Revelamos los dos secretos de moda que unen a Charlène, Carlota y Beatrice en el Día Nacional de Mónaco

La familia Grimaldi volvió a acaparar la atención del mundo ayer. El Principado de Mónaco volvió a vestirse una vez más de gala para celebrar su día grande y el glamour se adueñó de las inmediaciones de la catedral de Nuestra Señora Inmaculada. Este año, a diferencia de anteriores, los miembros de la familia real monegasca han hecho pleno de asistencia. No faltó casi nadie: a Charléne y Alberto se unieron Carolina y Estefanía, así como los hijos y nietos de estas. Carlota Casiraghi acudió junto a sus hijos, Raphael y Balthazar. Andrea Casiraghi lo hizo acompañado de Tatiana Santo Domingo y sus hijos, Alexandre, India y Max. También se sumaron Pierre y Beatrice Borromeo con Stefano y Francesco, Alejandra de Hannover, Louis Ducruet, con su mujer Marie, Pauline y Camille, e incluso Gareth y Sean Wittstock, hermanos de Charlène.

A la lectura de una familia unida, sólida y con una presencia en bloque, sumamos la lectura 'fashion' escondida en el Día Nacional de Mónaco. Con estilismos de estreno, las mujeres Grimaldi volvieron a deleitarnos con un despliegue de estilo, y entre Charlène, Carlota y Beatrice, dos vínculos extra que apuntan directos a un origen concreto y a una tendencia de moda.

La mujer de Alberto de Mónaco escogió un total look de Didier Angelo; la hija de la princesa Carolina, un conjunto de Chanel, y por último, la esposa de Pierre Casiraghi, un traje de Dior. Así, a grandes rasgos, más allá de la estela de glamour que envolvió a las tres, no sabríamos identificar cuáles son esos dos puntos en común, pero estudiando en profundidad los outfits, es cuando hemos detectado las similutdes.

Las tres firmas de lujo anteriormente mencionadas comparten procedencia: son tres casas de moda francesas. Una predilección y un amor confeso por las piezas 'made in Paris', que se suma al otro guiño de tendencia en los looks de Charlène, Carlota y Beatrice, las tres escogieron el rojo como color para teñir sus looks. En el caso de la sudafricana, fue el tono que la acompañó desde la mañana a la noche.

Tal y como hemos apuntado, eligió el color rojo durante toda la jornada y también el mismo modisto. El francés Didier Angelo estaba detrás del vestido joya que lució en la gala celebrada de noche. Si a primera hora del día apostó por un vestido y un abrigo de amplias solapas y cintura ceñida del creador, acompañado por un tocado de Stephen Jones, guantes y botas de Manolo Blahnik, por la noche se rindió al brillo. De líneas sencillas, manga larga y cuello redondo, combinó el traje con unos discretos pendientes de rubíes que pertenecen a Cartier, salones de terciopelo en color burdeos y clutch dorado. La princesa llevaba, además, la banda rojiblanca de la Orden de Saint-Charles.

Carlota Casiraghi, musa y embajadora de Chanel, no falló a su firma fetiche, y de la actual colección de la maison rescató un tándem de tweed rojo conformado por una chaqueta y una minifalda.

Con el rojo como epicentro de su puesta en escena y convertido en el color tendencia de la temporada, la princesa acertó de nuevo en un Día Nacional de Mónaco. Tal vez, una de las razones más poderosas que han restituido su reinado es lo que significa y simboliza llevarlo y, por ende, su capacidad innata de otorgar a quien lo luce estas siete cualidades: fuerza, pasión, vitalidad, ambición, coraje, valentía y optimismo. A él han sucumbido 'celebs' tan dispares e influyentes como Hailey Bieber, Natalie Portman, la reina Letizia o Rosie Huntington-Whiteley.​

Si el año anterior una de las curiosidades fue que Dimitri Rassam posó en esta fecha con la familia real, esta vez Carlota ha vivido el Día Nacional sin su compañía, pero sí con la de sus hijos. Volviendo a su look, el clásico tweed de Chanel en rojo fue el tejido con el que se confeccionó. La parte de arriba, una chaqueta de escote en pico con cuatro bolsillos y botones joya con el logo de la marca aderezada con un minicinturón, acompañó a una falda corta.

Cierra el círculo de conexiones fashionistas Beatrice Borromeo con su look de Dior. Cumpliendo las dos pautas, origen francés y color rojo, logró marcar la diferencia gracias a la tonalidad, un rojo oscuro casi burgundy.

Ideado y fabricado en exclusiva para vestir a la mujer de Pierre para el Día Nacional de Mónaco, el outfit estaba confeccionado con un tejido de terciopelo. De silueta péplum, con cuello subido, manga larga, botonadura frontal y dos bolsillos, la americana. Debajo, una falda midi. Más Dior en los accesorios, desde el tocado al bolso, pasando por las joyas, Beatrice ejerció de perfecta modelo e imagen de la maison. ¿El resultado? Elegancia y sofisticación en estado puro.