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Las reglas de oro para vestir bien de blanco en verano
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TRUCIS DE ESTILO

Las reglas de oro para vestir bien de blanco en verano

Es el color estrella cuando llega el calor pero, cuidado, su claridad puede ser un arma de doble filo.

Foto: Vestido de Charo Ruiz.
Vestido de Charo Ruiz.

Vestir de blanco en verano es algo así como el uso del punto en invierno, indiscutible. Tiene su espacio reservado en el armario durante todo el año, pero hay que reconocer que no hay otra tonalidad que encaje mejor en esta época. Sin embargo, su frescura y su naturalidad pueden ser un arma de doble filo porque hay quien, directamente, lo encuentra informal e insulso. Pero nada más lejos de la realidad. “En general transmites pureza, transparencia, pulcritud, frescura… Al vestir de blanco, puedes proyectar un estilo sencillo, elegante y sofisticado, transmitiendo una sensación de claridad y orden”, explica la asesora de imagen Emilia de Havilland. “También puedes transmitir una sensación de luminosidad y energía positiva, atrayendo la atención y reflejando una actitud positiva y optimista”, prosigue.

Todo esto que logra evocar el blanco es lo que invita a que cada vez más prendas se declinen en él y no solo los clásicos vestidos de estética ibicenca que a todas nos vienen a la cabeza al pensar en este color cuando suben las temperaturas. Faldas, blusas, bikinis y vaqueros, además de las camisas y las camisetas que tanto exprimimos por su categoría de básicas son algunos ejemplos. Claro que también hay piezas que no pasan con éxito este filtro inmaculado. “Los pantalones finos y estrechos en tono blanco son complicados en general para todas las siluetas y resultan poco elegantes por el efecto de transparencia”, argumenta de Havilland, quien insiste en que tampoco las prendas deportivas suelen ser recomendables en este color porque resaltan al máximo el contorno del cuerpo y eso es algo que no a todo el mundo convence. “Si prefieres una apariencia más discreta o no te sientes cómoda, puedes optar por colores más oscuros o combinaciones de colores en tu ropa deportiva”, puntualiza.

placeholder Un look con pantalón blanco para ir al trabajo. (Imaxtree)
Un look con pantalón blanco para ir al trabajo. (Imaxtree)

El contexto en el que se vaya a vestir de blanco importa, y mucho. Especialmente porque, aunque se escojan minuciosamente las piezas que compongan un look para que sea diferente si es para ir a la playa o para ir a la oficina, hay ocasiones en las que es preferible renunciar a él tal y como advierte la asesora de imagen consultada por Vanitatis: “en eventos formales que se llevan a cabo en la noche, como galas, cenas de etiqueta o bodas de noche, es común optar por colores más oscuros y elegantes. En este caso, el blanco puede parecer demasiado informal o poco apropiado para la ocasión”.

Y, ojo, no solo en esta coyuntura. Emilia de Havilland también los desaconseja en otros diametralmente opuestos como pueden ser actividades deportivas al aire libre tipo senderismo, ciclismo o deportes acuáticos por ser “susceptible a las manchas”.

placeholder Alexandra Pereira de blanco (Instagram @alexandrapereira)
Alexandra Pereira de blanco (Instagram @alexandrapereira)

Lo que nadie puede discutirle al blanco son las infinitas posibilidades que ofrece. Primero porque su claridad permite que nos podamos centrar en otros aspectos que suelen pasar a un segundo plano como el material o el corte de la prenda, algo que puede dar mucho juego a la hora de elegir estilismo monocromático. Fíjate en cómo apuestan por el minimalismo las insiders porque es la mejor demostración de que un look en impoluto blanco es de todo menos aburrido.

En segundo lugar, porque no hay combinación que se le resista. “Al tratarse de un tono neutro combina bien con cualquier tonalidad, pero sí es cierto que una de mis combinaciones favoritas es el combo marinero: azul marino y blanco que en verano apetece mucho en un entorno playero”, apunta la experta, justo antes de calificar como “elegante y sofisticado" otro binomio clásico como es el formado por blanco y negro, y de decir que también “actúa como un lienzo perfecto para destacar colores brillantes y vibrantes como el rojo, el azul eléctrico, el amarillo o el verde”.

placeholder La alemana Leonnie Hanne con un vestido blanco. (Imaxtree)
La alemana Leonnie Hanne con un vestido blanco. (Imaxtree)

Un último consejo por parte de una especialista en imagen personal como es Emilia de Havilland a la hora de vestir de blanco. “Asegúrate de que las prendas que elijas sean lo suficientemente opacas para evitar transparencias no deseadas. Revisa si necesitas usar ropa interior blanca o forros adicionales para garantizar la cobertura adecuada”.

Vestir de blanco en verano es algo así como el uso del punto en invierno, indiscutible. Tiene su espacio reservado en el armario durante todo el año, pero hay que reconocer que no hay otra tonalidad que encaje mejor en esta época. Sin embargo, su frescura y su naturalidad pueden ser un arma de doble filo porque hay quien, directamente, lo encuentra informal e insulso. Pero nada más lejos de la realidad. “En general transmites pureza, transparencia, pulcritud, frescura… Al vestir de blanco, puedes proyectar un estilo sencillo, elegante y sofisticado, transmitiendo una sensación de claridad y orden”, explica la asesora de imagen Emilia de Havilland. “También puedes transmitir una sensación de luminosidad y energía positiva, atrayendo la atención y reflejando una actitud positiva y optimista”, prosigue.

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