Una historia española inspiró ‘El callejón de las almas perdidas’ de Guillermo del Toro

De las diez nominadas al Oscar a mejor película, cuatro de ellas parten de historias que ya se habían llevado al cine anteriormente. Este es también el caso de 'El callejón de las almas perdidas', dirigida en 2021 por Guillermo del Toro. Primero, fue un libro firmado en 1946 por el autor norteamericano William Lindsay Gresham. Solo un año después, llegaba al cine la primera adaptación de esta novela. En esta historia, se nos muestra la peor cara del circo, como las adicciones al alcohol y a las drogas de quienes trabajan en él. Sobre todo, la forma en que lo aprovechan quienes les dan trabajo y mantienen a su equipo enganchado y sometido.

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B.M.

Del Toro dirige esta cinta de más de dos horas y media de metraje, y nominada al Oscar no solo en categorías técnicas, como vestuario y producción. La pieza también se disputaba la estatuilla a mejor fotografía y mejor película. Puede que también el reparto, en el que coinciden Bradley Cooper, Cate Blanchett, Toni Colette, Willem Dafoe o Rooney Mara, haya ayudado a que el American Film Institute la considere una de las 10 mejores películas del año pasado. Sin embargo, los académicos de los Oscar no deben coincidir con sus compañeros laborales, ya que esta cinta no se ha llevado ninguno de los premios a los que estaba nominado.

Con todo, y más allá de la calidad y la factura de esta pieza, hay algo que en ella apelará al público español. Gresham fue militante del Partido Comunista y, tras comenzar la guerra civil en España, se alistó como voluntario del bando republicano. Cruzó el Atlántico y trabajó en las trincheras como enfermero. Aunque él ya sentía fascinación por el circo desde pequeño, y en especial por el de Coney Island, en Nueva York, fue aquí donde conoció al antiguo trabajador de una feria ambulante que le contó toda suerte de correrías. Y en concreto, quien le describió cómo los artistas borrachos eran capaces de llegar mucho más lejos en su espectáculo que los demás. Hasta el punto, muy desagradable, de comerse animales vivos delante del público.

Aquellas historias españolas inspiraron no solo 'El callejón de las almas perdidas', la novela más reconocida de Gresham, sino buena parte de su trabajo como ensayista y reportero. Por desgracia, el escritor no logró llevar una vida mucho mejor. Su matrimonio estuvo marcado por sus infidelidades, hasta que la falta de dinero le llevó a convivir con su mujer y su amante, durante un tiempo, bajo el mismo techo. También él tuvo problemas con el alcohol y, a pesar de que llegó a dejar de beber, la noticia de que padecía cáncer de lengua le llevó a suicidarse. Murió tras ingerir pastillas y en una habitación de hotel. Cuando encontraron su cuerpo, llevaba encima tarjetas de visita que decían: “No tengo dirección, teléfono, oficio ni dinero. Retirado”.

Desde luego, la historia de Gresham da para otro largometraje entero. Pero, de momento, la película es otra: la que se juega cuatro estatuillas en la noche del domingo 27 de marzo. La misma cuyo rodaje, para desgracia de Del Toro, se partió en dos por la pandemia. Bradley Cooper aprovechó el parón para perder peso y parecer más joven en el primer tramo de la ficción, y en donde su personaje era más joven. De hecho, en 'El callejón de las almas perdidas' Cooper se desnuda por dentro y por fuera. Y tuvo que pasar seis horas de producción sin absolutamente nada de ropa encima para el que sería el primer desnudo frontal de su trayectoria. Cuentan los críticos que esto no es nada habitual, ni siquiera hoy, entre los grandes actores de Hollywood. Tampoco es un mal homenaje a la extrema vida que llevó Gresham.