El estilo militar es el favorito de Brigitte Macron, lo demostramos
Si la moda es una forma de lenguaje, Brigitte Macron se expresa con precisión castrense. Desde que asumió el rol de primera dama de Francia, ha
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Si la moda es una forma de lenguaje, Brigitte Macron se expresa con precisión castrense. Desde que asumió el rol de primera dama de Francia, ha mantenido una coherencia estilística inquebrantable, pero en los últimos dos años ha dejado claro que el estilo militar no es una tendencia pasajera en su armario: es su uniforme no oficial. Chaquetas estructuradas, faldas lápiz, botones metálicos perfectamente alineados y un dominio absoluto del azul marino convierten cada una de sus apariciones públicas en una lección de poder y elegancia.
Siluetas de desfile (pero no de moda)
Brigitte Macron ha encontrado en las siluetas marciales su mejor aliado. Firmes, estructuradas y sin concesiones al exceso, sus elecciones estéticas reflejan disciplina y autoridad. En la investidura de Emmanuel Macron, en abril de 2022, la vimos con una chaqueta azul noche de doble botonadura plateada que recordaba a un uniforme de gala, acompañado por un peinado con volumen que reforzaba la idea de una figura que impone desde la sobriedad.
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Ese mismo código se repitió en septiembre de 2023 durante la visita de Estado al Reino Unido, donde posó junto a Camila Parker Bowles con un vestido entallado de manga larga y una chaqueta corta a juego, ambas piezas decoradas con botones dorados con forma de ancla. El guiño náutico no fue casual: era una forma elegante de rendir homenaje al protocolo militar británico, sin dejar de ser fiel a su estilo.
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La botonería como declaración de intenciones
Pocas primeras damas han hecho de la botonería un elemento tan central de su identidad visual como Brigitte Macron. En sus looks, los botones no son meros detalles: son protagonistas. Ya sean plateados, dorados o esmaltados, siempre están alineados de forma milimétrica, como en un uniforme de alta graduación. A menudo los encontramos en doble fila, elevando abrigos y chaquetas de lana estructurada que remiten directamente a los uniformes militares de gala.
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En actos recientes, como la ceremonia frente a Notre Dame en diciembre de 2023 o la marcha conmemorativa de enero de 2024, Brigitte repitió la fórmula: abrigo negro con doble botonadura dorada, sin adornos innecesarios. La clave está en el corte y en esa botonadura que siempre actúa como hilo conductor visual.
Un look para cada ocasión (pero con el mismo código)
Aunque adapta los colores y materiales según el evento, Brigitte rara vez se aleja de su fórmula ganadora. En visitas oficiales al extranjero —como en su viaje a China o en la cumbre bilateral en Varsovia— elige abrigos de inspiración militar con cinturones estructurados, solapas afiladas y cremalleras decorativas. En actos más relajados, como recepciones diplomáticas o partidos de fútbol, opta por americanas cruzadas con botones dorados, que lleva sobre pantalones slim o faldas lápiz, conservando siempre el aire de control y elegancia.
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Incluso en los escasos momentos donde introduce un color más suave, como el azul celeste en el Elíseo o el beige en eventos deportivos, el corte militar sigue presente: líneas rectas, hombros marcados, cintura ceñida. Nada queda al azar.
¿Por qué militar?
La apuesta constante de Brigitte Macron por el estilo militar no es solo una cuestión estética. En el contexto de su papel institucional, esta elección habla de fuerza, estructura, fiabilidad y respeto al protocolo. En una era en la que los mensajes visuales importan tanto como los discursos, Macron parece haber entendido que su imagen puede proyectar liderazgo sin necesidad de palabras.
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Además, este tipo de prendas son atemporales. La moda militar —ya reinterpretada por Balmain, Dior o Alexander McQueen— resiste las temporadas y las modas pasajeras. Es clásica, poderosa y versátil. Justo como la primera dama.
Más que estilo: estrategia
En un mundo político mayoritariamente masculino, su manera de vestir refuerza su autoridad sin necesidad de masculinizarse. Lo hace desde la elegancia, con cortes que celebran su figura, pero con una paleta sobria y detalles contundentes que evocan el poder y el orden. En un mismo gesto, rinde homenaje a la tradición y se posiciona como figura moderna y sofisticada. Y si algo ha demostrado en estos dos últimos años es que, cuando se trata de uniformes de poder, nadie los lleva como ella.
Si la moda es una forma de lenguaje, Brigitte Macron se expresa con precisión castrense. Desde que asumió el rol de primera dama de Francia, ha mantenido una coherencia estilística inquebrantable, pero en los últimos dos años ha dejado claro que el estilo militar no es una tendencia pasajera en su armario: es su uniforme no oficial. Chaquetas estructuradas, faldas lápiz, botones metálicos perfectamente alineados y un dominio absoluto del azul marino convierten cada una de sus apariciones públicas en una lección de poder y elegancia.