Los bombones son para el invierno

El chocolate es uno de nuestros mejores aliados para superar el invierno, es un potente antioxidante. De esa pasión chocolatera confesa, Paco Roncero ha dado vida a cinco platos dulces, uno por bombón, donde interpreta su visión de cada una de las especialidades del grupo Ferrero sin perder el sabor único y especial que caracteriza a cada uno de esos pequeños bocados, pero con el sello de la cocina de vanguardia tan propia del afamado chef.

El objetivo era celebrar que el bombón más vendido del mundo, ha regresado y por delante nos esperan unos cuantos meses para disfrutar de su sabor único repleto de capas de contraste al que como buen capricho es casi imposible resistirte.

Paco Roncero se inspiró para sus cinco postres en los cinco bombones icónicos de la marca. Ferrero Rocher, Mon Chéri, Pocket Coffee, Rondnoir y Raffaello: cinco postres que fueron puro placer para todos los sentidos.

Como si de una tradición se tratase, con la llegada del verano y por tanto, de la bajada de temperaturas, el grupo Ferrero retira del mercado todas sus especialidades con el fin de mantener la extraordinaria calidad de sus productos, pero al llegar el invierno regresan a nuestras vidas para deleitar nuestro paladar y crear alrededor de cada uno de sus bombones un momento único.

La única especialidad sin chocolate y que se mantiene en los lineales todo el año: una almendra crujiente sumergida en un delicioso relleno de crema dentro de un barquillo recubierto de deliciosos copos de coco. Una especialidad blanca y refinada, delicada y pura, que constituye un regalo sincero para expresar nuestro afecto en cualquier ocasión.

Su calidad, frescura y sabor único, valores fundamentales, son primordiales a la hora de crear cada uno de sus bombones y el calor, que podría dañar y perjudicar seriamente la calidad de sus especialidades, es su gran y eterno enemigo. De ahí se comprende que sea la única empresa del sector que retira sus productos con chocolate durante la época estival demostrando no solo así el amor por su trabajo, también el respeto absoluto por el cliente.

Por eso cada año y con el cambio de estación del verano al invierno, Ferrero Rocher (el famoso bombón dorado que presume de ser el más vendido del mundo) y sus hermanos pequeños celebran su esperado regreso. Un acontecimiento gastronómico único y envuelto en magia que este año además lo hace por partida doble: con el chef Paco Roncero como maestro de ceremonias y dos nuevas especialidades más en chocolate negro que se ponen a la venta en el mercado español.

Así Ferrero Rocher, Mon Chéri, Raffaello y los nuevos, Pocket Coffee, con un corazón líquido de café 100% arábica y Rondnoir, con una perla de chocolate negro, han asaltado ya los lineales de los supermercados y diferentes puntos de ventas para convertirse en esa pequeña tentación que sí te puedes permitir en invierno.

El instante propicio para volver a descubrir el sabor, la frescura y el aroma de siempre, es más, basta probarlos para darse cuenta de que la espera ha merecido la pena y reconocer que se trata de productos únicos elaborados de una manera diferente que necesitan de unos meses de pausa para mantener esa calidad seña de la casa.