¿Es Felipe VI realmente 'fabulous'? Hablan expertos en moda
El experto en moda internacional Derek Guy ha abierto un hilo de Twitter alabando la elegancia del monarca español. Tres especialistas en la materia comparten su parecer con Vanitatis
Aunque es indudable que la presencia de Brad Pitt (y de sus patatas fritas) en Wimbledon es la que ha llamado la atención de las redes sociales, los expertos en moda fijaron su mirada en Felipe VI. Su elegancia ha resultado tan llamativa que Derek Guy, prestigioso experto en moda masculina, se ha encargado de tomar su perfil de Twitter para aplaudir el estilo del monarca en un hilo en el que rinde homenaje a su armario y desgrana algunas de las claves de su estilo. Hablamos con un crítico de moda, un experto en moda masculina, una asesora de imagen y un diseñador para saber su opinión al respecto... ¿Es el estilo de Felipe VI realmente 'fabulous'?
Oda a la sastrería clásica
Uno de los aspectos que más ha destacado el británico ha sido el nivel de sastrería por el que el rey apuesta, "algo que es realmente raro ver hoy en día, incluso en los ricos", ha asegurado el periodista. “Es cierto que se ha perdido la costumbre del sastre de toda la vida. Ahora parece, o por lo menos es lo que vemos en los ricos que aparecen en los medios de comunicación, que ya no se opta por la sastrería tradicional, cuando en realidad tener un sastre de confianza es clave para que conozca bien tu estilo y pueda trabajar sobre ti”, explica Anitta Ruiz, asesora de imagen, a Vanitatis.
Por su parte, el experto en moda masculina Carlos Primo señala que la monarquía es un ámbito muy marcado por reglas y normas muy rígidas, por lo que si le añadimos la indumentaria masculina, esa rigidez es doble: hay muy pocas ocasiones en que un rey pueda vestir con algo que no sea un traje. “En el caso de Felipe, creo que las alabanzas se deben a que lleva años siendo fiel a los mismos sastres y al mismo tipo de trajes, que le quedan objetivamente bien. No ha sucumbido a modas, ni a la de la sastrería entallada ni a otras tendencias que sí hemos visto en empresarios o políticos. Y es cierto que el tipo de sastrería que practica, muy española, tiene unas proporciones muy correctas y le queda como un guante. Además, su estatura y su constitución hacen que la ropa, especialmente los pantalones, le queden bien, algo que suele ser un quebradero de cabeza”, señala.
“Derek Guy dice que Felipe es el más elegante porque siempre va perfecto y porque recurre a su sastre de confianza, pero no obviemos esa maravillosa percha que tiene, gracias a la cual todo luce muchísimo más en él. Es cierto que últimamente ha innovado algo más apostando por algún estampado más novedoso en sus corbatas, pero, en realidad, Felipe es un clásico perfecto que conoce bien su estructura, sabe lo que le sienta bien y ha confiado siempre en las mejores para que le hagan los mejores trajes con el mejor patronaje y los mejores materiales”, alega Ruiz.
El sociólogo, periodista y crítico de moda Pedro Mansilla coincide en las alabanzas de Guy. "Sin duda, es el rey más elegante del mundo, y lo es porque tiene una talla privilegiada, y la barba le sienta genial. Podría ser perfectamente modelo de pasarela: si lo fuera, arrasaría. Además, cuando eres rey, parece que lo tienes todo, pero podrías convertirte en un burro, porque no está todo garantizado. Lo importante de Felipe es que siendo tan alto y proporcionado cuida hasta el milímetro la manera de vestirse, pues la elegancia consiste en el que la moda subraye tu cuerpo. Tuvo la suerte de caer en manos de Gallo, mítico sastre español algo clásico, pero también es cierto que los sastres pasaron su peor momento en los 80, cuando la ebullición del prêt-à-porter rmasculino puso contra las cuerdas el sota, caballo y rey de los sastres. Ahora, y sobre todo desde la visión anglosajona, tan conservadora, todo barre a su favor, porque actualmente incluso los diseñadores de prêt-à-porter intentan acercarse al modelo de la sastrería", dice.
"Ahora no hay nada más elegante que incluso un traje de diseñador, como de Armani o Ralph Lauren, tenga la posibilidad de que un sastre te lo ajuste a tu medida. El modelo más sofisticado del prêt-à-porter masculino ahora mismo incorpora al precio este toque final al traje. Si te compras un traje de Brioni, es tan de lujo que el sastre va a tu casa para tomarte las medidas. Para alguien a quien le guste la sastrería masculina y valore la sastrería vintage, la que tiene reminiscencia de antigüedad, no puede pasar desapercibido el hecho de que a Felipe ese traje le sentara genial y tuviera solapa picada, que se hace en las grandes sastrerías, sobre todo en Inglaterra, especialistas en ese tipo de detalle", añade Mansilla.
Proporciones, clasicismo y alguna recomendación
Uno de los aspectos que destaca Derek Guy sobre el estilo del monarca es su firme apuesta por las proporciones clásicas. Comienza señalando que el cuello de la chaqueta “abraza” el cuello de la camisa, para continuar aplaudiendo la caída perfecta de las prendas y, por último, alabar la forma en la que las solapas terminan a mitad de camino desde el cuello hasta el hueso del hombro. “Hablamos de una sastrería con proporciones clásicas muy simétrica”, matiza Anitta Ruiz. Derek Guy alaba el denominado nudo "four in hand" de las corbatas de Felipe, pues "es pequeño, de buen gusto y no crea un nudo del tamaño de una albóndiga debajo de la barbilla". “Estoy completamente de acuerdo con él, porque es superequilibrado. Se trata de un nudo simétrico, que para mí es vital para que quede tan equilibrado y, además, tiene el tamaño perfecto para un cuello de camisa clásico con un tipo de solapa clásico”, añade la asesora de imagen.
Carlos Duarte, director creativo de Duarte, señala que en el terreno de las corbatas es en el que incitaría a Felipe VI a darle a su armario una vuelta más drástica. "Creo que han de ser mucho más alegres, más actuales y con unos colores un poco más 'ad hoc' con los tejidos de los trajes que porta. Que se atreva a no quedarse con el azul, el granate y el rojo oscuro. ¡Se tiene que atrever más! Viste bien, pero es el rey de 2023, por lo que, al igual que Letizia, tendría que ser un poco más osado. Mi consejo es que apueste por un slim-fit cruzado con una solapa algo más ancha", recomienda.
"He analizado su look y pienso que lo único que habría hecho que el conjunto fuera aún mejor habría sido que ese traje fuese realmente un Príncipe de Gales y que las solapas tuvieran un centímetro menos, así como que en lugar de dos botones, fueran tres. Pero quitando estas exquisiteces, iba hecho un rey, y más en un sitio donde se valora tanto la estética. La verdadera elegancia a esos niveles es que complazcas a tu anfitrión, y él lo ha hecho. No deja de ser un ejercido de educación", dice el sociólogo, periodista y crítico de moda Pedro Mansilla.
Carlos Primo quiere matizar que lo oportuno es considerar estos elogios en su contexto. “En un ámbito tan cerrado y limitado como la indumentaria clásica, se tiende a conceder mucha importancia a detalles minúsculos y, por tanto, a sobredimensionar los elogios. La sastrería es el reino de la hipérbole, y es difícil no caer en ella si prestamos atención a elementos como la altura del cran, el ancho de la solapa o los centímetros de bajo del pantalón”, asegura. “Es cierto que la sastrería se ha transformado, incluida la de lujo. Antes era algo que solo llevaban a cabo un grupo de sastres, pero en los últimos años, los ricos han abrazado otras tendencias y se han convertido en clientes de marcas de ultralujo cuya sensibilidad no siempre tiene que coincidir con las normas clásicas de la elegancia masculina. Uno puede llevar un traje de cinco cifras y que le quede mal. Y el 'nivel de sastrería' al que alude el experto no es tan sencillo de alcanzar. No basta con gastar mucho dinero, sino con dar con el sastre adecuado y tomar las decisiones correctas, siempre según ese libro de normas”, explica Primo.
Carlos Duarte, director creativo de Duarte, también considera que el Rey destaca por su elegancia, pero echa de menos alguna pincelada de atrevimiento. "Por ejemplo, me encantaría que usara alguna solapa más grande e incluso un tejido más atrevido, sin ser demasiado. Comom comentaba, creo que con su porte y su elegancia podría llevar un slim-fit, y sin duda un traje cruzado le favorecería mucho sin distorsionar en absoluto su imagen de seriedad", asegura.
Un pacto secreto
Para finalizar, Mansilla habla de "una serie de discursos secretos dentro de la sastrería masculina", y confiesa que, al ver las imágenes, fantaseó con que el traje de Felipe VI fuera un Príncipe de Gales. "El traje era sin duda de lana fría pese a ser verano, porque de haber sido de lino, se habría arrugado. Él podría permitirse el lujo, por ser quien es, de ponerse un principe de Gales de hace 20 años, porque le queda impecable. El defecto se convierte en virtud porque no solo conserva sus trajes y respeta a la mano de obra que lo hizo, sino que le da la vuelta a la tortilla y hace un discurso incluso ecologista. Ha aparecido en Wimbledon con un traje que en mi ilusión, como comento, pensé que podría ser un Principe de Gales porque, en el fondo, Felipe VI no deja de ser el Rey de España, y aunque tendrían que pasar muchísimas desgracias, en realidad podría heredar el trono de Inglaterra. Ir vestido de Príncipe de Gales en Inglaterra es una especie de pacto secreto con Carlos III, como si le hubiera pedido permiso para ir vestido como él lo haría. Es todo un momento de complicidades", dice el sociólogo.
"La gente cree que a un partido de tenis se va en camisa, en polo o, como máximo, en chaqueta sin corbata, pero la genialidad del último día de Wimbledon es que al entregar la Copa del Oro alguien de la familia real inglesa, los aristócratas ingleses van con corbata, de la misma manera que cuando van a Ascot van con chaqué, porque es la manera de que te dejen entrar a un sitio en el que dar la mano al Rey. Todo es una especie de discurso exquisito secreto que Felipe VI conoce y pone en práctica. Me parece, en definitiva, que siempre va impecable y que si hubiese ido a Italia o a Marruecos, sus exigencias de protocolo serían diferentes, pero al ir a Inglaterra, luce un look insignia del gentleman que es. Además tiene la ventaja de que es un pacto secreto: a las mujeres se les exige originalidad y que de alguna manera no repitan, pero al hombre solo se le exige que el diseño sea impecable. Eso le da la facilidad de que para ser elegante, no necesita revolucionar nada, porque en estos momentos el prototipo máximo de la elegancia es lo que él encarna", comenta para finalizar.
Aunque es indudable que la presencia de Brad Pitt (y de sus patatas fritas) en Wimbledon es la que ha llamado la atención de las redes sociales, los expertos en moda fijaron su mirada en Felipe VI. Su elegancia ha resultado tan llamativa que Derek Guy, prestigioso experto en moda masculina, se ha encargado de tomar su perfil de Twitter para aplaudir el estilo del monarca en un hilo en el que rinde homenaje a su armario y desgrana algunas de las claves de su estilo. Hablamos con un crítico de moda, un experto en moda masculina, una asesora de imagen y un diseñador para saber su opinión al respecto... ¿Es el estilo de Felipe VI realmente 'fabulous'?