uno de los desfiles más esperados de la mañana en la Semana de la Moda de París: ver qué han ideado las gemelas Olsen, Ashley y Mary-Kate, para vestir a la mujer la próxima temporada bajo su poderosa marca The Row. Dictadoras natas de tendencias y referentes de estilo internacionales, sus colecciones suelen suscitar gran expectación y esta vez no iba a ser menos.

A puerta cerrada y sin una retransmisión en 'streaming', el nuevo modus de exhibir las colecciones asumido por la mayoría de las firmas en cartel, las gemelas han dado rienda suelta a las modelos enfundadas en una retahíla de prendas y complementos que llevan su sello.

La de Ashley y Mary-Kate como directoras creativas de The Row, es una propuesta 100% comercial para vestir a la mujer en el día a día. No hay más secretos. Bueno, sí, tres: una confección impecable, un patronaje meticuloso y unos tejidos de alta calidad, las armas que llevan repitiendo temporada tras temporada desde el nacimiento de la marca en 2006 y que les han otorgado un lugar entre los grandes de París.

Los atuendos a capas, literal y figurados, abren el 'show'. Varias modelos visten abrigos extralargos con diseños tipo capa, cuello subido y grosor en el material, y debajo, las piezas principales del look, jerséis de punto, faldas de distintos largos y en sus manos, 'shopping bags' de piel. Sencillos, pero tremendamente versátiles para engordar el fondo de armario working.

Como esenciales de ese recopilatorio, chaqueta y pantalón de corte sastre. Con el longevo estampado a rayas, en marrón o en negro, y en todos los casos, en total look acompañado de camisas blancas y en los pies, zapatos tipo Oxford de cordones.

Continúan desfilando básicos. Abrigos masculinos con cuello solapa, cierre invisible cruzado, bajo tobillero y patrón recto. En esta categoría, un plus de innovación con una sobrecapa lateral fruncida integrada en algunos modelos que, además de dotar de identidad a la prenda, rompe la estética depurada. No hay medias tintas, gabardinas fluidas o abrigos de paño arquitectónicos con los hombros marcados.

The Row coincide con la nueva versión de Gucci del dos piezas sastre: desestructuración de los elementos clásicos en un outfit con la blazer transformada en un cuerpo corsetero con el bajo desigual y en vez de pantalón, falda recta con abertura trasera para facilitar el movimiento.

En el apartado de los accesorios destacan las bufandas envolventes muy gruesas, los repetitivos guantes opera, los maletines con doble asa para llevar en la mano y los bolsos de mano.

Cambio de tercio, de las infinitas muestras de sastrería actual, a las pinceladas de glamour y sofisticación de sus looks nocturnos. Con el vestido como prenda estrella, son variadas las propuestas vistas en el desfile de The Row.

Un modelo confeccionado en un tejido brocado con flores blanco de escote barco, un look 'lady in red' al que no le falta detalle (otra vez, con guantes de piel y clutch al tono), un tándem crema compuesto por un jersey oversize y una falda de raso, diversos vestidos negros y nuestro preferido, un minivestido red con malla metálica.