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¿Por qué criticamos a David Beckham por besarse en los labios con su hija Harper?
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¿Por qué criticamos a David Beckham por besarse en los labios con su hija Harper?

El futbolista recibe críticas despiadadas a través de las redes cada vez que sube una fotografía uniendo sus labios a los de su hija pequeña. ¿Realmente es para tanto?

Foto: David Beckham en un anuncio para Bodywear de H&M.
David Beckham en un anuncio para Bodywear de H&M.

Un padre que besa a su hija. Eso es lo que puede apreciarse en varias de las fotografías que David Beckham ha compartido en su cuenta de Instagram en los 7 años que tiene la menor de sus cuatro hijos, Harper Beckham. Instantáneas llenas de cariño, de afecto, de un amor puro e incondicional hacia la que es la niña bonita de la casa. No es para menos. Victoria Beckham y él no pararon hasta que la diseñadora se quedó embarazada de una chica. La guinda perfecta para una familia que causa suspiros y envidias alrededor del mundo.

Quizá por eso, y porque no existe la llamada envidia sana, los fans del futbolista (y los que no lo son tanto) llevan años criticando el hecho de que David Beckham sea demasiado cariñoso con su hija. ¿Se puede ser demasiado cariñoso con un hijo? Eso parece. El motivo es que David nunca ha ocultado que es de esos padres que besan en la boca a sus hijos. Y decimos 'de esos padres' porque también hay muchos que solo besan a sus vástagos en la mejilla. ¿Por qué nos escandalizamos y criticamos a los primeros? Puede que porque los besos en los labios se hayan convertido en monopolio absoluto de los adultos.

Cierto es que el acto de unir los labios con otra persona implica cierta connotación sexual llegada cierta edad. No lo decimos nosotros, lo dicen los psicólogos. Por eso, la clave de todo este asunto se centra más en una cuestión: ¿a qué edad hay que dejar de besar a un hijo/a en la boca? Y aquí es donde encontramos diversas opiniones incluso dentro del propio ámbito de la psicología.

Según Charlotte Reznick, psicopedagoga y profesora clínica asociada de Psicología de la Universidad de Los Ángeles, el tema de los besos en la boca a los hijos es bastante peliagudo porque “empiezas cuando son pequeños, pero ¿cuándo dejas de hacerlo?”. He ahí una interesante reflexión. Sin embargo, a otros expertos en psicología infantil esta cuestión les parece algo banal y ponen el siguiente ejemplo. A todos nos leen cuentos de pequeños y en algún momento determinado dejan de hacerlo. ¿Cuándo? Nadie lo sabe. ¿Nos supuso un trauma? En la mayoría de los casos no. Simplemente es una rutina que desapareció, seguramente por deseo de todas las partes implicadas.

Sin embargo, y si queremos dar respuesta a la pregunta de cuándo dejar de hacerlo, los expertos opinan que cuando el niño deje de sentirse cómodo al respecto. Además, hay psicólogos que establecen que este tipo de besos (los polémicos) deben darse solo en privado y explicándole al niño que son un ritual familiar. ¿Por qué? Básicamente para que el niño no vaya saludando con besos en la boca a todo hijo de vecino (nunca mejor dicho).

De hecho, los expertos (ya estén a favor o en contra) coinciden en una cosa: será el niño el que diga cuándo parar porque comenzará a resultarle incómodo. Igual que ya no querrá que lo acompañen hasta la puerta del colegio, tampoco querrá seguir uniendo sus labios al de su progenitor o progenitora.

Por tanto, ¿por qué tanto revuelo cada vez que David Beckham demuestra que quiere a su hija? Porque, como bien apuntan los psicólogos (y aquí la opinión vuelve a ser unánime), los besos en la mejilla o en los labios son totalmente necesarios durante el crecimiento de cualquier niño. Junto con los abrazos son la manera en la que les demostramos que son importantes para nosotros y que los queremos.

Así pues, como dirían los fans de Britney Spears cuando tuvo su crisis nerviosa, ‘leave David alone’.

Un padre que besa a su hija. Eso es lo que puede apreciarse en varias de las fotografías que David Beckham ha compartido en su cuenta de Instagram en los 7 años que tiene la menor de sus cuatro hijos, Harper Beckham. Instantáneas llenas de cariño, de afecto, de un amor puro e incondicional hacia la que es la niña bonita de la casa. No es para menos. Victoria Beckham y él no pararon hasta que la diseñadora se quedó embarazada de una chica. La guinda perfecta para una familia que causa suspiros y envidias alrededor del mundo.

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